El coronavirus está siendo el gran acontecimiento de este año y posiblemente lo será del siguiente. Ha cambiado por completo las vidas de todos los ciudadanos sin excepción y poco a poco estos hemos aprendido a convivir con él. Aunque parecía un problema ajeno, la situación cambió en marzo cuando la OMS lo declaró pandemia y días más tarde muchos países impusieron el encierro obligatorio, entre ellos España. Tras casi tres meses confinados el Gobierno inició un plan de desescalada progresivo, para que los nos adaptásemos poco a poco a la nueva realidad. Este plan contó con tres fases para dar paso a la última y más esperada: “la nueva normalidad”. La mayoría de los ciudadanos cumplimos a rajatabla las medidas iniciales, pero conforme los días avanzaban y se superaban las fases los menos precavidos incumplieron las restricciones sanitarias y esto empeoró más aún con la reactivación del ocio nocturno.
Este se empezó a permitir en la fase 3 aunque con ciertas restricciones, como que las discotecas reducirían su aforo a un tercio y no podrían utilizar la pista de baile, sino que deberían poner mesas para reservados. Pero estas reglas duraron poco, pues los más fiesteros, sobre todo los jóvenes no respetaban la distancia de seguridad ni llevaban mascarilla en los clubes nocturnos. Los expertos explican que este comportamiento se debe a que los jóvenes tienen más relaciones sociales que las personas más adultas y no están tan dispuestos a disminuirlas ni a reducir su círculo. También cabe añadir que muchos de ellos son asintomáticos y ven el covid-19 como un problema externo, pues afecta más gravemente a las personas de avanzada edad. Pero, los adolescentes no son los únicos que han incumplido estas medidas, pues los dueños de las discotecas no han respetado lo acordado. Los propietarios y organizadores eran los encargados de verificar y controlar que el distanciamiento y las medidas de seguridad se cumpliesen, pero en cambio en muchos casos hacían la vista gorda para tener más clientela y por tanto, obtener más beneficios. Esto ha provocado que muchos de los focos de contagios se sitúen en las discotecas y bares y que la edad media de contagio disminuya de los 62 a los 37.
Concretamente según los datos del Ministerio de Sanidad del jueves 20 de agosto el ámbito en el que se ha recogido un mayor número de brotes y casos continúa siendo el social, representando el 31,6% de los brotes activos y el 38,7% de los casos. Entre ellos destacan los brotes vinculados a locales de ocio, con 58 brotes y alrededor de 2.700 casos, y aquellos relacionados con reuniones familiares y de amigos (229 brotes y alrededor de 1.600 casos). Para evitar que los contagios sigan aumentando, el Gobierno y las comunidades autónomas han tomado unánimemente 11 medidas preventivas, una de ellas implica el cierre del ocio nocturno y otra prohíbe fumar por la calle si no se respetan los dos metros de distancia.
Exceptuando pequeñas variaciones esta medida ha prohibido la apertura de las discotecas, ha reducido al 40% el aforo de los bares de copas y ha impuesto el cierre de todos los bares y terrazas a la 1.30 de la madrugada. Ante esta nueva regla Ramón Mas Espinalt, presidente de la Federación de Empresarios de Ocio Nocturno y Espectáculos ‘España de noche’ ha respondido en una entrevista en RTVE: «La propuesta de Sanidad es desproporcionada. Es una falta de respeto hacia el sector que no se nos haya comunicado nada (…) Se está criminalizando al ocio nocturno», explica Ramón. Prosigue exponiendo la gravedad del problema, ya que, el sector supone un 1,8 % del PIB y genera 200.000 puestos de trabajo, contando con más de 25.000 empresas. «No puedes cargarte un sector así sin plantearle un plan de rescate. Ahora los locales van a estar cerrados, pero tienen unos costes fijos. Debemos exigir que los ERTES sean para este sector con una exoneración total. Eso o que nos dejen despedir», añade el presidente de esta federación.
En Aragón, Cataluña y Murcia el cierre nocturno se impuso hace casi un mes y según los últimos datos de Sanidad la situación ha mejorado en comparación a las últimas dos semanas. Pues hace 14 días el número de nuevos infectados era de 6.724 en Aragón, 11.105 en Cataluña y 1.138 en Murcia y hace 7 días las cifras habían disminuido a 3.207, 5.199 y 564 respectivamente. Pero parece que estas medidas van a tener poco recorrido judicial en algunos lugares ya que un juez las ha anulado en la Comunidad de Madrid, alegando que «desde una Comunidad Autónoma no se pueden limitar derechos fundamentales con carácter general sin una previa declaración de la alarma». Así pues, además de la incertidumbre de si esta medida finalmente seguirá adelante y si tendrá efectos positivos, se teme por si el pasotismo y rebeldía de los jóvenes menos concienciados le siga llevando a organizar fiestas alternativas, es decir, los llamados “botellones”. Para evitarlo, el Ministro de Sanidad, Illa, ha recordado a los jóvenes que estas fiestas también están prohibidas, ya que, son otro foco de contagio y ha instado a las comunidades autónomas para que las sancione. Mientras que la Comunidad de Madrid ha aconsejado quedarse en casa en las zonas con más positivos y evitar las reuniones de más de 10 personas.
Andrea Navarro Ballesteros. Castellón.
Colaboradora, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 23 Agosto 2020.