Syriza gana las elecciones griegas

El pueblo griego ha elegido el cambio. Los resultados de las elecciones al Parlamento (con el 90% del voto escrutado) otorgan 149 escaños (el 36,32% de los votos) a la formación política de izquierdas Syriza liderada por Alexis Tsipras. El partido saliente, el centro derecha Nueva Democracia de Andonis Samarás, ha obtenido 77 escaños (el 27,86% de los votos).

El fin de la política de austeridad, que ha llevado a los diferentes gobiernos a recortar brutalmente los servicios sociales, la restructuración de la deuda externa, y el alto índice de desempleo, que sumen a los griegos en una pobreza generalizada, son los principales retos de Syriza.

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En estas elecciones al Parlamento griego en tercera posición se sitúa el partido nacionalista de extrema derecha, Amanecer Dorado, con 17 escaños (el 6,31% de los votos). El partido de centroizquierda To Potami queda en cuarta posición también con 17 escaños (el 6,03% de los votos). El Partido Comunista de Grecia ha obtenido 15 escaños (el 5,47% de los votos). Finalmente los socialistas del PASOK solo han logrado 13 escaños (el 4,69% de los votos). Syriza se queda a dos escaños de la mayoría absoluta. Syriza como la fuerza más votada ha obtenido 50 escaños más automáticamente (una medida acordada por los hasta ahora dos grandes partidos para evitar la inestabilidad y el ascenso al poder de la izquierda).

Syriza se ha quedado a dos escaños de la mayoría y absoluta y ha decidido pactar con ANEL, un partido de centro derecha independiente y nacionalista que procede de los descontentos de Nueva Democracia, porque es la única formación que respalda todas las medidas en contra de la austeridad de la formación de Alexis Tsipras. El líder de esta formación, Panos Kamenos, ha sido nombrado ministro de Defensa.

Primeras medidas adoptadas

El ejecutivo de Alexis Tsipras en su primer día de mandato se ha propuesto restablecer de un lado el salario mínimo interprofesional previo al rescate, que pasará de los 586 euros a los 751 euros, y de otro la paga de Navidad a los pensionistas. La restauración del acceso universal a la sanidad, roto desde el inicio de las políticas de austeridad (tres millones de griegos han quedado fuera del sistema público de sanidad por ser desempleados), y la anulación del copago sanitario que obligaba a los griegos a pagar cinco euros por su atención hospitalaria y un euro por cada receta médica. La paralización inmediata de las grandes privatizaciones de las compañías eléctricas para impedir el corte de electricidad a tres millones de griegos, y del puerto del Pireo, uno de los mayores del Mediterráneo. La readmisión en su puesto de trabajo a los funcionarios despedidos ilegalmente por ir en contra de la constitución (las limpiadoras del Ministerio de Finanzas y los guardias escolares). Finalmente va a proceder a la nacionalización de los hijos de los inmigrantes nacidos en el país, y a restablecer la Radio Televisión Pública, cerrada por el anterior gobierno.

En cuanto a la política internacional el gobierno de Alexis Tsipras primero, ha roto el consenso en el seno de la Unión Europea para efectuar sanciones sobre la Rusia de Putin por su injerencia en el este de Ucrania y después, no ha reconocido como interlocutora a la Troika.

Las consecuencias de maltratar a un pueblo

Los diferentes gobiernos griegos en manos de la derecha de Nueva Democracia y los socialistas del PASOK no lo hicieron bien. Manipularon las grandes cifras económicas para poder entrar en la Unión Europea, no lucharon contra el fraude fiscal y la corrupción, y desde el exterior se les ha acusado de sobredimensionar la estructura del estado. Desde el inicio de la crisis económica global las cuentas empezaron a ir muy mal en este país y los anteriores gobiernos incapaces de pagar las nominas de los funcionarios y los intereses de la deuda externa pidieron un rescate (prestamos a interés) a la El Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea.

La mayoría de la deuda externa griega está en manos de la gran banca europea por lo que el rescate de la Unión Europea ha sido una forma de salvar a su propia banca. Si hasta aquí podemos ver que el rescate a Grecia poco tiene que ver con el rescate de sus ciudadanos el asunto se enturbia cuando la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional dictan la política económica del país. La Troika para mantener el rescate ha obligado a los diferentes gobiernos griegos a poner en practica un duro plan de austeridad lleno de recortes que ha empobrecido todavía más a los ciudadanos. Esta escandalosa injerencia -que en España llevó al PP y al PSOE a incluir el artículo 135 en la Constitución-, que ha llegado hasta el chantaje días antes de las elecciones (llegaron a condicionar el rescate al resultado electoral e incluso amenazaron a Grecia con sacarla del euro), no ha solucionado nada en este país y lo ha hipotecado de por vida.

Por todo esto los griegos han dado el poder a Syriza. Mientras los portavoces de los gobiernos europeos amenazan y temen al mismo tiempo (porque cuando alguien no paga una deuda importante el problema lo tiene el acreedor), y los grandes medios se preocupan de que no haya mujeres en el nuevo gobierno de Alexis Tsipras pero obvian todo lo demás, este último quiere una restructuración de la deuda, y marca distancias con el consenso neoliberal en la Unión Europea. Su visión no es antieuropea si no contraria a una Europa cada vez más alejada de sus ciudadanos. Nada garantiza que Alexis Tsipras pueda salirse con la suya pero probablemente para los griegos que las están pasando canutas no tenían elección: podían dar su apoyo a los partidos responsables de su situación económica que les han gestionado sus miserias, apoyar a los nazis de Amanecer Dorado, o apostar por un cambio desde la izquierda. Solo por apoyar esta última disyuntiva entre el fascismo y la democracia todos los europeos deberíamos estar contentos.

Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 26 / 31 Enero 2015.