El mundo de hoy – por Francesc Sánchez

El mundo de hoy nos aporta un buen repliegue de textos de Ryszard Kapuscinski que proceden de artículos, conferencias, y extractos de libros que el autor ha ido escribiendo durante años. Se nos presenta pues una oportunidad para conocer la obra de Ryszard Kapuscinski, aunque sea a retazos; una ocasión para leer como vivía este hombre el periodismo y la literatura, para reflexionar sobre su manera de ver el mundo.

Para Kapuscinski el siglo XX ha vivido dos grandes transformaciones en forma de cruz, la que dividía al mundo entre el Oeste y el Este, es decir entre el capitalismo y el comunismo, manteniendo en la guerra fría una importante tensión, y la que divide al mundo entre el Norte y el Sur, un occidente cada vez más rico y un Tercer Mundo cada vez más pobre.

Las guerras mundiales no ocupan mucho lugar en este libro. La primera no la vivió nada y la segunda la sufrió en Polonia cuando era pequeño: según Kapuscinski de ahí quizá vendría su aprendizaje para años más tarde poder cubrir innumerables conflictos. Lo normal para él no era la paz si no la guerra.

Las descolonizaciones vinieron pocos años después del fin de la 2ª Guerra Mundial. En la Conferencia de Bandung de 1955, de repente, y ante las dos grandes superpotencias –Estados Unidos y la Unión Soviética- surgieron los países no alineados, fue la irrupción del Tercer Mundo. Esta emancipación sin embargo no fructificó. Las nuevas naciones se enfrentaron entre sí, tuvieron guerras civiles, y entraron en el juego de la guerra fría siendo territorios muy calientes. Tras la caída y desmembración de la Unión Soviética el mundo dejó de estar dividido entre el Oeste y el Este y constituyó el Norte y Sur. Este paradigma, que ya existía anteriormente pero que era postergado por la guerra fría, mostrará su rostro más terrible. El mundo de repente descubrió los campos de refugiados. En África aparecieron por doquier acogiendo a los desplazados. Apareció también la ayuda internacional, la que ha logrado la supervivencia de millones de personas, pero también les ha mal acostumbrado.

En las páginas de El mundo de hoy encontraremos palabras para el Islam, que para Kapuscinski es pacifico y emergente, al contrario de lo que muestran los medios de comunicación de occidente, donde es demonizado, donde es equiparado al terrorismo. Reflexiones sobre Rusia, que le llevan a decir que es un país inmenso, inabarcable, donde el poder se lo reparten los de siempre, y en donde hay de nuevo ambiciones de superpotencia, y esto implica nuevamente tensiones con sus vecinos. En fin, un país amable si has logrado formar parte del grupo o un país hostil –que recuerda a los textos de Dostoievski- si eres extranjero. En América Latina ha habido misioneros y soñadores como Allende o el Che pero lo que más abunda es la clase política que se identifica plenamente con la clase económica. Europa está atravesada por una gran transformación, una de política (La Unión Europea), pero también una de social: millones de inmigrantes del Tercer Mundo que han llegado al Primer Mundo. Por un lado el continente envejece y se necesitan más trabajadores y por otro lado éstos despiertan desconfianza.

Desde el 11 de Septiembre de 2001 occidente ha descubierto que el mundo es inseguro, violento, brutal. La guerra ha llegado al primer mundo. Y Estados Unidos con el pretexto de la guerra contra el terrorismo ha llevado la guerra contra –por ahora- Afganistán e Iraq. De repente la globalización económica se ha visto cuestionada por la seguridad. Al ciudadano se le ha dado a elegir entre la democracia –sus derechos y libertades- y la seguridad. Llegados aquí ¿Qué balance haríamos del siglo XX?

Termino por el principio. En El mundo de hoy Kapuscinski dedica las primeras páginas a hablarnos del reportero, del oficio del periodista, el que tiene que ser capaz de empaparse de la problemática que luego querrá transmitir. El reportero jamás estará solo, tiene que hablar con los demás, aunque el primer contacto resulte tenso. Y quizá como él dice el término que más define a esta profesión sea el de traductor, pero no de una lengua a otra, si no de una cultura a otra.

Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 22 Abril 2010.