Hoy martes, día 3 de mayo, hace ochenta y cinco años que tuvo lugar en Barcelona aquella mini guerra civil -dentro de la guerra civil- conocida como els fets de maig. Efectivamente, a primera hora de la tarde del día 3 de mayo de 1937, el comisario de orden público de la Generalitat, el estalinista y violento Eusebi Rodríguez Salas, “el Manco”, dio la orden a la policía de ocupar el local de la Telefónica que se encontraba bajo el control de la CNT, en plena plaza de Catalunya. La razón oficial era “dar posesión de su cargo al delegado nombrado para el gobierno” y frente a esta pretensión se inició un tiroteo de tal manera que la policía solo ocupó la planta baja del edificio. Cuando la noticia circuló rápidamente per toda la ciudad se formaron las primeras barricadas alrededor de las Ramblas y empezaron los enfrentamientos armados. Los militantes de la CNT, de la FAI, y el POUM, sin que nadie diese la orden, salieron a la calle con el objetivo de responder a la provocación y defender la revolución.
Se venia de unos meses cargados de tensiones entre aquellas fuerzas políticas que querían defender la revolución que se había iniciado al estallar la guerra, como los anarcosindicalistas o los militantes del POUM, y aquellas que consideraban que se había hacer marcha atrás y retornar a la “legalidad republicana”, como los estalinistas del PSUC y Esquerra Republicana. El hecho fue que pronto Barcelona -como también en otras ciudades de Cataluña- se cubrió de barricadas, iniciándose un combate que duró cuatro días, y que provocó cerca de trescientos muertos.
A partir del día 7 de mayo volvió la calma y teóricamente no hubo vencedores ni vencidos. Pero enseguida se puso en evidencia que habría verdaderos perdedores. En primer lugar, el Partido Obrero de Unificación Marxista fue acusado por los estalinistas de provocar los hechos. “Treball”, el diario del PSUC, el día 13 de mayo publicaba una noticia recopilada de “Pravda” de Moscú y que titulaba “El POUM a las ordenes de los Estados Mayores italiano y alemán” y donde hablaba del POUM como de una “organización completamente incorporada a los agentes fascistas secretos, a la quinta columna”. Cuando dos días después se reunió el Consejo de Ministros, los dos ministros comunistas exigieron a Largo Caballero la disolución del POUM y como este se negó, provocaron una crisis de gobierno que culminó en la formación de un nuevo gobierno presidido por Juan Negrín. Fue el gobierno que llevo a cabo la represión contra el POUM, que, como es conocido, se concretó en la disolución del Partido, la detención de un Comité Ejecutivo, mientras Andreu Nin era detenido por la policía militar soviética -la NKVD- y asesinado. No fue el único asesinado que se cometió contra militantes del POUM. Hay que recordar también a Joan Hervàs, Jaume Trepat, José Meca, o el austriaco Kurt Landau, entre otros.
Aparte de las repercusiones contra el POUM, la CNT, que había jugado un papel de primer orden en el inicio de la guerra, perdió buena parte de su hegemonía, que fue contrastada por el papel cada vez más importante que estaban jugando los estalinistas. Mientras el gobierno de la Generalitat perdía progresivamente más su poder, hasta el punto de quedar completamente eliminado cuando el gobierno Negrín se instaló en Barcelona en el otoño de 1937.
La Fundación Andreu Nim ha querido recordar estos ochenta y cinco años de historia organizando todos los jueves del mes de mayo presentaciones de libros a la Biblioteca Gòtic-Andreu Nin, porque consideran que, como yo mismo he dicho tantas veces, conservar la memoria es una garantía de futuro, y sobre todo en un momento en que el estalinismo o, si queréis, el neo-estalinismo no ha terminado de desaparecer del todo.
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Pelai Pagès Blanch es profesor de Historia Contemporánea de la Universitat de Barcelona especializado en la Segunda República Española, la Guerra Civil, el Franquismo y la Transición.
El artículo fue publicado originariamente en catalán en el blog de Pelai Pagès y puede consultarse a través de este enlace. La publicación en este periódico cuenta con la autorización del autor.
Redacción. Memoria. El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 3 Mayo 2022.