El caso Farewell – por Francesc Sánchez

Titulo original: L’affaire Farewell
Nacionalidad: Francia
Año: 2009
Dirección: Christian Carion
Guión: Eric Raynaud
Interpretación: Emir Kusturica, Guillaume Canet, Ingeborga Dapkunaite, David Soul, Dina Korzun, Philippe Magnan, Niels Arestrup, Yevgeni Kharlanov, Christian Sandström.
Música: Clint Mansell

La película de Christian Carion nos cuenta como en plena guerra fría un funcionario ruso, el coronel del KGB Serguei Grigoriev, le pasa información clasificada al ingeniero francés Pierre Froment. La relación entre los dos hombres establecerá una colaboración regular y se convertirá en una amistad.

Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial ?o incluso momentos antes si interpretamos que Hiroshima y Nagasaki fueron una forma rápida de terminar la guerra y dejar fuera del Japón a la URSS? las dos superpotencias vencedoras entran en tensión e inician una Guerra Fría que durará más de cuarenta años, en la que el mundo se dividió en países ocupados por las dos superpotencias y sus respectivas esferas de influencia.

La Guerra Fría en muchas ocasiones tuvo momentos bien calientes en los países que las dos superpotencias querían influir, como lo fue la guerra de Corea (1950) y la guerra del Vietnam (1964-1975) pero también la rebelión en Hungría (1956) ?que fue alentada en parte por Radio Free Europe?, la invasión de Bahía Cochinos (1961) y la crisis de los misiles (1962), ambas en Cuba. Se vivía bajo el equilibrio armamentístico y el pánico a una guerra nuclear en donde no habrían vencedores.

La MAD (Destrucción Mutua Asegurada en sus siglas en inglés) decía precisamente esto mismo: hay una película de Stanley Kubrick, ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú en donde se muestra hasta donde se podría llegar una vez iniciado el mecanismo del terror, pero hay otra mejor de Sidney Lumet, Punto límite, donde se expresa mejor esta idea. Las dos superpotencias lejos de querer aceptar que la forma de ganar una guerra nuclear es no iniciarla llevaron a cabo durante toda la Guerra Fría una competición armamentística que se llevaba ingentes cantidades de capital y recursos de todo tipo. La carrera espacial formaba parte también de esta competición. Los Estados Unidos pudieron mantener el pulso pero la Unión Soviética terminó perdiéndolo afectando de forma considerable a su presupuesto general y reduciendo con ello la financiación de otros sectores vitales para el país. El órdago de la Iniciativa de Defensa Estratégica (DSI) , más conocida como Guerra de las Galaxias ?que más tarde se demostraría que era un bluff?, propuesta por Ronald Reagan en 1983 terminó por vencer en esta loca competición.

La película recupera todo este trabajo entre bastidores que hacían los espías y que en gran parte fue verdad. El ejemplo más gráfico de todo esto que estamos hablando fue el paso de agentes y científicos a través del muro de Berlín (levantado por los soviéticos en 1961) que partía en dos la antigua capital alemana. Cortina rasgada de Alfred Hitchcock nos muestra como uno de estos científicos quiere pasar a Occidente. Conforme van avanzando en el filme las complicaciones a ritmo de Queen y de Pink Floyd vemos como los servicios prestados por Farewell ya no son necesarios.

Mijhail Gorbachov con su plan de reformas con la Perestroika (un nuevo pensamiento para nuestro país y el mundo) y la glásnost (transparencia) fue incapaz de salvar a un país que estaba siendo machacado en la guerra de Afganistán (1978-1992), y que había sufrido una catástrofe en la central nuclear de Chernobil (1986). En 1989 caía el muro de Berlín y hacían lo propio todos los regímenes comunistas de la Europa del Este, dos años después la propia Unión Soviética desaparecería.

Anotaciones:

1. «La DSI era un proyecto defensivo ante un ataque con misiles a los Estados Unidos. Una compleja red de estaciones espaciales y satélites dotados con rayos láser, cañones de raíles electromagnéticos y cabezas buscadoras de energía cinética serían utilizados para destruir los misiles enemigos mientras se desplazasen por espacio exterior. El despliegue incluía propuestas tan futuristas como enormes objetos orbitales para reflejar los rayos láser y superar los ángulos muertos, o cazadores de satélites enemigos a 35.000 km de la Tierra. La DSI resultaba enormemente costosa y despertaba serias dudas en cuanto a su viabilidad entre la comunidad científica. Con el tiempo, una vez finalizada la Guerra Fría, se llegó a saber que el proyecto había sido un gran bluff, y que incluso se habían llegado a falsificar informes de experimentos destinados al Congreso norteamericano». Veiga, Francisco. Da Cal, Enrique U. Duarte, Ángel (2006) La paz simulada, una historia de la Guerra Fría. Alianza Editorial. Madrid.

Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 16 Junio 2013.