Normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba – por Francesc Sánchez

Washington y la Habana, después de más de cincuenta años de ruptura, han anunciado la normalización de las relaciones diplomáticas. Las primeras decisiones políticas derivadas de este cambio de escenario por parte de la Casa Blanca van a ser la abertura de una embajada en la isla y la más que probable eliminación de Cuba de la lista de estados terroristas. Barack Obama va a relajar los limites comerciales y los viajes de los estadounidenses a la isla, pero lo más importante es que ha pedido al Congreso un debate sobre la suspensión del embargo económico sobre Cuba decretado por Washington en el año 1961.

Este acuerdo histórico se produce después de un intercambio de prisioneros: Cuba libera al subcontratista estadounidense Alan Gross (que permanecía encarcelado desde hacía cinco años acusado de importar a la isla tecnología prohibida y de tratar de establecer una red de Internet clandestina) y un agente de inteligencia del que se desconoce su identidad (encarcelado desde hacía veinte años por identificar a espías cubanos que operaban en territorio estadounidense), y Estados Unidos libera a los cubanos Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y Ramón Labañino (encarcelados desde 1998 por estar acusados de espiar instalaciones militares en Florida y a grupos de exiliados cubanos).

Medio siglo de hostigamiento

El 1 de enero de 1959 la revolución cubana del ejército guerrillero liderada por Fidel Castro hace caer la dictadura del general Fulgencio Batista (en el poder desde 1933) que había convertido la isla en una inmensa sala de juego y en un prostíbulo. En un primer momento, los barbudos que habían bajado de Sierra Maestra, son considerados por muchos norteamericanos como un movimiento romántico y nacionalista, pero la expropiación de las tierras a los grandes terratenientes y a las empresas estadounidenses, llevan a Washington a hostigar al nuevo régimen cubano. En la cercana Republica Dominicana, Fidel Castro ha dado su apoyo a los guerrilleros que quieren derribar la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, pero éstos fracasan, y el dictador ordena la primera invasión de Cuba a través de la Legión Anticomunista del Caribe, que también fracasa. Las palabras mayores empiezan en el mes de abril de 1961 con la invasión de Bahía Cochinos, cuando miles de exiliados cubanos, preparados y dirigidos por Washington en un plan ideado por el presidente Eisenhower y ejecutado durante el gobierno de Kennedy, desembarcan en Playa Girón, donde son acorralados por las fuerzas leales a la revolución. Kennedy, en el mes de febrero de 1962, firma un decreto de bloqueo económico y comercial sobre la isla, que, con modificaciones (Ley Torricelli de 1992 y Ley Helms-Burton de 1996), se mantiene hasta la actualidad.

El hostigamiento de los Estados Unidos hacía Cuba lleva a Fidel Castro ha instaurar oficialmente un régimen socialista y a aliarse con los soviéticos, aceptando, en el mes de octubre de 1962, la instalación en la isla de una serie de misiles de medio alcance, que la defendían de una eventual invasión norteamericana pero amenazaban también a los Estados Unidos. Kennedy ordena un bloqueo marítimo de Cuba y finalmente llega a un acuerdo, tanto con Krushev como con Fidel Castro, comprometiéndose a no invadir la isla. La que fue conocida como la Crisis de los Misiles fue uno de los momentos culminantes de la Guerra Fría entre las dos superpotencias en los que Washington y Moscú estuvieron más cerca de un enfrentamiento armado directo.

Penurias económicas y transformación

La caída en cadena controlada de los países socialistas en Europa en el año 1989 fue la antesala de una implosión más descontrolada de la Unión Soviética dos años después. El fin de la superpotencia soviética dejó a Cuba sin su principal benefactor y esto se tradujo en un mayor estrangulamiento de su economía ya importante desde el bloqueo económico norteamericano. La revolución cubana desde entonces ha logrado la universalización de la Educación y la Sanidad pero la cerrazón del régimen en libertades y derechos y las penurias económicas han hecho abandonar a miles de cubanos la isla. Los balseros durante las últimas décadas han intentado llegar a las costas de Florida, muchos de ellos muriendo ahogados en el mar, para integrarse en un exilio cubano en Miami siempre reaccionario a cualquier acercamiento de Washington con la Habana. En cualquier caso la política norteamericana hacía Cuba no ha conseguido ni derribar al régimen ni promover su democratización. Ha sido la propia transformación económica impulsada por el régimen, aceptando inversiones extranjeras (entre ellas las españolas), y promoviendo la iniciativa económica individual la que ha mejorado lentamente las expectativas de los cubanos. La aparición en Latinoamérica de gobiernos izquierdistas como el del desaparecido Hugo Chávez, que ha suministrado petróleo a la isla, ha dado también un respiro a la economía cubana.

Cambio de paradigma

El enfrentamiento entre Estados y Cuba es una rémora de la Guerra Fría, en un momento en que se proponían e impulsaban dos sistemas totales antagónicos, que tuvo en tensión a las dos grandes superpotencias, pero también sus estallidos violentos en terceros países: en Latinoamérica mientras en los setenta Cuba asesoraba a los gobiernos de izquierdas, los Estados Unidos articulaban golpes militares a través de sus servicios de inteligencia. Después de la caída de la Unión Soviética esta batalla con Cuba ha perdido gran parte de su sentido. Siguen existiendo enfrentamientos y operaciones encubiertas pero es más difícil justificarlas ante la opinión pública. El enemigo declarado del Imperio es ahora el islamismo radical. La normalización de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba se produce, en un momento en que Cuba, en lugar de exportar guerrilleros exporta médicos al continente africano, y ejerce de mediadora entre la guerrilla de las FARC y el gobierno colombiano, en un momento en que multitud de países latinoamericanos han elegido gobiernos de izquierda, algunos de ellos integrados en alianzas comerciales. La propia emergencia de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) constituye un contrapoder económico a la hegemonía norteamericana. Estados Unidos siempre ha intentado desestabilizar cualquier régimen en su beneficio, y ha usado la fuerza cuando lo considera necesario, pero desde que ascendió Barack Obama como presidente, ejerce también el poder blando, convirtiéndose la isla en una tierra de nuevas oportunidades. En cuanto a Cuba, la bajada de los precios de petróleo perjudica enormemente a Venezuela, y como estamos viendo estos días, también a Rusia. Por todo ello en palabras de Barack Obama, «Todos somos americanos», y en palabras de Raúl Castro, «Debemos aprender a convivir de forma civilizada con nuestras diferencias».

Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 17 Diciembre 2014.