El circo ha llegado a la ciudad – por Robert García

Queda menos de una semana para las elecciones generales, y se ha vuelto a repetir la historia de siempre. Parece que el tiempo pasa, que los problemas cambian, que la situación a nivel internacional es diferente, pero acaba sucediendo lo mismo que en todas las campañas electorales.

Es curioso observar la prensa escrita y sintonizar algún canal a la hora de los informativos. Parece que han llegado las estrellas del rock, a enseñarnos su nuevo disco, esperado desde hace menos de cuatro años, y que sigue teniendo el mismo sonido que tenía hace treinta años.

Las elecciones se han convertido en la plataforma para que algunos personajes de dudosa integridad moral, llamados políticos, nos intenten convencer de que están ahí para y por nosotros, porque no llevan sin dormir ocho horas desde que se inventaron esta otra historia de la crisis. En esta ocasión, los dos componentes principales de la banda son Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy Brey, que según parece, han encontrado milagrosamente la receta para hacer de España una gran nación. Sería un argumento simple pensar que podrían haberlo dicho antes, pero sabemos que las estrellas del rock son demasiado hedonistas para compartir el éxito. Parece ser, a todo esto, que ellos no se han dado cuenta, que siguen on tour por la geografía española, animando al personal a que no voten al rival, y que a partir de ahí, Dios (la Unión Europea) dirá. Pero sus estrategias de marketing, sus campañas electorales, han sabido vender el producto. Las palabras Cambio Lucha Sumate Libertad Decisión, son parte de esa estrategia publicitaria que de manera panfletaria se filtra por nuestro cerebro. Pero se ha acabado el tiempo de quejarse de una ridícula clase política española, por que gane quién gane, La Unión Europea estará en la sombra, esperando al nuevo lacayo para entregarle las reglas del juego. Mientras, aquí, los políticos y sus campañas panfletarias todavía nos quieren hacer creer en la democracia, e intentando convencernos que nuestro voto es útil. Cabe mirar los acontecimientos en el contexto político europeo de la última semana. Europa, coloca dos antiguos guerrilleros de las finanzas en los gobiernos de Italia y Grecia, y lo que era en un principio una transición, parece cada vez más un gobierno impuesto. Esa es la democracia que defiende la Unión Europea. Días después, aparece Angela Merkel afirmando que “los socios europeos comparten un destino común”, para continuar haciendo una llamada a la unión política del continente.

Me parece esencial y necesario observar la campaña electoral como un entretenimiento para hacernos creer en su juego democrático, y dar un paso al frente para salirnos de su moral política, que nos hace repetirnos en nuestra cabeza esa frase de “el voto es nuestro derecho, logrado por los que hace un siglo lucharon ello” y nos coacciona a votar porque de ello depende su sueldo. La abstención no es el demonio, es una opción política, que reflexionada y argumentada, es tan válida, o más que votar al PP pensando que ellos mejorarán España, o al PSOE creyendo que si no le votas, gana el PP. La realidad política es así de triste. Pero no por ello debemos dejar que hagan y deshagan como quieran. Abstenerse no es dejar de lado la política, es volver a ser responsable de ella. La política no es sólo economía; es también educación, cultura, sanidad, y todo lo que atañe a una sociedad moderna, todo eso que su Democracia está destruyendo. Así, el show terminará en unos días, y todo lo dicho, volará con el viento de poniente.

Robert García Millán. Barcelona.
Colaborador, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 15 Noviembre 2011.