La Corea del Norte de Kim Jong-Un – por Laura Morillas

La Península de Corea, situada al este de la República Popular China, fue gobernada por el Imperio Coreano hasta su conquista por Japón después de la Guerra Ruso-Japonesa de 1905. La península fue entonces dividida en 1945 en dos zonas, la ocupada por los soviéticos y la ocupada por Estados Unidos, justo después de la Segunda Guerra Mundial.

Corea del Norte rechazó participar en las elecciones celebradas en 1948 bajo la mirada de las Naciones Unidas, donde finalmente se crearon dos gobiernos independientes en cada una de las zonas ocupadas. Ambos Estados reclamaban la península entera como territorio propio llevando a miles de soldados a la Guerra de Corea en 1950. La firma del armisticio en 1953 terminó con la lucha, aunque la realidad es que los dos países siguen en guerra y oficialmente todavía no se ha firmado un tratado de paz.

Corea del Norte se ha ido convirtiendo en uno de los países más aislados y herméticos del mundo. Aunque para hablar con propiedad, debemos de referirnos a ella como la República Popular Democrática de Corea (RPDC) con capital en Pionyang, si bien ésto es un título meramente escrito sobre papel y la democracia no es la práctica que dirige al país. Corea del Norte cuenta con severas restricciones en la entrada y/o salida de personas del país, la prensa está controlada por el Estado y las organizaciones de masas se rigen bajo los principios de la idea Juche, una interpretación coreana del socialismo, que según la frase atribuida al político Kim Il Sung “En pocas palabras, la idea Juche significa que los propietarios únicos de la revolución y la construcción posterior son las masas”.

La idea Juche es muy interesante, ya que supone una desviación del leninismo, del cual surge con el objetivo de adaptarse a la cultura coreana y las necesidades del propio gobierno. Entre sus principios vemos la defensa de la independencia económica y política respecto a países extranjeros; Songun: el aspecto militar es el más importante de la política, voluntarismo; Nacionalismo popular: exaltación de los símbolos nacionales junto a la defensa de la patria norcoreana ante la amenaza imperialista, y respeto además de defensa de la cultura tradicional coreana.

Así mismo, es curioso y da que pensar, que según el artículo 68 de la Constitución Socialista de la RPDC (1972), el ciudadano tiene el derecho y la libertad de practicar cualquier creencia religiosa eso sí, siempre y cuando no emplee la misma para introducir fuerzas extranjeras al país y perturbar el orden social. Ésto debe de ser algo bastante difícil de hacer, en mi opinión, me imagino a una Virgen católica escondida en un hueco bajo una tabla de madera del suelo de una casa de algún creyente, por miedo a que los vecinos se perturben.

Entre las violaciones de derechos humanos en Corea del Norte figuran el empleo de la tortura, la aplicación de la pena de muerte, la detención y el encarcelamiento arbitrarios, las condiciones de reclusión inhumanas y la supresión prácticamente total de las libertades fundamentales, incluidas las de expresión y circulación. Desertores norcoreanos han sido testigos de la existencia de campos de prisión y concentración, así como de la existencia de campos de experimentación humana y han informado de numerosos casos de tortura, inanición, violaciones, asesinatos, experimentos médicos, trabajo forzado y abortos forzados.

Kim II Sung fue el fundador del Estado norcoreano pero tras su muerte en 1994 se le nombró Presidente Eterno de la República. Su hijo, el líder supremo Kim Jong-II, falleció el 17 de diciembre de 2011. Entonces el hijo de éste, Kim Jong-un de 27 años (que había sido designado heredero del gobierno el 28 de septiembre de 2010), asumió las tareas de jefe del Estado.

Corea del Norte y Corea del Sur están divididas por el paralelo 38 y sesenta años de tensión. El 25 de junio de 1950, Pyongyang, capital de Corea del Norte, lanzó su primer ataque contra Corea del Sur. Y Estados Unidos, que ha acusado a Corea del Norte de promover el terrorismo y de reactivar su programa de armas nucleares, ha tenido un papel destacado en el conflicto, algo que ha complicado mucho la relación entre ambos. Es de suponer que Estados Unidos lleve algún tipo de interés en este asunto, ya que el altruismo no es algo que marque especialmente los asuntos políticos.

En octubre de 2006 Corea del Norte hizo explotar su primera bomba nuclear, a pesar de las notables amenazas que en ese sentido había recibido por parte de los Estados Unidos y otros países. En ese entonces se prepararon fuertes sanciones contra el país hasta que en 2007 Corea del Norte, Corea del Sur, Estados Unidos, Rusia, Japón y China firmaron un acuerdo en Pekín con los primeros pasos para la desnuclearización de Corea del Norte. A cambio, Corea del Norte recibiría ayuda energética equivalente a un millón de toneladas de petróleo y compensaciones económicas.

Sin embargo, el pasado 11 de febrero de 2013 en el noroeste del país, desafió la prohibición del Consejo de Seguridad de la ONU.

Mientras que el Gobierno norcoreano argumenta que el desarrollo de armamento nuclear tiene una finalidad disuasiva y de eventual defensa, los EEUU y la Unión Europea consideran ilegal la tenencia de material bélico atómico por parte de Corea del Norte.

Pero no nos llevemos a engaño, EEUU y la Unión Europea consideran ilegal algo que ellos mismos atesoran, en lo que confían y que no van a desechar; es correcto que ellos tengan armas nucleares (y otros muchos tipos de armas iguales o peores) pero si hablamos de que las pueda tener otro país, entonces hablamos de algo ilegal, amenazante y que es necesario neutralizar. Hipocresía nuclear justificativa, señores, claro que sí, que se lo expliquen al difunto Sadam Husein. Porque la política necesita a la hipocresía más que un coche la gasolina.

Corea del Norte es una amenaza para todo el sudeste asiático aliado de occidente, puestos a concretar. Y un detallito sin importancia es que todos los integrantes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que fueron los ganadores de la Segunda Guerra Mundial, disponen de la bomba atómica.

Últimamente Corea del Norte ha lanzado misiles de largo alcance para probarlos, misiles que serían relativamente posibles que pudieran llegar (dado su largo alcance) a ciertas bases americanas en algunas islas del Pacífico, de pretenderlo.

Bajo mi parecer, por supuesto es peligrosísimo que un país como Corea del Norte disponga de armas nucleares, supuestas armas nucleares apuntadas hacia lugares estratégicos además, pero no se puede, no se debería volver a caer en el pensamiento que llevó a la invasión y masacre de Iraq. EEUU no son los buenos de la película, los salvadores de la humanidad, ésto no es un meteorito (a lo película Armageddon) que necesita ser demolido a escasos kilómetros de la Tierra. No existen realmente países buenos o malos, existen países diferentes, algunos con prácticas que vulneran los derechos humanos contra las que hay que luchar mano a mano junto a las víctimas, pero que no justifican una invasión individual por parte de ningún país actuando a lo superhéroe. Porque luego además, casi todo es falso, dicho país usará esa invasión para beneficio personal bajo la ya mencionada hipocresía motora.

De hecho, es que todas las armas nucleares, químicas, biológicas, de destrucción masiva en todas sus variantes, son peligrosísimas, ya que independientemente de la posibilidad de ser lanzadas intencionadamente, existe un peligro muy real de accidentes, errores, etc.

A la luz de todos estos datos, ¿qué podemos esperar del tercer heredero de la dinastía comunista Norcoreana? Al principio se pensó que sería más moderado que sus predecesores tras haber estudiado en Occidente. Pero hemos visto como en poco más de un año de poder, ya ha amenazado a sus enemigos con un ataque nuclear.

Según la CNN, su padre dialogaba con sus enemigos como un ajedrecista y Kim Jong-Un lo ha hecho como un boxeador. De hecho, le ha dado prioridad, independiente de ser un país económicamente en la ruina, a entregar recursos para robustecer su poderío militar.

Kim Jong-Un se impuso a sus hermanos en la línea sucesoria después de que el primogénito, Kim Jong Nam fuera descartado tras ser descubierto al intentar entrar a Japón con un pasaporte falso para visitar el parque de atracciones de Disneylandia en Tokio. El segundo en la línea sucesoria, Kim Jong Chul fue considerado por su padre, según algunas versiones, demasiado afeminado para liderar el país.

Es de esperar que en principio, el mundo siga como hasta ahora al menos durante un tiempo largo. Eso no implica que haya que conformarse con lo negativo o lo injusto, me refiero a que no creo que ni Corea del Norte ni EEUU se ataquen mutuamente, desde luego no pronto, si bien es posible que se vayan preparando argumentos, hipocresías e historias varias para arar el terreno de posibles ataques, pruebas militares o como se quieran llamar. Corea del Norte va a plantar cara al resto del mundo para dejar bien claro que en su país mandan ellos, en este caso, Kim Jong-Un; el grado de testosterona con que lo haga supongo que dependerá en gran medida del grado al que se sientan provocados por EEUU y/u otro país que consideren una amenaza real. EEUU debería de haber aprendido la lección de Iraq, aunque no sé yo si realmente tienen muy clara cuál es ésa lección porque hasta cierto punto, a pesar de estar destapada gran parte de la mentira y truco que fue la llamada “guerra preventiva”, la jugada no les salió mal ni como marketing interno/externo, ni económicamente ni a nivel de consecuencias reales negativas a nivel de potencia mundial.

Es de esperar así mismo, que de momento nadie cometa ningún error y pulse equivocadamente un botón que nos haga explotar a media humanidad y convierta en zombies a la otra media, en plan película de ciencia-ficción. O al menos eso es lo que creo que pensamos la mayoría de la gente antes de irnos a dormir, porque francamente, si no lo creyéramos así, desde luego no dormiríamos.

Y mientras tanto, los norcoreanos viven sus vidas, algunos muy mal, otros con más suerte, bajo la sombra de cosas más grandes que ellos, bajo el peso de la historia pasada y la futura, bajo la mirada de otros países y el mando de un hombre de 27 años que tiene entre las manos más poder del que ninguno de ellos podrá tener jamás (a no ser que realmente se unieran entre sí, pero eso es otra historia), más cartas de las que conocemos, seguro, en esta partida política eterna que se desarrolla en nuestro mundo de hace siglos, y que sigue hacia delante.

Laura Morillas García. Valencia.
Redactora, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 17 Mayo 2013.