Actualmente no paramos de encontrarnos en numerosos medios de comunicación las palabras kurdos y Kurdistán, entre otras. Un pueblo desconocido que, actualmente, está haciendo frente al EI (Estado Islámico), o también conocido como Daesh para numerosos analistas, para ciudadanos sirios, iraquís, kurdos, etc. Los ojos están puestos en la actual ciudad siria de Kobane (frontera con Turquía), en el Kurdistán de Siria. Allí es donde los kurdos luchan para defender esta ciudad que el Daesh trata de capturar e integrar a sus territorios, que van ya desde Iraq (Mosul) hasta Siria.
Los kurdos han pasado a ser protagonistas de las noticias del mundo actual más inmediato, como he dicho. En este artículo pretendo hacer un breve recorrido de la historia del Kurdistán iraquí en los últimos veinte años hasta la actualidad más inmediata, para así, vosotros los lectores, podáis entender que es ser kurdo, y que es ser kurdo en Iraq.
Empezando por el tema del Kurdistán, no podemos caer en el error de considerar el Kurdistán sirio e iraquí como entes iguales, como tampoco lo son el Kurdistán turco o el iraní. El pueblo kurdo es una de las etnias más grandes del mundo sin estado propio. Su territorio se encuentra dividido entre Turquía, Siria, Iraq e Irán (principalmente). Los kurdos tienen en común su cultura, pero, al residir en países distintos, su historia ha ido evolucionando en caminos diferentes, hasta el punto, por ejemplo, de encontrar diferencias en el propio alfabeto kurdo (los kurdos turcos han adoptado el alfabeto latino, los kurdos de Iraq tienen el alfabeto alifato, etc.).
Hay analistas que consideran que el Kurdistán muy difícilmente logre jamás transformarse en un país que englobe todas las regiones kurdas. Estas conclusiones, que yo mismo comparto, se argumentan por lo que he dicho antes: las diferencias entre los propios kurdos. De hecho, los kurdos de cada territorio reclaman su autodeterminación regional y no piden la creación de una organización supranacional. Algunos utopistas consideran que una confederación kurda sería la única forma de englobar todas las regiones kurdas, pero manteniendo siempre una independencia política entre ellas. Lo que quiero destacar y dejar claro es la diferencia entre los kurdos, que seamos conscientes que hay distinciones y que han vivido historias y procesos distintos, a pesar de tener en común la etnia, sobre todo en este caso a tratar, el iraquí, que es muy paradigmático y excepcional.
El pueblo kurdo iraquí ha sufrido una de las peores y más sanguinarias persecuciones. Como máximo exponente encontramos la famosa ciudad de Halabja. Contextualizando, Sadam Husein, dictador iraquí mundialmente conocido, inició, desde los años 70-80, una persecución sistemática contra todas las minorías de Iraq, entre ellos los kurdos, pero no los únicos. La Unión Patriótica del Kurdistán, la UPK, lo reflejaba de esta manera en un informe en el 1992: desaparición de 3.669 aldeas, ciudades, etc. (equivale a 21.000 hogares, 1.780 escuelas y 2.475 mezquitas). 25 ciudades desaparecen con más de 50.000 habitantes. El 75% de los kurdos iraquís eran refugiados. Como he dicho antes, el máximo exponente es la ciudad de Halabja, o conocida también como el “Guernica de los Kurdos”: el 19 de marzo de 1988, esta ciudad es bombardeada con gas mostaza, asesinando en tan solo un día a 5.000 personas.
Halabja es el mayor ejemplo del genocidio kurdo en Iraq, pero no el único, como es el caso de las políticas que se aplicaron en la ciudad de Kirkuk, entre otras ciudades (importante por sus recursos petrolíferos). Estas políticas iban encaminadas a cambiar la etnia kurda y substituirla en favor de la árabe y consistieron en: limitar el derecho de desplazamiento por el país, con el pretexto, según el gobierno de Bagdad, de regular el crecimiento demográfico en algunos núcleos urbanos. Se deportaron familias acusadas de estar vinculadas a saboteadores o bandas hostiles. Se llegó incluso a deportar familias por violar la limitación de desplazamiento citada antes. Se destruyeron casas a aquellos que realizaron delitos contra el estado. Se abandonaron los suministros (luz, agua, recogida de basuras,…) en ciudades.
Hubo una presión por parte de la administración para cambiar el origen étnico de las personas, en favor del árabe, para así conseguir mayores facilidades. Fomentaron el matrimonio mixto entre árabes y kurdos para también obtener así ayudas familiares, como facilidades para obtener vivienda. Se les prohibió poder adquirir nuevas viviendas, lo que obligaba a muchos jóvenes a abandonar la ciudad (incumpliendo las limitaciones de desplazamiento).
Como última política a destacar, encontramos la Campaña de los 10.000 dinars: tenía el objetivo de fomentar la inmigración de árabes iraquís a tierras kurdas, y la recompensa era la entrega de 10.000 dinars. Eran políticas destinadas a la arabización del territorio kurdo y de sus habitantes. Estas medidas fueron aplicadas también en otras ciudades kurdas, como he dicho antes, no solo en Kirkuk.
Ahora abordaré el tema de los faylís (etnia kurda) de Iraq, caso aún más desconocido en la historia del Kurdistán iraquí. Los faylís de Iraq residen en la provincia árabe del Wasit, en la frontera con Irán. Los faylís son originarios de Irán, pero viven en Iraq; a este conjunto poblacional se les niega la nacionalidad iraquí y, durante la guerra Iraq-Irán (1980-1988), fueron deportados y muchos encarcelados. Militantes comunistas de Iraq, que compartieron celda con ellos, afirman que los faylís fueron auténticas cobayas humanas para experimentos químicos.
Como último tema genocida a abordar, trataré las desapariciones en el Kurdistán iraquí. Se contabilizan, de manera aproximada, unas 18.000 personas que fueron detenidas y que jamás se supo nada más de ellas. Encontramos el caso de Kushtapa, conocida como la “Ciudad de la Viudas”, donde el ejército iraquí trasladó a todos los hombres a lugares desconocidos. Cito también el caso de Rawanduz, en la que se llevó a cabo una operación militar contra la guerrilla kurda, que acabó con la detención de todos los jóvenes de la localidad. Algunas familias supieron de ellos a través de cartas oficiales, en las que se informaba de su defunción, pero no todas fueron informadas, lo que supuso que muchos familiares se arruinaran sobornando a funcionarios para obtener un certificado de defunción de sus allegados.
Después de este brutal genocidio, el Kurdistán iraquí logró convertirse en una región autónoma dentro de Iraq (para entendernos, como un estado de Estados Unidos). Esta región se creó en el 1992, después de la Guerra del Golfo, y como castigo al régimen de Sadam. Las fuerzas aliadas forzaron la creación y protección de este estado inmerso dentro de Iraq. Este suceso consiguió salvar la situación de genocidio que se vivía en el Kurdistán iraquí, situación que cada vez parecía más irreversible. Recuerdo el dato anterior: el 75% de la población kurda eran refugiados o desplazados.
Desde el 1992, el Kurdistán iraquí disfruta de su Región Autónoma del Kurdistán (sin Mosul ni Kirkuk, por su importancia petrolífera) con capital en Erbil y disponen de un ejército autónomo, los llamados peshmergas (aquellos que se enfrentan a la muerte). Esta milicia armada legalizada es la que actualmente está combatiendo al Daesh en Kobane, una milicia integrada también por mujeres (tema a tener muy en cuenta, ya que los kurdos practican un islam distinto). Durante la época mencionada anteriormente, las milicias kurdas se enfrentaban en una guerra de guerrillas contra el régimen de Sadam y contra los miembros del partido Baath’s (partido de Sadam).
Con la creación de la Región Autónoma del Kurdistán en el 1992, los kurdos siempre han estado alerta de las políticas de Bagdad y, como es de suponer, nunca les han guardado una gran estima. De hecho, ya en el 1992, se prohibió la entrada de miembros del partido Baath’s a la Región Autónoma del Kurdistán.
Los kurdos iraquís han vivido relativamente al margen de Bagdad hasta ahora, con la toma de Mosul (segunda ciudad más importante de Iraq; la primera es Bagdad), donde los intereses kurdos se han visto amenazados por el avance del Daesh, que ha obligado a movilizar a los y las peshmergas para defender su territorio.
Actualmente, la Región Autónoma del Kurdistán está ayudando a los sirios kurdos con recursos militares, desde que Turquía ha permitido, esta semana pasada, el acceso por su frontera de peshmergas y armamento kurdo a la asediada ciudad siria de Kobane. Desde hace años, Turquía tiene un problema con el Kurdistán turco, y es uno de los motivos por los cuales está realizando una política de doble juego. De hecho, kurdos sirios denuncian que el Daesh se está abasteciendo gracias al gobierno turco, ya que las armas pasan por la frontera turca sin problema y los heridos del Daesh son ingresados en hospitales turcos.
A modo de resumen, el Kurdistán iraquí ha sufrido una de las persecuciones más graves de la historia kurda, pero aun así, han logrado convertir su territorio en la Región Autónoma del Kurdistán, viviendo en una pseudo-independencia de Bagdad. Si no hubiese habido una presión por parte de los aliados en la Guerra del Golfo, que forzaron a Sadam a ceder el territorio kurdo a los kurdos, muy probablemente hoy no hablaríamos del Kurdistán iraquí. Y este es el paradigma de su historia, que a pesar del genocidio, los kurdos iraquís son los únicos que disponen de un territorio reconocido oficialmente, aunque esté integrado dentro de Iraq. Además, actualmente, son de las principales fuerzas armadas que están combatiendo al Daesh sobre el terreno.
Jordi Sánchez Callado. Barcelona.
Colaborador, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 5 Noviembre 2014.
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