La magia de París en la medianoche de Woody Allen – por Cynthia Gómez

Título original: Midnight in Paris
Nacionalidad: Estados Unidos
Año: 2011
Dirección: Woody Allen
Guión: Woody Allen
Interpretación: Owen Wilson, Marion Cotillard, Rachel McAdams, Corey Stoll, Kurt Fuller, Michael Sheen, Mimi Kennedy, Kathy Bates, Léa Seydoux, Alison Pill, Tom Hiddleston, Gad Elmaleh, Adrien Brody, Vincent Menjou Cortes, Carla Bruni, Olivier Rabourdin, Yves Heck, François Rostain, Adrien de Van, Marcial Di Fonzo Bo, Nina Arianda
Música: Stephane Wrembel

Presentada en el Festival de Cannes de 2011, “Midnight in Paris” (“Medianoche en París”) nos traslada al pasado más glamuroso de París, en un encuentro donde lo más conocidos artistas toman vida, en un recorrido cinematográfico nunca visto por la bella ciudad. Film fabuloso, con el más creativo Allen, y con un reparto variopinto, muy bien caracterizado para la ocasión. Comedia y romance están dispuestos a enamorarnos, a dejarnos arrastrar por la mágica melancolía de Gil Pender (Owen Wilson).

Viajamos al París de hoy, donde Gil Pender y su prometida Inez (Rachel McAdams) disfrutan de unos días de vacaciones con los padres de ella. En una cena, se encuentra Inez con un antiguo amigo, el “pedante” Paul Bates (Michael Sheen) y su esposa Carol (Nina Arianda), con los quienes empiezan a visitar la ciudad. No obstante, Gil Pender, un guionista de cine de Hollywood, quien desearía vivir “en una pequeña buhardilla en París con tragaluz”, y dedicarse a lo que más le gusta, escribir, decide ir solo a recorrer París por las noches.

Perdido, y sin saber volver a su hotel, se sienta en los peldaños de la Iglesia de Saint-Étienne du Mont, donde, a medianoche, hace su aparición un antiguo Peugeot, en el cual es animado a subirse. Como si de una máquina del tiempo se tratara, es transportado, sin saberlo, a las noches de París en los años veinte. Cuál es su asombro cuando se presentan ante él Scott Fitzgerald (Tom Hiddleston) y Zelda Fitzgerald (Alison Pill), en un local donde Cole Porter (Yves Heck), el pianista y compositor estadounidense, deleita a los invitados con su éxito “Let´s do it”.

“Le Polidor”, el conocido bar, ahora con más de cien años de antigüedad, es el lugar donde conoce a Ermest Hemingway (Corey Stoll), aunque también tendrá la ocasión de ver en persona a Man Ray (Tom Cordier), a Salvador Dalí (Adrian Brody), al torero sevillano Juan Belmonte (Daniel Lundh), a T.S. Eliot (David Lowe), a Luis Buñuel (Adrien de Van), a Picasso (Marcial Di Fonzo Bo) o a Gertrude Stein (Kathy Bates), la escritora americana, la cual llega a corregir el libro que Gil Pender está escribiendo, sobre una tienda de antigüedades o recuerdos, un tema que bien encaja en un Gil anclado en tiempos más pretéritos. La similitud física de todos ellos, así como la realista interpretación, nos hace creer que nos encontramos, efectivamente, en 1920. Gil se acaba enamorando de Adriana (Marion Cotillard), una joven que es retratada en la película como amante de Picasso, Modigliani, Braque y Hemingway.

Gil anhela épocas anteriores, en especial los años veinte, a los que viaja cada medianoche, impregnándonos de su envolvente ambiente. “El Complejo de la Edad de Oro”, lo denomina Paul, haciendo referencia a las personas que, como Gil, preferirían haber vivido en un era distinta. Adriana parece sufrir también esa añoranza por el pasado y, al contrario que Gil, cree que la Belle Époque es la auténtica Edad de Oro. Poco después de que Gil se le declare, un carruaje les lleva a 1890, a Maxim´s, en la nº3 de la rue Royale de París, lugar bien frecuentado en esos momentos, y al Moulin Rouge, en los que el charlestón de los 20 da paso a bailarinas con cancán. Toulouse Lautrec (Vincent Menjou Cortes), Paul Gaughin (Olivier Rabourdin) y Edgar Degas (François Rostain) conversan en una de las mesas, precisamente, sobre esa generación, señalando que “está vacía y que no tiene ninguna imaginación”. “Hubiera sido mejor vivir durante el Renacimiento”, añade Gaughin, bajo el asombro de Gil, que parece volver a la realidad, al darse cuenta de que ha de aceptar su presente, pues cualquier periodo anterior le parecerá siempre mejor.

“Midnight in Paris” nos acerca París del modo más romántico posible, y nos permite conocer otros sitios destacados, como son el Musée Rodin, que alberga “El pensador”, los jardines de Monet in Giverny, que le sirven de inspiración al artista impresionista para dar vida a “Los nenúfares”, o el Palacio de Versalles, un lujo manchado, en su momento, por la Revolución Francesa de 1789. En sus viajes de medianoche, Gil Pender también da un paseo con Adriana por Quai de la Tournelle, en la orilla sur del Sena. De hecho, ese deseo de Woody Allen de mostrar París queda confirmado desde el inicio de la cinta, pues varias escenas se alternan de la ciudad, mientras Sidney Bechet nos acompaña de fondo con su «Si tu vois ma mère». “París bajo la lluvia”, reitera Gil en varias ocasiones, creyendo que es cuando la ciudad está más bonita que nunca. No falta Carla Bruni, por cierto, haciendo de guía turística. Desde el futuro, parece que Gil moldea asimismo a los personajes con los que se encuentra. A Buñuel le hace una propuesta para una de sus películas, donde un grupo de gente “intenta salir del salón y no puede”, una clara alusión a “El ángel exterminador” (1962).

Es de destacar la actuación de Owen, pues viene a representar al típico Woody Allen visto en muchas de sus películas: un hombre inseguro, un poco tímido, algo despreciado e incomprendido por los que le rodean, sobre todo por Inez, con presencia de cierto tartamudeo en el habla. Una actuación que le conduciría a la nominación a Mejor Actor en los Globos de Oro de 2011. En cuanto a los Óscar, “Midnight in Paris” se llevaría la estatuilla al Mejor Guión, sin duda muy bien merecido, y optaría, aunque sin salir vencedora, a Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Dirección Artística. Fantástica fotografía, por cierto, de la mano de Darius Khondji, así como música al alegre estilo parisino de Stephane Wrembel. Una película magnífica, sin ninguna objeción. Para los amantes del arte y la literatura, una obra exquisita. “¿Cuál sería mi Edad de Oro?”, te acabarás preguntando.

Cynthia Gómez. Madrid.
Colaboradora, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 29 Septiembre 2015.