Cien años sin Galdós – por Silvia Company de Castro

Galdós pintado a sus 51 años de edad por el pintor postimpresionista español Joaquín Sorolla.

El 4 de enero se cumplió el primer centenario del fallecimiento del escritor Benito Pérez Galdós (Las Palmas Gran Canaria, 1843- 1920, Madrid). Desde este artículo le rendimos un modesto homenaje.

Hacia el término realismo: contexto social y literario del siglo XIX

El movimiento realista nació en Francia alrededor del año 1820 y se extendió rápidamente por Europa. No obstante, tardó en llegar casi cuarenta años a España, haciéndolo además con unas características diferentes que no pueden ser comprendidas sin atender la situación que vivía el país en aquella época. Por lo tanto, la producción literaria realista española posee un sello único y no debe ser analizada bajo los parámetros realistas franceses.

Y es que el siglo XIX fue sin lugar a duda, un tiempo extremadamente arduo y convulso para lo que un día había sido el gran Imperio Español. Un siglo marcado principalmente por la inestabilidad sociopolítica y por la decadencia de aquel imperio tras la pérdida de sus últimas colonias (Tratado de París, 1899).

Así, tras la revolución del 68 surgió un nuevo movimiento intelectual con el que se trató de dar respuesta a la problemática sociopolítica que atravesaba España, ofreciendo una nueva visión más objetiva del mundo. 

Este marco contextual tan convulso, nos dejó, además, un país ideológicamente dividido. Esta división es fácilmente palpable en la producción literaria y artística de la época.  Las constantes luchas de poder entre políticos surgen con la misma fuerza que esta nueva visión objetiva de mirar el mundo. En cierto modo, tanto escritores como políticos perseguían un objetivo común en esta época: transformar la sociedad en la que vivían. Sin embargo, solo un colectivo logró alcanzar dicho propósito tras asentarse en el poder en 1868: los progresistas liberales burgueses. Y junto a ellos, se adhirieron un gran electo de escritores pertenecientes a esta generación (Galdós, Alarcón, Pereda, Pardo Bazán, entre otros). Los escritores del 68 tenían asimismo un propósito común: la búsqueda de valores nuevos y la crítica de esas ideologías que tan arraigadas estaban en la sociedad de su época. Para ello, contaban con sus novelas como mecanismo de difusión de esa nueva forma de contemplar el mundo. Es palpable, por lo tanto, que el realismo español no puede entenderse como una corriente uniforme, sino más bien como una constante búsqueda de nuevos valores que coincidió con la conciencia revolucionaria de los intelectuales del 68.

Asimismo, podemos afirmar que la revolución de 1868 gestó el clima adecuado para la aparición de una nueva producción literaria, en la que como veremos más adelante Benito será una figura clave:

La revolución de 1868, preparada con más poderosos elementos que todos los movimientos políticos anteriores, no sólo fue de más trascendencia por la radical transformación política que produjo, sino que llegó a todas las esferas de la vida social, penetró en los espíritus y planteó por vez primera en España todos los arduos problemas que la libertad de conciencia había ido suscitando en los pueblos libres y cultos de Europa». Por ello: «el glorioso renacimiento de la novela española data de fecha posterior a la revolución de 1868. (véase en Solos de Clarín, 1881).

Benito Pérez Galdós: breve perfil del autor 

El realismo Galdosiano tiene unas características muy particulares diferenciadoras del resto de la producción literaria de su tiempo. Y es que Benito fue el espectador más activo del acontecer histórico de la España del Sexenio Revolucionario (1868-1874) hasta el fallecimiento del autor (el 4 de enero de 1920).  Galdós no solo fue escritor, sino también crítico, político y periodista (participando en las sesiones parlamentarias de la Restauración y de la Monarquía de Alfonso XIII), intérprete, un gran observador del mundo que le rodeaba y quién sabe qué más. Todo este gran elenco de habilidades se respiraba entre las páginas de sus novelas. Sus tempranas inquietudes ideológicas lo llevaron a formar parte y convertirse en un miembro activo y de gran valor de las filas del Partido Liberal de Práxedes Mateo Sagasta, pasando más tarde, al republicanismo: la Conjunción Republicano-Socialista de los años 1910 que introdujo en el parlamento alfonsino una óptica diferente al dualismo liberal o conservador, así como tradicionalistas o nacionalistas y que, se había ido gestando desde el Sexenio Democrático en 1868.

 Además, es precisamente la capacidad de don Benito para observar la realidad y realizar profundos juicios sobre ella donde reside su carácter más revolucionario. En cierto modo, podemos afirmar que el gran mérito de Galdós está en hacer que el lector (sin importar de qué época) se interese por los problemas sociales e ideológicos que atravesaba España, llegando a ser concebido por aquel entonces como una especie de educador de conciencias.

Y es que, el discurso Galdosiano calaba. Es más, Benito era plenamente consciente de cuál era la función social que cumplía la novela entre su público y, por ello, se encargó de realizar un análisis minucioso de la realidad que le rodeaba (detallando tanto la vida privada como una realidad social y psicológica en la que los personajes aparecen condicionados a ella): 

Pero la clase media, la más olvidada por nuestros novelistas, es el gran modelo, la fuente inagotable. Ella es hoy la base del orden social: ella asume por su iniciativa y por su inteligencia la soberanía de las naciones, y en ella está el hombre del siglo XIX con sus virtudes y sus vicios (…) La novela moderna de costumbres ha de ser la expresión de cuanto bueno y malo existe en el fondo de esta clase, de la incesante agitación que la elabora, de ese empeño que manifiesta por encontrar ciertos ideales y resolver ciertos problemas que preocupan a todos, y conocer el origen y el remedio de ciertos males que turban las familias. (Ruiz Aguilera: 1870)

En otras palabras, como buen educador de conciencias, el autor canario hace un notable esfuerzo por convertirse en el modelo para una nueva España. De hecho, es evidente la evolución que Benito sufre junto a su producción literaria y que es así mismo, paralela a la evolución de la España del XIX. 

La sociedad española reflejada en las novelas de Galdós

Galdós es recordado por ser un gran retratista de su época; no solamente fue capaz de recrear la sociedad española con minuciosidad, adentrando al lector en su narrativa y haciéndole partícipe de todos los rincones del Madrid de aquel entonces, sino que además nos reveló con gran detallismo las costumbres, las preocupaciones y las inquietudes de sus ciudadanos. En cierta manera, su obra es un fiel testimonio que abarca un siglo y que relata con todo lujo de detalles la vida de los españoles en un periodo convulso y de cambio constante.

El escritor canario no tardó en darse cuenta de que estaba asistiendo a una crisis de valores en la sociedad, representada por la burguesía. En la sociedad galdosiana (aunque bien pudiera aplicarse a la actual) existen principalmente dos realidades: la primera que señala el mundo de las apariencias con la que los individuos se muestran al mundo y, la segunda, esa verdad oculta, a veces un tanto cuestionable que con tanto apuro los individuos se esmeran en ocultar. Precisamente, este será el eje sobre el que se asienten los temas de la obra galdosiana: la hipocresía de una sociedad que finge ser lo que no es para cumplir sus objetivos. 

Por lo tanto, podríamos afirmar que, a través de sus novelas, Galdós intentó denunciar la sociedad que le rodeaba y con la que no se sentía partícipe, imaginando los ideales de una sociedad nueva, más progresista. Los deseos del escritor de alcanzar esta reforma social quedaron patente a través de sus personajes y muy especialmente, a través de sus personajes femeninos.

Cinco reflexiones en las novelas de Galdós que prevalecen en la actualidad

Que Galdós es un autor que, pese al paso del tiempo, sigue estando de moda por sus profundas reflexiones y manera de mirar hacia el mundo es un hecho incuestionable. Y si no están muy convencidos de esto último, les invito a recorrer las siguientes reflexiones que dejó escritas en sus obras más célebres, animándolos con ellas a la lectura de sus novelas:

Doña Perfecta (1876)

“Los ciegos serían felices en este país, que para la lengua es paraíso y para los ojos infierno”

“La ciencia, tal y como la estudian y la propagan los modernos, es la muerte del sentimiento y de las ilusiones

Marianela (1878)

“(…) Estáis viendo delante de vosotros, al pie mismo de vuestras cómodas casas, a una multitud de seres abandonados, faltos de todo lo que es necesario a la niñez, desde los padres hasta los juguetes… les estáis viendo, sí… nunca se os ocurre infundirles un poco de dignidad haciéndoles saber que son seres humanos, dándoles las ideas de que carecen, no se os ocurren ennoblecerles, haciéndoles pasar del bestial trabajo mecánico al trabajo de la inteligencia; les veis viviendo en habitaciones inmundas, mal alimentados, perfeccionándose cada día en su salvaje rusticidad y no se os ocurre extender un poco hasta ellos las comodidades de que estáis rodeados… ¡Toda la energía la guardáis luego para declarar contra los homicidios, los robos y el suicidio sin reparar que sostenéis escuela permanente de estos tres crímenes!”

Miau (1888)

“La religión, entiendo yo, es el ropaje magnífico con que visten de la nada que no nos horrorice (…)”

Tristana (1892)

“Ea, no hay que acobardarse. Yo tengo confianza; tenla tú también. ¿Quieres más libros para distraerte? ¿Quieres dibujar? Pide por esa boca. ¿Tráigote comedias para que vayas estudiando tus papeles? (Tristana hacía signos negativos de cabeza.) Bueno, pues te traeré novelas bonitas o libros de Historia. Ya que has empezado a llenar tu cabeza de sabiduría, no te quedes a mitad. A mí me da el corazón que has de ser una mujer extraordinaria. ¡Y yo tan bruto, que no comprendí desde el principio tus grandes facultades! No me lo perdonaré nunca.

Bibliografía

  • Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Catálogo de obras de Benito Pérez Galdós.
  • Correa, Gustavo (1964) Pérez Galdós y su concepción del novelar. Thesaurus. Tomo XIX. Núm 1.
  • Peña, José Francisco (2020) Perfil político de Benito Pérez Galdós (1843-1920). Cuadernos Republicanos, nº103. Universidad Autónoma de Madrid.
  • Ruiz Aguilera, Ventura (1870) Proverbios ejemplares y Proverbios cómicos. Revista de España. Tomo XV, numero 57. Págs. 162-193. Madrid.
  • VV. AA. (2004) Historia de la Literatura Española, Vol. III. Everest. pág. 332-340. Madrid.

Silvia Company de Castro. Barcelona.
Colaboradora, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 12 Julio 2020.