Internet y la implicación real en el mundo árabe del siglo XXI: el caso de Egipto – por Jordi Sánchez

Celebrations in Tahrir Square after Omar Soliman's statement that concerns Mubarak's resignation - Wikimedia Commons

Desde que en el año 2011 el mundo árabe, en términos generales, sorprendiera al mundo occidental por las revueltas que se iniciaron pidiendo democracia, se empezaron a producir toda una serie de investigaciones y discusiones sobre todas las variables que estaban dentro del proceso de la llamada Primavera Árabe, o Intifada.

Una de estas primeras variables que salió a escena, fue a cargo de los medios de comunicación convencionales. El periodismo empezó a destacar el uso de internet y las redes sociales para organizar las protestas, sobre todo, después de ver como en Egipto, el régimen de Hosni Mubarak realizase un apagón digital del 27 de enero al 1 de febrero del 2011, dejando sin acceso a internet al 93% de la población egipcia; teniendo a su vez, un impacto nefasto en la economía del país.

Los medios no dudaron en iniciar una campaña propagandística sobre lo importante que era internet para Egipto. Pero toda esa propaganda no estaba basada en datos reales ni estadísticas. Para los académicos que nos dedicamos a estudiar este fenómeno, nos resultó, al menos a mí, inquietante ver como internet podía albergar tanta fuerza. Este hecho me motivó a estudiar el tema de forma detenida, y poder analizar de una forma más fidedigna que implicación tenía y tiene internet para las protestas del 2011, que llegaron a derribar regímenes, supuestamente sólidos, como el de Ben Ali en Túnez, o el de Mubarak en Egipto, entro otros a citar. Personalmente estudie el caso egipcio, pero pienso que los datos son extrapolables en mayor menor medida; siempre vigilando y teniendo en cuenta, los contextos territoriales de cada país.

La masa social que mueve internet

Para evaluar el impacto de internet en la sociedad egipcia, y valorar, la supuesta vital importancia para la protesta, evalué lo primero de todos los agentes que hay detrás de internet, por tanto: los movimientos sociales.

Las primeras protestas que encontramos en Egipto a inicios del siglo XXI, están relacionadas con el conflicto de Palestina y la complicidad del régimen de Mubarak con el estado de Israel. A través de estos movimientos pro-palestinos se estructuraría el posterior movimiento ¡Kifaya! (Traducción: ¡Basta!). El Egipto de Mubarak se caracterizaba por ser un país corrupto, y fuertemente represor. Mubarak desde los años 90 inició unas políticas neoliberales que incrementaron de forma exponencial la pobreza en Egipto. A parte, los cuerpos de seguridad, practicaban abusos y torturas a la población con total impunidad.

De hecho, fue un abuso policial lo que propició la creación del movimiento ¡Kifaya!. En noviembre del 2004, el editor de la publicación Al-Arabi (de tipo nasserista) fue secuestrado, torturado y abandonado desnudo en una carretera del desierto de Suez. Días después de este incidente se creó el movimiento ¡Kifaya!.

Este fue el primer movimiento urbano de clara oposición al régimen de Mubarak, que marcará un punto de inflexión en las protestas futuras. En este movimiento figuran nasseristas, marxistas, islamistas, liberales, etc.

En el 2007, el movimiento era integrado por una minoría (manifestaciones en El Cairo con 300 participantes). Pero a partir del 2007, el movimiento fue creciendo cada vez más, las inclemencias económicas se iban agudizando, sobre todo, después de la crisis financiera global del 2008 y el movimiento obrero se fue organizado para lo que acabaría siendo las protestas de Tahrir en el 2011.

Hubo un factor clave y determinante para los movimientos de protesta, que propició y aceleró la adhesión de ciudadanos contrarios a Mubarak. El factor fue el brutal asesinato en Alejandría del joven Jaled Said el 6 de junio del 2010. El joven publicó en YouTube un vídeo en el que aparecían dos policías traficando con drogas. El joven fue arrestado en plena calle, para luego ser golpeado repetidas veces hasta ocasionarle la muerte. La cara desfigurada de Jaled Said circulo por todo Egipto despertando la indignación de la mayoría de los egipcios, debido a que no fue un crimen político; fue un crimen para legitimar la propia corrupción de los cuerpos de seguridad, y su impunidad para hacer y deshacer a su antojo.

Se iniciaron marchas silenciosas por todo Egipto, en la que participaban hombres, mujeres y niños, todos vestidos de negro para eludir la represión policial. Pero también hubo manifestaciones clásicas como la del 25 de junio del 2010 en Alejandría, donde se congregaron miles de manifestantes gritando “¡Todos somos Jaled Said!”; “¡Abajo el estado policial!” “¡Abajo Hosni Mubarak!”; ¡Abajo el régimen!

La rabia de los manifestantes solo tuvo que esperar apenas un año. Con el precedente de Túnez, el pueblo egipcio estaba preparado para salir a derribar el régimen de Mubarak, y así fue: el día 25 de enero, día nacional de la policía, la población de Egipto salió a tomar las calles y plazas con un objetivo: hacer caer a Hosni Mubarak.

Confluencia de internet y los movimientos sociales: la implicación real

Acabo de hacer un esbozo muy general de los agentes que mueven internet y las redes sociales. Pero el tema a debate es que implicación real ha tenido. ¿Cómo los movimientos sociales usan internet? Es innegable el uso de internet por parte de los movimientos sociales. Lo que ahora abordaremos es su verdadero protagonismo.

El movimiento obrero hizo uso de las redes sociales para de publicitar sus acciones, por tanto tenía un uso propagandístico. Tenemos el ejemplo de los trabajadores de Mahalla al-Kubra, que a través de la página de Facebook, el Movimiento de los Jóvenes del 6 de Abril (que disponían de 70.000 seguidores) convocaron una huelga general para el 6 de abril del 2008. Como dice el bloguero Hossam Hamalawy: «no utilizamos internet para organizarnos. Lo utilizamos para dar a conocer lo que estamos haciendo sobre el terreno».

El propio Jaled Said, usó internet para denunciar la corrupción de la policía egipcia, y eso le costó la vida. Su cara desfigurada se virilizó en las redes aumentando la indignación de la población egipcia. Pero cuando entramos a valorar los datos, nos llevamos una sorpresa sorprendente.

Los usuarios de internet en el año 2008 no ascendían a más del 17% de la población. El uso de ordenadores personales en el año 2008 no asciende a más del 3.9%. La red social más popular antes del 2011 era LinkdIn, una plataforma para encontrar trabajo, la principal necesidad de la población egipcia. Incluso el mito sobre el uso predomínate de internet en manos de los jóvenes, en Egipto es contrario: las edades comprendidas entre los 18-29 años, el uso es del 27%; en cambio, la franja de edad adulta de entre 30-49 años, el uso del 33% (ya de por sí, ambos porcentajes son muy bajos, para considerar internet, una herramienta protagonista).

Incluso antes del 2011 la página de Facebook de las Fuerzas Armadas de Egipto disponían de más seguidores (745.000 seguidores) que la página de “Todos somos Jaled Said” (más de 100.000 seguidores) u otras páginas de oposición al régimen de Mubarak (no superaban los 50.000 seguidores).

Si es cierto que partir del inicio de las protestas del 2011, las cuentas de Facebook se dispararon en Egipto, y se empezó a generalizar el uso de internet entre la población. Pero antes del 2011, con datos en la mano, la implicación de internet fue mucho menor a la que los medios de comunicación nos informaron inicialmente.

De hecho, autores como Yves Gonzalez-Quijano afirma que tuvo una importancia superior las retrasmisiones televisivas de Al-Jazeera que el propio internet. Ya que, prácticamente todo egipcio disponía de un televisor en casa, y no de un ordenador. Hay que valorar que durante la apagada digital del 2011 en Egipto, el satélite de al-Jazeera también dejó de funcionar.

Conclusiones

Después de valorar dos agentes protagonistas de las protestas egipcias del 2011 en Egipto, podemos empezar diciendo, que internet no supuso antes del 2011 un gran cambio como el planteado desde el mundo occidental. Los datos hablan por sí solos.

Pienso que dar un exceso de protagonismo a internet, por encima de unos movimientos sociales, que se estaban gestando desde el 2004, es una falta de respeto a todos los egipcios que día a día se jugaban la vida. Internet fue una herramienta que los movimientos sociales usaron para publicitarse, pero para nada fue para organizarse. La organización la gestaban personas en asambleas que integraban los movimientos como el citado ¡Kifaya!.

Internet aporta unas cualidades a la lucha obrera que no hay que obviar, estos son: inmediatez en la comunicación, más facilidad de escapar de los filtros represivos del gobierno, poder hacer legar tu mensaje a cualquier parte del mundo, etc. Elementos muy útiles para la lucha y la propaganda. Pero que en el Egipto de Mubarak, no fue tan relevante como nos han hecho creer. No creó, como se ha dicho, una transformación social. Internet puede llegar a generar una transformación social, pero como he dicho, fue a partir del 2011 cuando se empezó a usar de forma habitual las redes sociales como Facebook.

Por tanto, tienen que pasar unos años para poder valorar realmente que implicación tendrá después del 2011, pero aún es pronto para saberlo. Lo que si podemos afirmar, ya que lo acompañamos con datos reales, es que los movimientos sociales están por encima de la herramienta de internet, y que incluso tendríamos que valorar más, el impacto de Al-Jazeera que no el de internet.

Jordi Sánchez Callado. Barcelona.
Colaborador, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 26 Mayo 2015.