
La revista El Temps ha recordado esta semana -que yo sepa no lo ha hecho nadie más- que se acaba de cumplir un centenario muy memorable. Y lo ha recordado publicando un artículo que Maria Pilar Molina Javierre había escrito para El temps d’Historia, el mes de diciembre de 2002 *. Era un texto que se centraba en el ejército del rey Alfonso XIII y ponía en evidencia -tratando la etapa que iba desde 1902, cuando Alfonso XIII inició su reinado, hasta la proclamación de la Dictadura de Primero de Rivera, y finalmente la instauración de la Segunda República- el papel que tuvo el ejército español durante las tres primeras décadas del siglo XX.
De hecho, se venía de otro desastre considerable: en el año 1898 España perdía lo que le quedaba del imperio colonial en la guerra que España se tuvo que enfrentar no sólo con los independentistas de Cuba y Filipinas, sino también, finalmente con los Estados Unidos de América. La contundente derrota del ejército español no sólo comportó la pérdida de las colonias, sino que inició una crisis política del Estado de la Restauración que se fue agravando cada vez más, hasta el punto de que volvió a provocar la participación del ejército en la vida política española. Así lo hizo, por ejemplo, el año 1905 cuando la revista Cut-cut! Publicó un chiste en el cual los militares eran satirizados, y que provocó una reacción airada de los militares de Barcelona, que asaltaron la revista, también el diario La Veu de Catalunya y durante varias horas actuaron impunemente por la ciudad.
El ejército volvió a intervenir en el año 1909 con motivo de la llamada Setmana Tràgica barcelonesa, cuando, justamente, a raíz de la progresiva intervención del ejército español en Marruecos -en la Conferencia de Algeciras de 1906 España compartía con Francia el Protectorado en Marruecos- se produjo una revuelta popular que se concreto en el asalto y quema de iglesias y conventos, culminando con una durísima represión y en el fusilamiento del pedagogo Francesc Ferrer i Guardia, fundador de la Escuela Moderna.
Precisamente, en el marco de esta nueva guerra, acabada de empezar, y después de la triple crisis militar, política y social de 1917, los meses de julio y agosto de 1921 el ejército español sufrió una de las derrotas más humillantes de la guerra: la derrota de Annual, en la que más de 8.000 soldados, comandados por el general Fernández Silvestre, murieron en una retirada frente a las tropas rifeñas de Abd-el-Krim. Una retirada echa sin orden y en la que los oficiales no cumplieron con su deber, dando lugar a una autentica carnicería.
Como escribe la historiadora Maria Pilar Molina en el artículo mencionado, “la reclamación de responsabilidades por la derrota originó la creación de una comisión que fue presidida por el general Juan Picasso, el que se encargó de la investigación. Esta elaboró un informe técnico-militar, el llamado expediente Picasso, que instó a que se procediera al juicio de 77 oficiales. Las implicaciones políticas afectaron no sólo al Gobierno sino también al rey. Las responsabilidades del desastre de Annual, a pesar de todo, no se aclararon nunca. En las filas del ejército se generaba un creciente malestar a raíz de las campañas populares contra la guerra y la aparición de posiciones que defendían el abandono definitivo de Marruecos, el último baluarte del colonialismo español”.
En fin, la simbiosis que se terminó produciendo entre el ejército y el monarca terminó llevando a la proclamación de la dictadura de Primero de Riviera el mes de septiembre de 1923.
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*Artículo citado L’exèrcit d’Alfons XIII de Maria Pilar Molina Javierre, rescatado recientemente y publicado originariamente en El Temps el 10 de diciembre de 2002.
Pelai Pagès Blanch es profesor de Historia Contemporánea de la Universitat de Barcelona especializado en la Segunda República Española, la Guerra Civil, el Franquismo y la Transición.
El artículo fue publicado originariamente en catalán en el blog de Pelai Pagès y puede consultarse a través de este enlace. La publicación en este periódico cuenta con la autorización del autor.
Redacción. Memoria. El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 12 Agosto 2021.