La enfermedad infecciosa del ébola sigue causando estragos en África Occidental. Las alarmantes consecuencias de la enfermedad mantienen en alerta a toda la región. Países como Mali, Guinea Bissau o Senegal que comparten frontera con Guinea Conakry o Liberia (donde se sigue luchando contra la propagación del ébola) están igualmente a merced de alarmismos y terremotos mediáticos que los señalan como países potencialmente peligrosos.
A finales de agosto apareció el primer y único caso de ébola dentro de las fronteras senegalesas. Este episodio termino en varias semanas con la recuperación del joven de Guinea Conakry. Aun así este caso reavivo la alerta que sobrevolaba el país, la frontera sudeste con Guinea Conakry esta cerrada pero esta medida parece insuficiente.
– Epidemia de ébola en África Occidental
– El virus del ébola – por Francisca Bernal
– El fenómeno ébola – por Adrià Castellón Allué
– Primer caso de contagio de ébola en España
Daniel Diattta, profesor en Oussuye comentaba «Aunque la frontera con Conakry esté cerrada es una zona boscosa difícil del controlar». El despliegue de medios informativos contra la propagación del virus llena la radio y la televisión, recordando las medidas higiénicas de control, como lavarse las manos o evitar el contacto con desconocidos. «Ahora cuando saludes a alguien es mejor no darle la mano si no lo conoces» sentenciaba Daniel en tono sarcástico.
Dos meses después del primer contagio las pocas formulas de prevención siguen funcionando y la población continua atenta a la información sobre el ébola pero sin alterar su día a día. Margaret, madre de familia de Faiouth comentaba «Nosotros nos limpiamos las manos cada día con jabón, pero no estamos espantados». Al igual que Pierre un joven serer que recordaba «En Senegal solo ha habido un caso, y se curó». La gente esta al día de las novedades de los países vecinos y la evolución de la enfermedad. Los noticiarios se encargan de ello, pero se vive de una forma sosegada, el tema no despierta largos debates ni calurosas conversaciones.
Desastre Turístico
La crisis sanitaria anunciada por la Organización Mundial de la Salud también ha creado un vacío en el sector turístico senegalés. Aproximadamente el 6% del PIB de Senegal proviene del turismo extranjero y en zonas como «la petit cote», Casamance o St. Louis representa todavía mas. La temporada turística se divide en dos, desde junio a septiembre monopolizado por los españoles y de enero a abril con mayor afluencia de franceses e italianos.
Desde la aparición del ébola en Liberia y Sierra Leona la mayoría de hoteles y campamentos han tenido problemas para llenar sus habitaciones. La mayoría no han superado el 30% de ocupación en los meses de verano. Gran parte de las reservas han sido canceladas a causa del pánico generado en Europa. Anet, la propietaria de un hotel en Dakar se quejaba que todos los españoles habían cancelado todas sus reservas desde la alerta en julio. Este no es un caso aislado y se repite a los largo de la costa senegalesa, centro del turismo del país. La cadena hotelera francesa Fram en Sally ha tenido únicamente el 14% de ocupación, al igual que el ostentoso Club Mediterrane en Cap Skirring que prevé menos de la mitad de turistas los meses de enero y febrero.
El sector turístico en Senegal esta vinculado a Europa. Con el comienzo de la crisis económica en los países occidentales la restauración senegalesa se ha resentido notablemente, y el ébola con todas sus consecuencias no ha hecho mas que agravar la situación, desplomando la demanda turística bajo mínimos.
La propagación de la enfermedad sigue en pie de guerra en Liberia y Guinea Conakry, y los recientes contagios en Estados Unidos o España apuntan que las medidas de seguridad se endurecerán en la región africana.
Adrià Castellón Allué. Dakar, Senegal.
Colaborador, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 20 Octubre 2014.