¿Alguien ignora las causas y las consecuencias de la actual crisis?
Tras la crisis existe una tramoya donde el saqueo ha sido el principal protagonista; es éste el que nos ha llevado a la actual situación. La ausencia de toda ética y el abandono de los principios sociales de la política han permitido que la especulación se haga con las riendas del poder. Ya sabemos que la falta de liquidez del sistema financiero español ha dado el fruto apetecido; éste ha sido reflotado con 30.000 millones de euros del dinero del contribuyente, ampliable a 50.000 si es necesario, y parece que aún no ha terminado. Dar liquidez a los bancos, era la consigna, para que a su vez pudieran dar créditos a las empresas con necesidades de financiación, algo que no se está haciendo con la fluidez necesaria. Otro instrumento crediticio es el Instituto Oficial de Crédito (ICO). Este organismo público ofrece créditos públicos a las corporaciones locales para disminuir la morosidad adquirida con los distribuidores de servicios; en el año 2010 fue de 23.000 millones de euros. Observamos que todo un dispositivo económico se puso en marcha para salvar el poder financiero.
Otros bancos han hecho su agosto comprando otros bancos que no pudieron salir de la encrucijada que ellos mismo habían creado. Pero lo que existe detrás de todo ello es un sistema depredador que deja a la política con sus vergüenzas al descubierto, además de mostrar al desnudo un sistema, en el que los poderes económicos campean a su antojo. Los poderes económicos especulativos desprecian cualquier norma que regule sus actuaciones; sólo se acuerdan del Estado para pedir más libertad para ellos, aunque el resto de los mortales se ahoguen en sus desdichas. Para la especulación financiera sólo cuenta las ganancias, y cuanto más rápida mejor. Para los consejeros, directivos y presidentes bancarios, no existe crisis. Cuando te enteras que el Banco Santander ha jubilado a su consejero delegado con 85’7 millones de euros y a su presidente con 24’6 millones, no es difícil deducir que el dinero es para unos pocos prohombres que hacen y deshacen a su antojo. Frente a esa casta de privilegiados, se encuentran aproximadamente 1.400.000 españoles están bajo un proceso de embargo de sus viviendas.
Saber que el 80% de las grandes empresas y bancos que cotizan en bolsa tienen filiares en paraísos fiscales, nos lleva a la conclusión de que los gobiernos no ejercen el papel regulador que les corresponde, que dejan a los poderes económicos fuera del control gubernamental. Esto sí que es alarmante, pero aquí no pasa nada. Las cajas de ahorros, después de haberse fusionado para lograr un mayor saneamiento pretenden privatizarse, sacando acciones a la bolsa; parece que ya hay más de un banco internacional que ha puesto el ojo en ellas.
Y hablando de alarmas. La situación de los controladores era sabida y consentida hace mucho tiempo, pero nadie quería hacer frente a dicha situación, ¿por qué? Existía necesidad de más controladores, pero ningún gobierno hizo nada para arreglar la situación; se contentaron con ofrecer horas extraordinarias y lo controladores aceptaron; existió complicidad de ambos interlocutores, pero sólo al gobierno le salió bien la jugada. Una jugada estratégica muy bien medida. El Estado de Alarma para parar los pies a los controladores aéreos terminó con la siguiente conclusión; privatización de parte de AENA.
La trama urdida me recuerda otro caso similar, aunque en esa ocasión fue en la Sanidad Pública. Los famosos anónimos que llegaron al Consejero madrileño, Manuel Lamela, sobre las sedaciones, fue un ataque directo a la Sanidad Pública. Desde aquel escándalo buscado, los hospitales privatizados crecieron como hongos en Madrid. ¿Casualidades, o situación creada con fines concretos?
La educación y la sanidad, pública, bajo el argumento de reducir el déficit, disminuye el presupuesto para lo público, pero realiza, a su vez, un trasvase hacía los centros concertados. La agenda de Sanidad del PP madrileño, anuncia recortes en las prestaciones sanitarias para el futuro. Y ya se prepara la privatización de la lotería. España se ha convertido en un mercado persa, donde la ganancia se concentra en muy pocos mercaderes.
Las administraciones públicas se van deshaciendo de los organismos que tienen que administrar. Entonces, ¿para que sirven ciertos gobiernos? Éstos se han convertido en meros apéndices de los poderes económicos. Aconsejados por el Banco Mundial, por el Fondo Monetario Internacional y por el Imperio Estadounidense, o en su virreinato alemán, inyectan dinero en las entidades bancarias, hacen cuantas reformas laborales les solicitan, rebajan los impuestos directos a los contribuyentes adinerados y suben los indirectos, sin tener en cuenta la deteriorada economía que pesa sobre millones de personas.
Un secreto bien guardado es la cantidad de millones de euros que inyectan, los diferentes gobiernos, en la partida donde se concretan los ingresos del fisco, lo que suponen no van a poder recaudar. Mientras esto sucede, el impuesto sobre patrimonio desapareció, por arte del birlibirloque, el impuesto de sociedades se desploma y la necesaria reforma fiscal, en formato de progresividad real, no entra en los planes del gobierno.
Las pensiones son objeto de deseo para los bancos y con esa premisa, se ha perpetrado un ataque deliberado en la reforma de las pensiones. Al igual que en otros países europeos, el gobierno español, con el beneplácito de UGT y CC.OO, ha aumentado la edad de jubilación hasta los 67 años, y el periodo de cotización mínimo pasa de 15 a 25 años; dicha reforma conlleva una bajada considerable de las futuras pensiones. Gran paradoja ésta, ya que la dificultad de encontrar empleo, tanto en jóvenes como en mayores de 55 años, hará casi imposible llegar a los años requeridos para una jubilación digna. Se argumenta que se hace por el bien de los futuros pensionistas, pero las verdaderas intenciones no son otras que los fondos de pensión; un bocado muy apetitoso para la banca. Apetitoso porque estos fondos representan el 27% del producto Interior Bruto Mundial, aunque no en todo el mundo puedan realizarse planes de pensiones. Y mientras pretenden echar sobre las espaldas de las clases populares todo el peso, en el banco Santander podrán prejubilarse los consejeros ejecutivos, con sólo dos exigencias: que hayan cumplido 55 años y llevan más de 10 años en el banco. Evidentemente, ellos demostraron su sabiduría en la gestión y podrán contar con los parabienes de la empresa. Por otro lado, cuanta generosidad existe con los ERE; las personas de las que prescinden las empresas van al paro hasta poder enlazar con la jubilación. Y todo ello a cargo del erario público ¿Están suficientemente vigilados los ERE? Bien sabemos que no.
Los gobiernos, como sumisos alumnos, hacen los deberes contra el pueblo. A lo más que podemos aspirar es que hagan algún moderado llamamiento de reflexión a los banqueros. Y la gran derecha se frota las manos y utiliza la crisis para pedir más moderación en los salarios y en los derechos sociales. ¿De qué crisis hablamos? “Poderoso caballero es don Dinero”, ya lo dijo Quevedo. Las eléctricas hacen su agosto, sobre todo en invierno, ya que a ese 10% del último aumento se le agrega el 18% de IVA en las facturas, ¿acaso la luz es un producto de lujo? A la desmesurada subida de este año, se suma el reciente aumento del IVA; impuesto indirecto que afecta desde la compra de un coche a la compra de una barra de pan o cualquier producto necesario para el consumo diario.
El déficit generado por la mala administración del Gobierno central, comunidades autónomas y ayuntamientos genera inquietud: Después de permitir a Cataluña emisión de deuda pública, el resto de comunidades querrán hacer lo mismo, sin tener en cuenta que todo irá sobre las espaldas de los contribuyentes. Todo un desbarajuste programado que pone de manifiesto el saqueo permanente de una España depauperada por la mala administración, las privatizaciones, la corrupción, la especulación de todo tipo y otros culebreos.
Teresa Galeote. Alcalá de Henares, Madrid.
Redactora, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 26 Febrero 2011.