Barak Obama está dispuesto a atacar militarmente en solitario a Siria. Estados Unidos acusa al régimen sirio de Bashar al-Assad de haber cruzado «la línea roja» tras haber cometido presuntamente una matanza entre la población con armas químicas el pasado 21 de agosto.
Mientras los inspectores de Naciones Unidas enviados a Siria el pasado 18 de agosto para investigar el uso de armas químicas abandonan abruptamente el país todo tipo de buques de guerra se dirigen al Mediterráneo oriental. La guerra civil en Siria se ha cobrado hasta la fecha al menos 100.000 muertes.
– Cronología de un ultimátum
– La revuelta árabe XI – por Francesc Sánchez
– Revuelta y guerra civil en Siria
– Revueltas en el Mundo Árabe
El ataque que presuntamente llevo a cabo el ejército sirio en la ciudad de Damasco el pasado 21 de agosto habría matado a 1.429 personas y herido a un número indeterminado. Washington acusa al régimen sirio de haber lanzado proyectiles cargados con gas sarín. El secretario de Estado, John Kerry, ha afirmado que «se encontró esta substancia tras analizar en laboratorio muestras de sangre y cabello a quienes acudieron a auxiliar a las victimas». La organización no gubernamental Médicos sin fronteras, que ha manifestado su protesta por «el uso de sus informaciones como material partidista», reportó 355 muertes de entre 3.600 casos de afectados por armamento químico. El secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-moon ha anticipado que los resultados de los análisis de los restos recogidos por los inspectores tardaran hasta dos semanas. El presidente ruso Vladimir Putin ha manifestado que Estados Unidos se anticipa porque «no se han aportado hasta el momento pruebas fehacientes» del uso de este tipo de armamento por parte del régimen sirio.
Bashar al-Assad niega el uso de armamento químico sobre la población. El régimen dice «estar preparado para cualquier contingencia». Irán apoya plenamente al régimen sirio. La milicia de Hezbolla está combatiendo en el país contra la multitud de grupos que se encuadran tanto en el Ejército Libre de Siria como en la milicia islamista Jabhat al-Nusra.
Barak Obama, habiendo anunciado sus intenciones de dar una respuesta militar al régimen sirio, alarga el proceso hasta que el próximo 9 de septiembre, momento en que se votara en el Congreso sobre esta cuestión. El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, alineado con Washington recibió un duro golpe en el Parlamento cuando este votó en contra de cualquier tipo de ataque hacia Siria. El presidente de Francia, François Hollande, posicionado también enérgicamente a favor de la intervención militar mantiene sus intenciones. Turquía también está dispuesta. Mientras Egipto no está a favor de la intervención Arabia Saudita llama «a atacar al régimen de Bashar al-Assad». Esta intervención militar por el momento quedaría al margen de la legalidad internacional al contar presumiblemente con el veto de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Es importante resaltar también que de llevarse a cabo esta acción militar por un lado presionaría al régimen sirio semanas antes de la conversaciones de paz en Ginebra, reunión que la oposición se niega a asistir, pero también podría extender el conflicto a otros países de la región.
Casi todos los países del mundo firmaron en 1993 la Convención sobre armas químicas, la vigencia de este tratado empezó el 29 de abril de 1997. La tenencia de este tipo de armas fue una de las razones que esgrimió la Administración Bush en 2003 para iniciar la guerra contra Iraq. El equipo de inspectores de Naciones Unidas que debía constatar la existencia o no de armas de destrucción masiva en este país ante la inminencia de la guerra terminó abruptamente sus investigaciones. Posteriormente, las armas nunca se encontraron.
En la cumbre del G-20 en San Petersburgo Barak Obama no ha encontrado el respaldo deseado, aún así ha logrado que once países (Francia, el Reino Unido, Italia, Turquía, Japón, Corea del Sur, Arabia Saudí y Australia) firmen un documento por el que respaldan políticamente a los Estados Unidos. De momento solo dos de ellos, Francia y Turquía, participarían de forma activa en la campaña militar al margen del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Los últimos movimientos en la crisis Siria vienen de la mano de una especie de ultimátum que ha dado John Kerry al régimen de Bachar al-Assad: el ataque puede evitarse si accede a deshacerse de su arsenal químico. La propuesta ha sido recogida al momento por Moscú para convencer al régimen sirio para que este deje bajo control internacional su arsenal químico, algo que ha aceptado Bachar al-Assad.
10 – 11 Septiembre
Barak Obama en una comparecencia en la Casa Blanca ha dejado estar de momento sus planes de atacar militarmente a Siria a cambio de un debate en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre una resolución que obligue al régimen sirio a entregar y desmantelar su arsenal químico.
11 – 14 Septiembre
Washington y Moscú han llegado a un acuerdo que paraliza de momento la intervención militar sobre Siria.
Estados Unidos y Rusia se han puesto de acuerdo para evaluar el tipo y la cantidad de armas químicas que tiene el régimen Sirio. Las dos potencias acuerdan la supervisión «inmediata» y «sin restricciones» de todos los lugares que albergan armas químicas. La eliminación debe hacerse “lo antes posible” y “de forma segura”. Siria tiene una semana para entregar una lista completa en la que se detalle su arsenal. Los inspectores internacionales deben estar en Siria como muy tarde en noviembre. La destrucción de todas las armas químicas debe haberse completado a mediados de 2014. La destrucción tendrá lugar fuera del territorio sirio «si es posible». El proceso se llevará a cabo con el apoyo logístico y administrativo de Naciones Unidas.
De no cumplirse los puntos del acuerdo, se activará el capítulo siete de la carta de Naciones Unidas que contempla el uso de la fuerza siempre y cuando lo apruebe el Consejo de Seguridad.
14 – 19 Septiembre
El régimen sirio en un primer momento aceptaba deshacerse de su armamento químico si Estados Unidos dejaba de entregar armas a los rebeldes, éstos querían que la comunidad internacional obligara al régimen deshacerse también de su armamento convencional. Finalmente Bachar al-Assad acepta el plan de la dos potencias afirmando que la destrucción de su armamento químico por cuenta propia durara un año y que necesitará mil millones de dólares para llevarlo a cabo. La intervesión armada contra el régimen sirio se ha candelado.
Las Naciones Unidas han anunciado que el 21 de agosto efectivamente se utilizaron armas químicas que afectaron a la población civil en los suburbios de Damasco. La organización internacional no atribuye la autoría a ningún bando. Por su parte Moscú asegura que tiene pruebas de que el ataque fue llevado a cabo por los rebeldes.
Redacción. Internacional. El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 2 / 19 Septiembre 2013.