En los tiempos que corren es común estar informado de cómo el Covid-19 ha afectado económica, laboral y sanitariamente a nuestro país, pero nos hemos olvidado de un sector muy importante, la cultura. La ansiedad que nos genera la pandemia en ocasiones se ve disminuida por la música, el cine, la lectura, etc., aunque sea durante un rato, todo esto nos hace olvidarnos de los problemas actuales y disfrutar. Además, la cultura aporta un importante porcentaje para la economía, ya que, genera un 3,2% del PIB total, con unas 700.000 personas trabajadoras y un 3,6% del número de empresas en todo el país. Pero, a pesar de su gran variedad (cine, teatro, música, lectura etc.) el coronavirus ha afectado a todas sus ramas. Aunque al comienzo de la “nueva normalidad” se tenía una visión más optimista del porvenir de la cultura, los numerosos rebrotes y las limitaciones de aforo han sido determinantes para generar la crisis del sector.
Por una parte, la cancelación de las fiestas populares ha supuesto una gran pérdida monetaria y personal. Esto ha sido un gran golpe para el turismo y la hostelería, pues cancelar la Feria de Abril supuso una pérdida de 900 millones de euros, las Fallas de 700 millones de euros, y los Sanfermines de 550 millones de euros. Estos son solo tres de los múltiples festejos que han tenido que posponer hasta el próximo año, pero detrás de estas fiestas hay miles de trabajadores y ciudadanos desilusionados que sienten que su esfuerzo ha sido en vano. Asimismo, las bandas y las orquestas de música también han tenido que parar sus giras durante este verano, quedándose sin trabajo.
La música, principal acompañante en nuestro día a día también se ha quedado atrás. Se han tenido que cancelar conciertos de grupos y cantantes como IZAL, Amaral y Sons of Apollo. Y también famosos festivales como el Viña Rock, el Medusa o el Arenal Sound. Esto ha supuesto una pérdida de 764 millones de euros y ha hecho tambalearse a muchos trabajadores del sector, no solo a los cantantes, sino a todo tipo de técnicos, realizadores, productores etc. Pues el 95% de las salas de conciertos se han cerrado y las pocas que permanecen abiertas tienen un aforo muy limitado y es obligatorio que el público esté sentado. Pero, por otra parte, el confinamiento y el virus han tenido algo positivo, pues han sido inspiradores para muchos artistas que han sacado nuevos discos o canciones, y por consiguiente para los que lo han disfrutado pues la música ha sido su vía de escape.
De la misma manera, la gran variedad de museos de España, famosa por sus valiosas colecciones, ha visto disminuido un tercio sus visitas respecto al año anterior, teniendo en cuenta que aproximadamente el 50% de los visitantes eran turistas. Por ello, los museos se están intentando reinventar, por una parte, algunos están intentado “conectar más con lo local”, pues es su potencial visitante, como explica el director del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). Otros como el museo del Prado han intentado llegar a los más jóvenes internautas mediante la famosa aplicación “Tik Tok”, realizando videos sobre las obras que exponen o incluso vídeos explicativos. Cualquier idea es buena para atraer a más visitantes y sorprenderlos con las magníficas colecciones que poseen los museos españoles.
Por otra parte, la lectura aumentó durante el confinamiento, concretamente los españoles leían una hora más a la semana. Pero, al potenciar la digitalización, el libro físico ha disminuido sus ventas. Las bibliotecas a su vez también tuvieron que cerrar y ahora, aunque están abiertas tienen grandes limitaciones en su aforo, una persona por mesa. Aunque, el ebook es más cómodo para algunos, los más tradicionales siguen optando por la satisfacción de oler las páginas de un buen libro.
Con el cine ha ocurrido algo similar, pues durante las primeras semanas de “nueva normalidad” se difundió la campaña #yovoyalcine, para motivar a los espectadores a que volviesen a disfrutar con ilusión de la magia del cine. Comparando con las cifras de espectadores del 2019 este verano comenzó con un 90% menos que ha ido hasta la cifra actual, 60% menos que en septiembre de 2019. Pero, el miedo a la pandemia y la nueva situación fueron un inconveniente para algunos, saliendo favorecidas plataformas de streaming, cómo es el caso de Netflix, HBO y Amazon Prime entre otras que han aumentado su número de suscripciones, por lo que se han convertido en una de las industrias más beneficiadas. Cada vez se hace más difícil para la proyección de las salas de cine competir con la comodidad y seguridad que aportan estas plataformas. Y también con sus precios de suscripción que suelen ser poco elevados y ofrecen una gran variedad de contenidos.
Asimismo, las artes escénicas han tenido que detener muchas de sus obras, pues tenían un aforo muy restrictivo, que esta última semana ha aumentado hasta el 75%. Los míticos musicales de El Rey León y Anastasia han tenido que echar el cierre, el primero hasta marzo de 2021, y el segundo permanentemente. Esto ha supuesto un gran dolor tanto para los artistas como para el público que en muchas ocasiones viajaba hasta Madrid para disfrutar de estas espectaculares obras.
Estas pérdidas económicas, laborales y personales han dado vida al movimiento #alertaroja. Esta iniciativa ha sido impulsada por el Movimiento de Unificación Sectorial de la Industria del Espectáculo y los Eventos y cuenta con más de 3.500 profesionales y de 800 empresas. Su objetivo es obtener medidas de rescate para la cultura que «garanticen la supervivencia del sector». El movimiento #alertaroja comenzó oficialmente el 17 de septiembre cuando se convocaron concentraciones en 28 ciudades españolas. Esta iniciativa, ha recibido una gran viralización por redes sociales, donde famosos cantantes como Leiva, Lola Índigo, Enrique Bunbury y Rayden entre otros, han mostrado su apoyo al movimiento, bajo el lema #CulturaSegura.
El Estado puede rescatar a la cultura, pero también cada uno de nosotros, leyendo un buen libro, yendo al cine a disfrutar de un estreno o escuchando a nuestro cantante favorito en directo. Así pues, como bien dice André Malraux, “La cultura es la suma de todas las formas de arte, de amor y de pensamiento, que, en el curso de siglos, han permitido al hombre ser menos esclavizado”.
Andrea Navarro Ballesteros. Castellón.
Colaboradora, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 2 Octubre 2020.