El 14 de febrero Bahrein se unió a la ola de protestas que recorre todo el Magreb y Oriente Medio, en lo que ya algunos llaman la primavera árabe. Sus subditos exigen la salida de la dinastía suní, que lleva en el poder alrededor de 200 años y que actualmente está representada por el rey Hamad bin Isa Al Khalifa.
El 15 de febrero varias personas murieron y decenas resultaron heridas cuando un grupo de agentes reprimieron una concentración. Algunas fuentes afirman que el grupo de personas celebraba el funeral de un joven fallecido durante las primeras protestas.
El 17 de febrero, el ejército prohibió las protestas en la capital de Bahrein después de tomar el control de Manama. Algunos manifestantes fueron expulsados a la fuerza de una de las plazas del país, la plaza de la Perla, después de que hubieran instalado en ella un campamento declarado ilegal por las autoridades. En el asalto murieron, al menos, 4 personas y hubo alrededor de 230 heridos.
La mañana del 18 de febrero, Bahrein era un hervidero de personas que se despedían de los fallecidos el día anterior durante el asalto a la gran plaza de Manama. Las más de 4.000 personas que custodiaban los féretros pedían el cambio al grito de: «el pueblo quiere la caída del Régimen», «No hay diferencias entre suníes y chiíes. Todos somos hermanos».
Ante la situación, el Rey lanzó una oferta de diálogo a la que la oposición puso varias condiciones: la dimisión del Gobierno y la retirada del Ejército de la plaza de la Perla. Esta última fue aceptada por el Gobierno.
EEUU que mantiene su Quinta Flota de la Marina en el país porque Bahrein es un régimen aliado, ha transmitido su profunda preocupación por la violencia de las fuerzas de seguridad durante el desalojo de manifestantes de la Plaza. Por su parte, Clinton “ha pedido contención en el futuro”.
Redacción. Internacional. El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 25 Febrero 2011.