La Conferencia de Paz organizada por las Naciones Unidas entre en el régimen sirio y las fuerzas opositoras en la localidad suiza de Montreaux ha finalizado sin ningún avance significativo dejando las cosas prácticamente como estaban. El inmovilismo de las partes en sus posiciones no ha hecho prosperar las negociaciones.
Las fuerzas políticas opositoras pretendían sentar como punto de partida la renuncia al poder de Bashar Al Assad, acuerdo al que llegaron los grupos de oposición en la Conferencia de Ginebra I, algo que el régimen sirio ha rechazado. La Conferencia de Paz no ha logrado ni imponer un alto el fuego.
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Formalmente por primera vez se han sentado en la misma mesa la diplomacia siria encababezada por el ministro de Asuntos Exteriores Wallid al Muallem pero poco se ha conseguido. Un acuerdo entre las partes para que haya un alto el fuego en la ciudad de Homs para que se puedan evacuar las mujeres y los niños queda lejos en un alto el fuego general probablemente impracticable por la multitud de frentes y fuerzas enfrentadas.
En esta cumbre de Montreaux, que se preparó un día antes con la publicación de fotografías de personas torturadas presuntamente por el régimen, y meses atrás con el ultimátum del bloque occidental de atacar el país si no se deshacía de su armamento químico, no asistieron todos los grupos de la oposición (conformada en el exterior por fuerzas políticas sin poder real en Siria y en el interior por multitud de grupos que combaten al régimen desde el Ejército Libre de Siria, y los islamistas jabhat al-Nusra, Frente Islámico y Estado Islámico de Iraq y Sham) ni tampoco los diferentes actores regionales (EEUU vetó la asistencia de la República Islámica de Irán).
Mientras las fuerzas políticas opositoras exigen la renuncia de Bashar Al Assad, un proceso transitorio y elecciones libres (algo que en ocasiones el propio Bashar Al Assad ha propuesto si los grupos armados dejan de combatir), el régimen, mostrándose como un baluarte frente a la barbarie, denuncia a los grupos armados tachándoles de extranjeros y terroristas.
La guerra civil en Siria lleva más de dos años y medio. Han muerto 130.000 personas, ha producido más de 600.000 heridos, y ha desplazado a más de 9 millones de personas, más de 1,2 millones hacia fuera de sus fronteras.
Redacción. Internacional. El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 2 Febrero 2014.