Entrevista a Kassum Konate – por Francesc Sánchez

Kassum Konate, originario del Mali, llevó a cabo hace más de diez años una travesía por el desierto y el mar Mediterráneo para llegar a España. Esta semana Kassum ha explicado a los alumnos de Antropología su experiencia en una aula de la Universitat de Barcelona. La entrevista que os ofrecemos a continuación nos muestra porque Kassum decidió irse de su país, como fue su periplo arriesgando su vida en los desiertos y en el océano Atlántico, como fue recibido en España, y que piensa del fenómeno de la inmigración africana.

Francesc: ¿Por qué te fuiste del Mali?

Kassum: La inmigración es una cosa muy importante para nosotros. La hacemos por pobreza. Falta de posibilidades y falta de trabajo. Entonces emigramos para tener un futuro mejor. Por el trabajo que hacía en Mali cobraba muy poco, 15.000 francos cefa al mes que son 23 euros. Para mantener una familia de más de cuarenta personas no tenía futuro. He tenido la idea de emigrar mirando al futuro. Intentar la suerte con la ayuda de los españoles y la ayuda de Dios. Ahora me siento mejor que en el pasado.

F: ¿Cómo fue tu viaje? ¿Cómo pudiste llevarlo a cabo?

K: Primero como era taxista no tenía posibilidad económica de hacer el viaje. Hable con un señor para ayudarme a llegar a España. Pero como desde los ocho años tengo la poliomielitis, cruzar todo Marruecos y llegar al mar no era fácil. Entonces necesitaba coger el avión. Conseguir el visado de entrada que podía tardar tres meses. En tres meses este señor me iba a ayudar a llegar a España. Vendí todo lo que tenía, el terreno de 400 metros cuadrados, vendí la televisión, y todo lo que tenía. Al llegar aquí no me dejaron entrar. Me encarcelaron en la prisión del aeropuerto durante tres o cuatro días y me devolvieron al Mali. Entonces como no tenía nada en casa, no sabía como volver a intentarlo. Después de perder el billete, el dinero, de haberlo vendido todo, me quedaba en total 1.240 euros. Con este dinero cogí la vía terrestre. De Bamako hasta Argelia y de Marruecos a España. El viaje lo inicie el 16 de diciembre de 2002 y llegué a España el 11 de abril de 2003. Calcula tu mismo el tiempo que he pasado. No he pasado ningún día fácil durante esta travesía. He visto muchos muertos. El día que llegué a España, sobre diez dedos de mis pies, solo un dedo tenía uñas. Perdí todo en el camino. Éramos doscientos y pico de inmigrantes. He visto muchos muertos. La última tentativa que hicimos para llegar al mar tardó 28 noches caminando y hubo 11 muertos en el desierto desde el lugar de salida hasta el mar. En el momento que embarcamos éramos tres pateras. Una interceptada por la guardia marroquí, una se volcó, y la tercera tuvo suerte de llegar a España. La patera que se hundió llevaba 51 personas.

F: ¿Cómo mantuviste esa determinación?

K: He tenido el esfuerzo y el coraje porque la oportunidad que he tenido con la persona que me ayudaba a llegar a España a crédito no iba a repetirse. No iba a tener otra oportunidad. No se como iba a conseguir otra persona que me financiara para llegar aquí. Era una situación de llegar o morir.

F: ¿Cual fue el trato que recibiste al llegar?

K: Después del centro de internamiento de la isla de Fuerteventura tuve la suerte de liberarme en Barcelona. Llegué enfermo, no tenía dinero, no conocía a nadie, y no hablaba español. Finalmente vivía de la basura. Fui a las casernas (cuarteles) de San Andrés (*1), si la gente se acuerda, en el 2003 vivía ahí. Después la Generalitat y la Cruz Roja hablaron entre ellos para favorecernos, y entonces empezaron a atender a los enfermos. Fui uno de los primeros recogidos por la Cruz Roja. Entonces nos llevaron a un gran hotel de Badalona donde estuvimos seis meses para civilizarnos. Nos ayudaron a hablar y escribir español. Fui uno de los primeros atendidos por la Cruz Roja. La Cruz Roja me pasó a Caritas. Gracias a Caritas de ese año hasta hoy vivo en Guardiola de Font Rubí a nueve kilómetros de Vilafranca del Penedès.

Gracias a Dios, a la Generalitat, a la Cruz Roja, al Ayuntamiento de Vilafranca, y gracias a un amigo que se llama Eduard Fort que era conocido de la empresa en la que trabajo, conseguí los papeles. Era el momento en que el presidente Zapatero quería regularizar a la gente. En la empresa en la que ahora trabajo, gracias a la mediación de mi amigo Eduard, me hizo un contrato para conseguir la residencia. Fui paso a paso, mejorando día a día. El trato puede decirse que fue bueno. Es la suerte o la mala suerte que esperas. Empecé con mala suerte al llegar hasta aquí, con los problemas que he tenido, pero mirando los muertos he tenido suerte.

F: ¿Encontraste lo que buscabas?

K: Al llegar aquí no tenía contacto con la gente porque no conocía a nadie. Veía toda la gente a su aire. La gente no se habla lo que me extrañaba mucho. A cada persona su problema a cada persona su cosa. Me sentía muy solitario. Esto me ha molestado antes de conocer a la gente.

Estoy muy feliz por muchos motivos. Económicamente mi familia no tenía posibilidad alguna. Aún no tenemos pero estamos mejor. En el tema de salud desde los ocho años tengo la poliomielitis. Gracias a Dios en España me operaron y me pusieron una prótesis. No tengo casi dolor, voy menos cojo que antes. Entonces esto es algo muy importante.

F: ¿Qué percepción crees que tienen los españoles de los inmigrantes africanos?

K: Sabes la gente no son iguales. En todos sitios hay buena y mala gente. No puedo hablar mal de los españoles porque conseguí más buena gente que mala. Yo cada día me pueden llamar tres amigos catalanes para venir a buscarme a mi casa, para pasear con ellos, pasar noches con ellos, fin de semanas con ellos. Me acompañaron parejas, amigos y amigas en mis viajes al Mali. Es porque me quieren. No puedo hablar mal de los españoles. Me siento como en casa. No he conseguido nada de malo.

Las personas que están en contra de la inmigración tienen que entender. Dejar a su mujer, dejar a sus hijos, dejar a sus padres, emigrar. Cada persona quiere vivir con su familia. Si ves a una persona dejando su familia, venir aquí, trabajar, aguantar el frío, la nostalgia. Lo que digo a los inmigrantes es que se comporten bien. Estamos aquí para trabajar y ganarnos la vida. No tenemos que perjudicar a los que nos aceptan. No se si me explico. Los españoles que nos reciben entienden que es por pobreza por lo que venimos. Nosotros tenemos que entender que tenemos que comportarnos.

F: De forma rutinaria vemos como cientos de inmigrantes africanos intentan cruzar las fronteras europeas, muchos mueren en el intento. ¿Qué piensas de esto? ¿Qué solución ves?

K: La palabra no es una cosa fácil. Si dejan la familia para arriesgar su vida es porque no funciona nada en su país de origen. Saben los inmigrantes que las cosas aquí tampoco van muy bien. A cada persona su idea. Personalmente de verdad arriesgue mi vida. Y no daré coraje a ningún inmigrante a que arriesgue su vida como a mí me ha pasado. Tampoco van las cosas como piensan. Pero a cada persona su suerte.

La causa real de arriesgar sus vidas son cosas de la política, de los jefes de estado y los gobernadores. Que miren por los jóvenes, que creen puestos de trabajo, para que se reduzca la emigración.

Sin Europa no podemos hacer muchas cosas. Los jefes de estado africanos piden ayuda. Esta inmigración no les gusta a los jefes de estado europeos. Tienen que hablar entre ellos. Juntos deben de encontrar la manera para que los chicos no emigren. Preparar las cosas para que los chicos se queden en casa. Necesitan ayuda.

F: ¿Qué es lo que no funciona en Mali y qué se tendría que cambiar? ¿En qué forma podría ayudar nuestro país?

K: Para cambiar el Mali tenemos que trabajar. Crear trabajo y ayudar a los jóvenes. Nos falta material y nos falta trabajo. Los que mandan tienen que ser gente correcta. Que no sean corruptos. Que tengan la idea de encontrar un futuro para los jóvenes.

La guerra fue una mala cosa. Malí era uno de los países de mayor convivencia. Hay cosas en Malí que no se vivían en otros países. Pero estos dos últimos años por el problema de la guerra fueron mal las cosas. Yo personalmente quiero que se busque una solución para finalizar esta guerra. Hemos visto en los países vecinos donde ha habido guerras. La guerra no trae nada bueno solo cosas malas. Con la pobreza que tenemos, la miseria que tenemos, si tenemos que sumar la guerra, es muy malo.

F: ¿Crees que Europa y Estados Unidos por nuestra historia compartida tienen una responsabilidad tanto material como moral sobre el continente africano?

La ayuda de los occidentales creo que es importante. De verdad son trabajadores. Tenemos que aprender de lo que hacen ellos. Sobre todo luchar contra la corrupción. La pobreza africana, la causa de ella, el 30% es la corrupción. Mirar a los occidentales la manera en que trabajan. Muchas cosas aquí están vigiladas. Pero en nuestros países de origen si los que vigilan son los corruptos no se puede hacer nada.

Los responsables son los jefes de estados africanos. Pero no lo queremos ver. Por ejemplo trabajar aquí, construir, hacer carreteras. Esto se puede hacer con los impuestos. En África los impuestos se pierden. Entonces hay que mirar lo que se hace aquí. Los occidentales tienen que hacer algo. Y seguro que están haciendo algo. Es una ayuda para nosotros.

F: Un último mensaje para los lectores.

K: Muchísimas gracias a ti. Estoy contento con la entrevista. Lo que pido es que toda la gente que me lea que me perdonen porque puede ser que diga cosas que no gusten a algunas personas. Pero a cada persona su idea. He hablado de mi idea. No es obligatorio que sea la idea de otra persona. Entonces es una cosa personal, una idea personal. Pedir perdón por la gente que se sienta con una idea contraria a la mía.

F: Muchas gracias por la entrevistra Kassum. Tu testimonio y lo que piensas sobre algunas cuestiones que tienen que ver con el fenómeno de la inmigración merecen ser escuchados.

Anotación

1. En su momento realice una seríe de artículos y reportajes sobre esta realidad social que nos habla Kassum sobre los cuarteles del barrio de San Andrés, pueden leerle en esta agrupación: Asalto a los cuarteles, un reportaje en imágenes y en palabras

Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 1 Noviembre 2014.

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