Más de cien mil personas se están manifestando desde hace dos semanas en Kiev, la capital de Ucrania. Lo que empezó como una medida de presión hacía el presidente Víctor Yanukóvich para que firmase el acuerdo de asociación con la Unión Europea ha terminado en los dos últimos días en una revuelta que exige la dimisión del gobierno y el presidente.
La movilización del orden de entre 100.000 y 350.000 personas que empezó siendo pacifica ha terminado en una batalla campal con la policía en la que se han producido cientos de heridos. Yanukóvic al mismo tiempo que prometía que aceleraría su acercamiento a la Unión Europa podría declarar hoy mismo el estado de emergencia.
En la jornada de ayer se produjeron serios enfrentamientos frente a la Administración del presidente, cuando algunos manifestantes llegaron incluso a utilizar una escavadora contra la policía. Un grupo de personas ocuparon el Ayuntamiento y otro el edificio del Sindicato. Los líderes de la oposición, que han llamado a la revolución permanente y a la huelga general, se desvinculan de estos hechos atribuyéndolos a provocadores. Los manifestantes también exigen la liberación de la ex primera ministra Yulia Timoshenko, encarcelada por abuso de poder.
El presidente Víctor Yanukóvich para no aceptar el acuerdo de asociación y libre comercio con la Unión Europea ha argumentado que Ucrania tendría grandes adaptar su legislación y tendría grandes perdidas para adaptar su economía (requería más de 160.000 millones de dólares). El mercado que tiene Ucrania con Rusia también podría perderse. Moscú tiene interés en que Ucrania entré en la Unión Aduanera, un mercado para las repúblicas de la extinta URSS, en el que aparte de Rusia está Bielorrusia y Kazajistán, y en el que se incorporaran también Kirguistán, Tayikistán y Armenia.
De vital importancia también son los gasoductos que atraviesan el país (28.602 kilómetros de tuberías) para bombear el gas ruso que se dirige hacía el resto del continente europeo. Moscú en el mes de enero de 2006 cortó el suministro por las altas tasas que imponía Ucrania y argumentando que desviaba parte del gas para uso domestico. Frente a estas circunstancias se puso en marcha la construcción de un nuevo gasoducto que llevará el gas desde Rusia hacia Alemania a través del mar Báltico.
Desde la llamada ‘revolución naranja’ de 2004, cuando también cientos de miles de personas salieron a las calles para exigir nuevas elecciones (las ganó Víctor Yanukóvich con un supuesto fraude y en los nuevos comicios venció Víctor Yuschenko), no se producían en Ucrania momentos de tanta tensión.
Esta última semana las movilizaciones contra Víctor Yanukóvich se han vuelto violentas. Al lanzamiento de adoquines se suma el lanzamiento del coctel molotov. En los choques entre radicales y antidisturbios se han producido al menos dos muertes (Serguéi Nigoyán y Mijaíl Zhiznevski), trescientos heridos y decenas de detenidos.
Los líderes de la oposición (Vitali Klichkó de UDAR, Oleg Tiagnibok de la Batkivshchyna, y Arseni Yatseniuk del partido ultranacionalista Svoboda) se han reunido con el presidente y en principio habrían llegado a una tregua hasta la celebración la semana que viene de una sesión parlamentaria extraordinaria.
25 Enero
Los que combaten a la policía están organizados y no aceptan la tregua (entre ellos está el grupo de extrema derecha Sector Derecho). Se producen nuevos choques con los antidisturbios.
26 Enero
Víctor Yanukóvich ofrece a los lideres de la oposición ingresar en el gobierno pero éstos no lo aceptan.
En Kiev mientras los contrarios al gobierno acorralan a los antidisturbios son ocupados nuevos edificios públicos (el ministerio de Justicia y la Casa de Ucrania, sede de diversos organismos sociales).
27 Enero
Los que ocuparon el Ministerio de Justicia lo han abandonado. El gobierno y la oposición ha acordado la derogación de las leyes que limitaban las protestas del 16 de Enero.
28 Enero
El Parlamento de Ucrania, la Rada Suprema, ha abolido 9 de las 12 leyes aprobadas el 16 de Enero (361 diputados de 450). El primer ministro Mikola Azáravoz ha dimitido y con él todo el ejecutivo. Queda pendiente para mañana la votación sobre la ley de amnistía para los detenidos durante las protestas.
19 Febrero
Kiev en llamas
Francesc Sánchez
Esto va ser una crónica desde la distancia de como el día de ayer y la presente noche se ha cruzado finalmente una línea en Ucrania que si las fuerzas políticas ucranianas e internacionales no paran estos acontecimientos solo cabe pensar que todo ira hacia peor. En estos momentos la plaza de la Independencia, bautizada por la oposición como plaza de Europa, y los edificios adyacentes están ardiendo. Los activistas de la oposición (por no llamarles directamente paramilitares porque estos no son manifestantes al uso: solo hay que ver tanto sus palos y armaduras como su organización), están parapetados detrás de barricadas mientras se alternan los disparos ?desconozco de que tipo de proyectiles son ni quién los dispara? y una voz que sigue dando discursos por un megáfono.
Tras dos semanas de relativa calma tras la caída del gobierno en pleno, las conversaciones entre Víctor Yanukóvich y los miembros de la oposición, y el anuncio de liberación de todos los detenidos, todo se ha torcido cuando los manifestantes exigían recortar las competencias presidenciales al antes mencionado, y han vuelto a pasar a la acción llevando las protestas frente a la Rada Suprema (el Parlamento). Esta tarde un centenar de activistas empezaron a lanzar piedras y adoquines contra el Club de los Oficiales (en frente del Parlamento), quemaron la sede del Partido de las Regiones (el partido del gobierno) y la Sede de los Sindicatos. Frente a esto el gobierno decidió desalojar la plaza de la Independencia por la fuerza con los antidisturbios de la policía y miembros de la Berkut (tropas de intervención rápida) y los enfrentamientos en estos momentos se siguen reproduciendo. Han muerto más de veintiuna personas, entre ellas al menos siete policías, y han habido más de doscientos heridos, más de una cincuentena de policías por arma de fuego. En cuanto a Víctor Yanukóvich se ha reunido con carácter de urgencia con los tres líderes de la oposición y por lo que parece no han llegado a ningún acuerdo. El vicepresidente estadounidense ha telefoneado a Yanukóvich para expresarse su «preocupación», y momentos después la Casa Blanca emitía este comunicado: «El vicepresidente ha recalcado la urgencia de un diálogo inmediato con los líderes opositores para hacer frente a sus legítimas demandas y presentar propuestas serias de reforma política». La revuelta en Ucrania, efectivamente, se ha convertido en una revolución no democrática, porque tiene detrás a los tres principales partidos de la oposición que se enfrentan a un presidente elegido democráticamente, sangrienta porque así lo han querido, de derechas porque la vanguardia de este movimiento no esconde nada, y movida desde el exterior, porque occidente quiere anexarse este país a su mercado y su espacio de seguridad.
20 Febrero
Mientras en Kiev los graves enfrentamientos entre los miembros de la oposición y los antidisturbios dejan al menos 26 muertos el presidente Yanukóvich por un lado dice que quiere retomar las conversaciones con los lideres de la oposición y por otro cambia el jefe del Estado Mayor del Ejército.
21 Febrero
Silban las balas
Francesc Sánchez
La jornada de ayer fue la más sangrienta desde el inicio de las protestas hace ya tres meses. En un solo día habrían muerto 35 personas, 75 desde que la revuelta y su brutal represión dieron un giro marcadamente violento. Los heridos y detenidos se cuentan por centenares. Ya no solo se trata del choque entre unos radicales armados con palos y una policía que utiliza material antidisturbios, ahora han pasado a usar tanto unos como otros fusiles y pistolas. Han aparecido también los primeros francotiradores que desde las alturas de los edificios matan a activistas y policías. Entre 60 y 70 policías están retenidos por los radicales. Mientras el alcalde de Kiev, Vladímir Makeenko, ha dimitido se dice que han empezado las tensiones dentro del Partido de las Regiones. La violencia se ha extendido a otras localidades del oeste de Ucrania.
El presidente Víctor Yanukóvich se habría reunido con los líderes de la oposición pero no habrían llegado a ningún acuerdo más allá de una tregua que ya nadie respeta. Se ha dicho también que el presidente podría convocar elecciones anticipadas. Pero realmente se sabe bien poco de lo que está sucediendo en las altas esferas ucranianas. Mientras una comisión de ministros de Exteriores de la Unión Europea (Laurent Fabius de Francia, Radoslaw Sikorski, de Polonia, y Frank-Walter Steinmeyer de Alemania) se ha reunido con el presidente ucraniano sin que haya trascendido nada de este encuentro, el presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, amenazaba a Ucrania con sanciones económicas y hacía efectivo el embargo de armamento. Estados Unidos ha exigido a Víctor Yanukóvich que retire su policía de las calles y ha pedido que el ejército no intervenga. Al hilo de esto último el presidente destituyó al Jefe del Estado Mayor por haber declarado que nunca ordenaría la intervención del ejército. En cuanto a la Rusia de Vladimir Putin, mantiene su ayuda económica: ha comprado obligaciones ucranianas por valor de 3.000 millones.
Muchos en Europa han loado las virtudes de la lucha que mantiene la oposición contra Yanukóvich, viendo en el deseo de parte de los ucranianos de querer entrar en la Unión Europea, una causa noble y un nuevo sentido para una Unión Europea falta de ideales y criticada desde la izquierda por su política económica, yo sin más me pregunto que tipo de valores queremos tener en Europa cuando se presiona a un gobierno elegido democráticamente y se ensalza a los ucranianos a rebelarse para que luego como hemos visto se empiecen a matar por las calles de Kiev. Esta evolución del conflicto en el que parte de los activistas se han pasado a la lucha armada y que el gobierno encuadra en una lucha contra el terrorismo se aleja de la protesta ciudadana y se acerca hacia la confrontación civil. La Unión Europea si quiere seguir manteniendo el poco crédito que le queda en esta crisis debe de ejercer de mediadora entre los dos bandos al lado de Rusia y los Estados Unidos. No podemos permitir una nueva guerra en el continente europeo.
22 Febrero
El acuerdo
Francesc Sánchez
Se ha evitado lo peor, al menos por el momento. El presidente Víctor Yanukóvich y los líderes de la oposición de los partidos Patria, UDAR y Libertad han llegado a un acuerdo. Se reinstaura la Constitución de 2004 para quitarle atribuciones al presidente y otorgárselas al Parlamento, se establece la intención de crear un gobierno de unidad nacional en un periodo de diez días, se promete elecciones anticipadas antes de diciembre de 2014 en función de una nueva ley electoral, y se investigara los actos de violencia, renunciando a la violencia tanta la oposición como el gobierno, que renuncia a la instauración de un estado de excepción. Yulia Timoshenko podría ser liberada. Este plan fue apoyado en la Rada Suprema por 386 diputados (en la Cámara hay 450).
Los enviados de la Unión Europea parece que finalmente han cumplido su función ejerciendo de mediadores. En palabras del ministro de Exteriores de Polonia, Radoslav Sikorski, planteó a los lideres de la oposición el siguiente dilema: “Si no firman esto, tendrán un estado de excepción y el Ejército, y todos ustedes morirán”. Se desconoce el papel jugado por los Estados Unidos y Rusia.
Este acuerdo en teoría zanja el enfrentamiento entre el presidente Yanukóvich y los líderes de la oposición pero falta por saber si será aceptado por aquellos que se han opuesto en las calles al gobierno desde hace tres meses. Los grupos de extrema derecha, que han sido hasta ahora la vanguardia violenta de las protestas, exigen la dimisión de Víctor Yanukóvich, y sentencian que «no se irán de la plaza de la Independencia hasta que esto se cumpla». Cien muertos después los líderes de la oposición han conseguido lo que pretendían, los radicales han cumplido su función y ahora pueden ser molestos para todos.
23 Febrero
Lo insólito
Francesc Sánchez
Horas después del acuerdo entre el presidente Víctor Yanukóvich y los líderes de la oposición ha sucedido lo impensable. La policía se ha retirado tanto de las calles como de los edificios oficiales y los miembros de autodefensa de la oposición han ocupado tanto unas como otros. El presidente Yanukóvich ha abandonado Kiev hacia el este primero en dirección a Járkov y después hacia Donetsk donde habría intentado, sin conseguirlo, salir del país en avión en dirección hacia Rusia. Mientras eso sucedía la Rada Suprema se ha reunido, ha votado la destitución del presidente y acordado la celebración de elecciones para el mes de mayo. Durante el periplo de Yanukóvich este en una comparecencia por televisión ha asegurado «que no había dimitido y que había habido un golpe de estado».
Horas después Yulia Timoshenko ha sido liberada y se ha dirigido hacía Kiev, donde ha dado un mitin en la plaza de La Independencia afirmando que los que han cometido crímenes contra el pueblo «tienen que ser castigados» y anunciando que se presentara a las elecciones presidenciales. El presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, ha dado la bienvenida a Timoshenko. Horas después la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional han anunciado ayudas económicas a Ucrania. Alexándr Turchínov, mano derecha de Timioshenko, ha sido proclamado presidente temporalmente. En cuanto al sector derecho, los grupos de extrema derecha, mantienen sus intenciones de seguir en la plaza de La Independencia.
27 Febrero
El nuevo gobierno provisional de Ucrania fue aceptado por aclamación popular en el Maidán. Encabeza el ejecutivo el primer ministro Arseni Yatseniuk (del partido de Yulia Timoshenko) y aparece como secretario del Consejo de Seguridad Nacional el ‘comandante del Maidán’, Andrei Parubii (un neonazi). Este gobierno ha pedido un rescate al Fondo Monetario Internacional para evitar el colapso. Víctor Yanukóvich, el presidente depuesto, se ha dirigido hacia Rusia donde ha pedido asilo. Mientras esto sucede en la república autónoma de Crimea se han producido masivas concentraciones para protestar en contra del nuevo gobierno, un grupo armado ha tomado el Parlamento y ha izado la bandera rusa, y unidades del ejército ruso han hecho un amago de llegar a Simferópol. La Rada Suprema de Crimea ha votado por la celebración de un referéndum en 25 de Mayo sobre el futuro estatus de península en el que se quiere preguntar: «¿Está usted por la independencia estatal de la República Autónoma de Crimea en el conjunto de Ucrania sobre una base de tratados y acuerdos?». Vladimir Putin ha ordenado una serie de maniobras a los ejércitos de las regiones, occidental, centro y sur. Mientras la OTAN ha anunciado que apoyará al gobierno ucraniano Estados Unidos ha pedido «transparencia» por estos movimientos de tropas.
Nota: A partir de aquí las informaciones sobre Ucrania apareceran en el artículo La reacción de la otra Ucrania.
Redacción. Internacional. El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 2 Diciembre 2013 / 28 Febrero 2014.