Ibarretxe lanzo al parlamento vasco y en extensión al gobierno español, sus intenciones de tirar adelante un proyecto para Euskadi que le otorgue el grado de estado federal libre asociado a España, por otro lado la factoría de Seat en Martorell anuncia que trasladara a Bratislava parte de su producción. Tenemos dos cuestiones de suma importancia que no siempre son tratadas con igual consideración por los medios. Empecemos.
Mientras van cayendo comandos de ETA, siendo desarticulados por la policía vasca, nacional, guardia civil y la policía francesa, el problema vasco en su extensión política vuelve a tensar las cuerdas. En la posición más que harta conocida del gobierno español del Partido Popular en no hablarse con el gobierno vasco, con la consecuente perdida de dialogo que ello implica haciendo que las posiciones contrarias se atrincheren en lo suyo, el gobierno vasco, por mediación de Ibarretxe ha lanzado una propuesta peculiar. Ni la independencia ni la continuación de la situación actual que se encuentra en un callejón sin salida. Después de más de veinte años de obtención del estatuto de autonomía, los grupos nacionalistas vascos, han visto como el estatuto no solo no se desarrolla si no que no se llega a cumplir plenamente, faltan transferir competencias, y el autogobierno según ellos mengua. De ahí que Ibarretxe se saque de la manga lo del estado federal libre asociado, algo parecido a lo que ya hizo en su momento Lluis Companys con la república catalana dentro de república española. Con el telón de fondo de la ilegalización de los nacionalistas radicales, y la existencia del grupo terrorista ETA, cualquier movimiento político disonante con la mayoría popular de Madrid, es fácilmente tachable de maléfico.
Como avanzaba el primer párrafo, el hecho de que Seat, empresa legendaria del mundo de la automoción española, se decida a trasladar parte de la producción que hoy realiza en su factoría de Martorell, es otro problema importante y me temo que fácilmente clonable en tiempos venideros. El grupo alemán Volkswagen dueño de la actual Seat, como cualquier multinacional, dispone de factorías a lo largo y ancho del mundo, por ello por la norma de a menor coste mayor beneficio, es bien normal que prefiera potenciar sus factorías de la Europa del Este, en este caso la de Bratislava, donde el coste de la mano de obra es menos de la mitad que en España. El control estatal sobre las multinacionales en vías de un neo liberalismo galopante tendrá que ser mayor, o nos podemos ver abocados a la evasión de la poca industria que queda en el país, evasión que de ser tal, dejaría a miles de familias sin ingresos por la perdida de puestos de trabajo. El no traslado de la industria, o la búsqueda de una reconversión en otros sectores del sector industrial europeo, por mediación de las propias empresas privadas y los estados, serán unos de los caballos de batalla venideros para todos los europeos.
Los dos problemas como vemos tienen su importancia, el primero por afectar al pueblo vasco, cansado ya de tanta política, y el segundo a todos los trabajadores que en este caso de Seat pueden ver lo que se les va a echar encima próximamente, la diferencia entre los dos temas es el trato que le dan los grandes medios de comunicación: el problema vasco aunque metafísico mayormente, tiene sus problemas prácticos en un sector de la población del país, el problema de la evasión de las multinacionales afecta a todos los trabajadores, los medios de comunicación siguiendo este pequeño razonamiento deberían darle mas importancia al segundo tema o al menos el mismo, pero como ya sabemos no solo no le da el mismo trato si no que siquiera el problema de Seat pasa de ser una noticia de segunda categoría. Los medios de comunicación, sobre todo los de grandes masas, siempre han tendido a comunicar lo que crea más sensación, ya que es lo que mas vende, de ahí el resultado, si a eso le sumamos los grandes intereses políticos y económicos que vinculan a estos medios podremos entender un poco mas el porque los grandes medios no hacen lo correcto periodísticamente.
Marlowe. Bacerlona. 30 Septiembre 2002.