Desde hacía cosa de un año, me llegaban rumores afirmando que el Partido de los Trabajadores encabezaba las encuestas, o pesquisas como ellos les llaman, en cuanto a intención de voto en el Brasil.
A los 22 años de existencia del partido, y después de tres derrotas en los ocho años de oposición permanente a Fernando Henrique Cardoso, el que fuera tornero mecánico y líder sindical Luiz Inácio Lula da Silva, se hace con la presidencia brasileña al alcanzar un 61% de los votos válidos.
Pero el camino por andar no resultará fácil, y de ello son conscientes los propios protagonistas. En estos momentos, Lula ha encargado a un grupo de técnicos que preparen el camino para que la transición de gobierno sea lo menos traumática posible.
Hoy mismo se ha entrevistado con el Presidente saliente, Henrique Cardoso, quién ha felicitado al candidato petista por su victoria del pasado domingo.
En cuanto al trasfondo político, indicar que mientras Lula estuvo en la oposición, lanzo duros ataques contra las medidas económicas del equipo saliente, al que acusaban de practicar un seguidismo ciego respecto a las indicaciones del FMI; así como de centrar la economía en el sector financiero en detrimento de la producción. El otro terreno de crítica del PT fue la política de corte antisocial del anterior gobierno.
Teniendo esto en cuenta, no resultan extrañas las primeras iniciativas de Lula. Por un lado ha tratado de transmitir calma a los mercados e inversores extranjeros, y por otra parte ha anunciado la puesta en marcha de la Secretaría de Emergencia Social y ha puesto en marcha un nuevo programa de alimientación.
Brasil promete ser un interesante terreno de juego político que merece toda nuestra atención. Próxima cita: la formación del equipo de Gobierno.
Kilobites. Málaga. 30 Octubre 2002.