Frikileches 7 – por Pedro Prieto

La agencia EFE suelta un despacho, que es copiado por los medios, de los que cito uno:

«Un banquero suizo filtra a Assange datos de cuentas secretas

Se trata de dos discos compactos con información de 2.000 políticos, personalidades y famosos sospechosos de evasión fiscal».

PUBLICO.ES/EFE Londres 17/01/2011 14:18 Actualizado: 17/01/2011 15:36

Julian Assange, el fundador de la organización que ha revelado miles de documentos secretos de la diplomacia estadounidense, vuelve a la carga con nuevos datos proporcionados por un banquero suizo con remordimientos de conciencia.

En una rueda de prensa en Londres y delante de los periodistas asistentes, Rudolf Elmer, que será juzgado próximamente en Suiza por el robo de informaciones bancarias, entregó dos discos compactos con datos de las cuentas bancarias de 2.000 personalidades y famosos sospechosas de evasión fiscal. Los nombres de los titulares de las cuentas, según informó el propio Julian Assange, serán colgados en dos semanas en la página web de Wikileaks, una vez verificada toda la documentación. Se mostró partidario además de facilitar parte de los datos a la oficina contra el fraude en el Reino Unido.

Aunque no quiso dar nombres, Elmer afirmó que el material contiene información de unos cuarenta políticos y que los sospechosos de evasión proceden de «todas partes» del mundo.

«Estoy en contra del sistema. Sé como funciona el sistema y conozco el día a día del negocio. Desde ese punto de vista, quería hacer saber a la sociedad lo que yo sé», dijo el ex ejecutivo del Julios Baer Bank, uno de los principales bancos de Suiza, que fue despedido en 2002 después de trabajar ocho años como jefe de operaciones de la institución en las islas Caimán.

Este banquero altruista aseguró filtrar la información para educar a la sociedad. «Yo creo como banquero que tengo el derecho de plantarme si hay algo que está mal», resaltó.

Está claro que Elmer es un «denunciante de buena fe», por lo que «tengo el deber de apoyarle en esto», agregó Assange, actualmente en libertad condicional a raíz de su proceso de extradición a Suecia por los supuestos delitos de agresión sexual.

«Ha venido luchando en este caso durante cinco años para, de una forma u otra, llamar la atención sobre estos datos. «Tiene algo muy importante que decir sobre esto», afirmó el periodista, que dijo que su organización apenas ha divulgado un 2,3% de los 250.000 cables diplomáticos de EEUU, pero que trabaja para divulgar más material.

Y me digo: ¡Oh, que maravilla! Así como los pajaritos empiezan a cantar en primavera, a veces el advenimiento de las grandes crisis hacen cantar a algunos otros pajaritos también.

Empezando la noticia por el final, vamos viendo que apenas se ha “liberado” el 2% de los cables del Departamento de Estado norteamericano, en todo el tiempo que lleva el asunto Wikileaks. Parece que cuando algunos pajaritos empiezan a cantar y quieren salir de sus jaulas, hay siempre alguien dispuesto a poner sordina. En un magistral movimiento trilero, los cinco grandes medios del pesebre y del abrevadero, (El País, Le Monde, The Guardian, The New York Times y Der Spiegel), se han hecho con el alpiste de los canarios y van soltando el mismo con una parsimonia digna de mejor suerte.

No obstante, de vez en cuando, a este viejo escéptico le llegan algunas casi inapreciables brisas de frescor, aunque suficientes como para alegrarle a uno el malestar en la cultura que posee.

He aquí la figura del banquero arrepentido, soltando un par de discos al fundador de Wikileaks, con publicidad y propaganda, sobre el golferío que todos sabemos existe no sólo en Suiza, país que se vertebra sobre la sangre, el sudor y las lágrimas de cientos, miles de millones de seres explotados sin fin. País construido para albergar el producto de las rapiñas de los depredadores, de los genocidas, de los asesinos de masas, de los dictadores, de los demócratas que sobornan a sus hijos de puta (Roosevelt dixit de Tachito Somoza, para que no se diga que soy demasiado bruto) con esas cuentas secretas, incrustadas en lo más profundo de las cuevas de Alí Baba que son todos los paraísos fiscales.

Todos lo sabíamos, pero como dijo aquel político alemán sobre las salchichas: todos quieren comerlas, pero nadie quiere saber de qué están hechas. Y ahora resulta que algunos salchicheros empiezan a tirar a la calle las salchichas despellejadas y mostrando las tripas y hasta las recetas con las fórmulas magistrales con las que se elabora la mierda. Algo cambia, empero. Eppur si muove, decía el venerable abuelo del telescopio, y tenía razón. Parece que nada se mueve y se mueve todo.

En este baile de vampiros, entra en curiosa escena Baby Doc, alias Jean-Claude Duvalier, ese que llamaba a su progenitor Papá Doc, gran asesino y depredador, un tal Francois Duvalier y vuelve al lugar del crimen de las fechorías familiares, su desolado y destruido país, después de 25 años de dorado exilio en el París de la France. Y el tipo va y dice que vuelve a ayudar. Joder, se podía haber quedado en París en un apartamento cualquiera de la Banlieue y devolver todo el producto de la rapiña de su desalmada familia a los muertos vivientes que quedan en su país. Hubiese sido mucho más sencillo. Uno no puede imaginar, en esta forma marginal de pensar que le corroe (lateral thinking, dicen los sajones), en los que le han mantenido en la metrópoli, en que el Deuxième Bureau, comúnmente conocido como el servicio de información del Ejército francés o los servicios secretos franceses en general, no hayan tenido nada que ver con el retorno de este elemento al destrozado Haití. Donde la prensa del pesebre y del abrevadero que sigue reteniendo y secuestrando la información de Wikileaks ve a un “dictador”, yo veo, con esa deformación visual y mental que me caracteriza, a los custodios del pelele enriquecido que vegeta en los palacetes de la Costa Azul o de las riberas del lago Leman, igualmente culpables (o más aún) de los crímenes de sus peleles, de sus mamporreros.

Pero hete aquí que ellos insisten en que no, que nosotros, los europedos (con de, en medio, si), que nosotros los demócratas occidentales, desarrollados, respetuosos con los derechos humanos y demás monsergas, somos buenos; que estamos limpios de toda culpa; y al parecer muchos de los aficionados a las salchichas queremos seguir creyéndolos. Así que se hace necesario en la France (y en la España, esta España mía, esta España nuestra), decir de rebote, por ejemplo, que “seremos muy escrupulosos” y “estaremos vigilantes” con los bienes patrimoniales de la familia de una tal Ben Alí. No el que descubrió la cueva, que era Ali Baba, sino el golfo supremo cuya mujer se lleva precisamente a esa cueva, según el telediario de hoy, una tonelada y media de oro en el saqueo previo a su tocata y fuga de Túnez. Como en las películas de Chaplín, todo va a velocidad vertiginosa. No acaba de salir Baby Doc, dice que a “ayudar a su país”, después de 25 años, en los que al parecer, las autoridades francesas no estuvieron excesivamente preocupadas por los bienes patrimoniales de los Doc Duvaliers, y ya está entrando a Yeddah, la de los mil quinientos kilitos de orito (apenas 45 millones de Euros, total nada; peanuts, dirían algunos dictadores. Se cagaría de la risa el banquero de la foto, con estas miserias. El telediario no precisó que eso era la calderilla para las primeras compras en las tiendas de lujo de Yeddah de la llamada “La Regenta” de Túnez.

Y así nos va. En Andorra, sigue, como desde el principio, esa otra peculiar cueva de Ali Baba, en forma de coprincipado, regido al alimón por el Obispo de la Seo de Urgel y el presidente de la República francesa. Cuanto más infecto es el modus vivendi, más limpito y adecentado sale el país en las postales ¿no es maravilloso? Ve uno a los luxemburgueses y se da cuenta del señorío, del tronío que supuran. Pareciera que viven de su propio trabajo y no de guardar rapiñas en secreto y a comisión. Idas y venidas. Dice B-16 (Benedicto, para los creyentes) que va a limpiar también la iglesia de este purulento desparrame financiero en que estaba metida. Y uno se queda a la espera de ver que aparece por Andorra y cuando el obispo de la Seo se le arrodilla sumiso, le abronca a la manera que Juan Pablo II abroncó a Ernesto Cardenal en Nicaragua y le exige que deje las cosas mundanas y sucias del paraíso fiscal y se dedique a pastorear mendigos en Sri Lanka. Cualquier día lo veremos, ya verán. También estoy esperando que el tal Nicolás Sarkozy, que hace algún tiempo, cuando la burbuja financiera mundial le estalló en las narices, por aquellas fechas en que un empleado de Societé Generale fue pillado jugando con miles de millones de Euros al Monopoly, dijo que había que acabar con los paraísos fiscales (debió ser un arrebato), dimita en cualquier momento de copríncipe de Andorra, por incompatibilidad de cargos y por coherencia con el arrebato.

Así que debemos celebrar que alguien ha entregado los discos (necesitó dos y caben mucho en dos discos) con datos de las cuentas bancarias de 2.000 personalidades y famosos sospechosas de evasión fiscal. Y precisan más aún: de los 2.000 sospechosos de evadir cuentas, sólo hay unos 40 políticos. Esto sí que son estadísticas jugosas: así que en estos discos sólo uno de cada 50 corruptos y evasores es político. Es una buena noticia. Aunque no está claro si el banquero estaba especializado en cuentas de empresarios y financieros y la división de cuentas de políticos de su banco le pillaba a trasmano y sólo ha copiado los de empresarios y financieros que además eran políticos. Tampoco está claro si es que este hombre sólo tenía acceso a uno de los cinco mil bancos que hay en Suiza y entonces habría que multiplicar el número de grandes corruptos por el número de bancos de esa gran cueva de Ali Baba helvética y luego volver a multiplicarlo por el número de paraísos fiscales de todo el mundo.

Pero creo que estamos de enhorabuena: se ve venir, se alumbra una primavera en la que más y más pajaritos parecen empezar a soltar deliciosos trinos, que cada vez parecen más difíciles de silenciar. Ya casi nos habíamos olvidado de los dulces cantos, de estas aves canoras tan necesarias. Y por otro lado, cada vez menos gente cree en pajaritos embarazados. Cada vez menos tunecinos creen que el vicepresidente del corrupto pueda ser el muñidor de la transición, sin que haya gato encerrado, dispuesto a comerse finalmente a los pajaritos cantores. Cada vez más gente se pone la careta anónima de V de Vendetta y empieza a no fiarse de los partidos al uso y a fiarse algo más de su padre y de su madre. Hasta el diario El País se ha dado cuenta de que hay movimientos telúricos en el subsuelo de algunas sociedades (seguramente producto de la severa crisis y la hartazón mayúscula) y ha sacado un artículo sobre el asunto de la gente anónima que entra en resonancia de forma inesperada o sorpresiva para los servicios de inteligencia de viejo cuño y tenebrosas licencias para matar, en un intento de entender qué puede pasar. Miedo parecen tener. Están muy atentos a que estos saltos inesperados de gente anónima no se puedan “reconducir”, de la forma hábil con que se han “reconducido” los cables de Wikileaks. O con la habilidad con que el PSOE supo cabalgar en el último minuto y a contrapelo, al frente de aquella manifestación espontánea de tres millones de personas sin partido, cuando nos querían meter en Irak de rondón. Les asusta más un bonzo que se quema en Egipto al modo que se inmoló el de Túnez, disparando el cambio inesperado en ese pequeño país del Magreb, que el asesinato de 15.000 mexicanos por asuntos de controles del mercado de narcóticos sólo en 2010.

Lo dicho: eppur si muove.

Feliz 2011, si pueden. Que no se cumpla el dicho que los años que empiezan con uno, acaban con uno.

Pedro Prieto. Madrid.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 18 Enero 2011.

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