Año nuevo para todos, problemas viejos para muchos pueblos que siguen luchando por su dignidad y por sus derechos. La situación en Palestina empeora. Los ataques indiscriminados que sufrió la franja de Gaza desde finales del 2008 y principios del 2009 han dejado un reguero de muertos y de sufrimiento en la población civil, en la que la infancia lleva la peor parte.
Un informe del Centro Palestino para los Derechos Humanos (C.P.D.H.), publicado en mayo de 2009, pone de manifiesto la situación escalofriante que vive dicha zona. Los últimos ataques del ejercito de Israel, entre las fechas señaladas, han dado una cifra de 1.414 civiles muertos y la destrucción de multitud de infraestructuras y de viviendas.
El 27 de diciembre de 2008 se lanzó sobre la población la Operación Hierro Fundido, ataque que duró 23 días y que está considerado como el mayor que ha sufrido Palestina desde la ocupación. En dicho ataque, aproximadamente se destruyeron, total o parcialmente, 20.000 viviendas y 57 edificios del Organismo de Obras Publicas del Socorro Internacional de Naciones Unidas. También se destruyeron 356 escuelas; 5 de ellas servían de refugio temporal para familias afectadas por la destrucción de sus viviendas. El C.P.D.H. estima que el 83% de las victimas eran civiles. El terrible ataque que acometió el ejercito israelí en la franja de Gaza, además de los muertos, ha dejado enfermedades crónicas que no podrán recibir atención médica por el asedio que sufre la zona. Por si fuera poco, las autoridades de Egipto han impedido el paso de un convoy humanitario que llevaba medicinas, alimentos y otros materiales de primera necesidad.
La infancia afectada
Según el informe, de los 1.414 civiles muertos, 313 son infantes entre los 2 y 16 años; 99 niñas y 214 varones. Estudios médicos han alertado de las secuelas psicológicas que pesan sobre la infancia; a las mutilaciones y demás afecciones físicas hay que añadir la sobrecarga que el frágil psiquismo infantil debe soporta tras la permanente situación de alerta, de angustia y miedo. El informe no se limita a dar las cifras de la masacre, sino que recoge los nombres y la edad de la infancia asesinada, así como los trágicos momentos que vivieron durante la masacre, y en la situación en que quedaron algunas familias, ya que muchas víctimas correspondían a una misma familia. Además de los 313 niños y niñas asesinados, 1.606 resultaron afectados por mutilaciones, por afecciones crónicas o graves lesiones que les impedirá, aún más, llevar una vida normalizada. La situación de precariedad que vive la zona impidió que muchos heridos pudieran recibir la atención necesaria para recuperarse, por lo que muchas víctimas han quedado inválidas o con secuelas de por vida. Los datos de los heridos fueron tomados del Ministerio de Sanidad Palestino.
Por situación geográfica, el 46% de la infancia asesinada eran del norte de Gaza, 38% de la ciudad y el resto de Rafat y de otras zonas. El informe del C.P.D.H. indica que las armas utilizadas y la forma de los ataque están prohibidas por las normas internacionales. Veremos si dicha consideración conlleva la condena y restituciones correspondientes.
Anatomía de un ataque
El 17 de enero de 2009, dos niños de 4 y 6 años una misma familia resultaron muertos en la escuela de Beit Mahiya. La familia había sido amenazada si no abandonaba la casa; con la amenaza a cuestas, fueron a refugiarse a una de las escuelas destinadas para las familias desplazadas. Pero de nada sirvió dicha precaución; la escuela fue atacada. Fue un obús de artillería con fósforo blanco el que estalló en el edificio. La madre resultó con graves heridas en la cabeza y con la mano derecha arrancada. A una prima de los niños, tras la gravedad de las heridas causadas, no tuvieron más remedio que amputarle la pierna izquierda. En el momento del ataque, aproximadamente 1.600 palestinos se encontraban refugiados en las diferentes escuelas del Organismo de Obras Públicas y de Socorro de Naciones Unidas. El informe del Centro Palestino para los Derechos Humanos relata los pormenores de la situación vivida por esta familia durante esas horas de terror, así como de otras 16 familias de similares características.
Ataques indiscriminados
La impunidad de la que goza el gobierno de Israel es apabullante, ya que el ataque contra civiles está prohibido por El derecho Intencional Humanitario, además de ser un crimen de guerra, según la Corte Penal Internacional. Por si ello no fuese suficiente, están las leyes de protección del niño redactadas en la IV Conferencia de Ginebra, y en los Convenios de Derechos Humanos; toda esas normas han sido vulneradas por el gobierno israelí.
Los ataques indiscriminados son considerados crímenes de guerra por el estatuto de la Corte Penal Intencional y son los siguientes:
1) Los que no están dirigidos contra un objetivo militar concreto.
2) Los que utilizan métodos de combate que no pueden dirigirse contra un objetivo militar concreto.
3) Los métodos o medios de combate que no pueden limitarse, como exige el Comité Internacional de la Cruz roja, Derecho Internacional Humanitario año 2005 en su regla 12.
Intentos de ampliar el cerco
Por si fuesen pocos los datos y la trágica descripción que hace el informe del Centro Palestino de Derechos Humanos, el gobierno Egipcio pretende levantar un muro de acero entre la frontera de Egipto con Gaza para impedir el movimiento de palestinos por dicho zona. Tal pretensión ha sido contestada por un numeroso grupo de intelectuales egipcios; grupo que pretenden realizar una campaña de sensibilización para impedir que se levante la muralla; otra más para completar la prisión a cielo abierto en la que se ha convertido Gaza. Dichos activistas indican que el único peligro real que puede esperar Egipto es el de Israel, dada las históricas intenciones de sus diferentes gobiernos; crear un gran Israel desde el Nilo hasta el Eúfrates. El cruce fronterizo de Rafat es el único lugar por el que se han introduciendo alimentos, medicinas y otros artículos de primera necesidad, pero hasta eso quieren impedir. Parece que algunas sombras son muy alargadas.
Fue noticia, que a finales de diciembre las autoridades egipcias impidieron la entrada a Gaza de un convoy humanitario, compuesto aproximadamente de 1.300 personas de diferentes países. Dicha prohibición ha motivado protestas y diversas manifestaciones; de ellas ha surgido un movimiento internacional por Los Derechos del Pueblo Palestino. Corriente que ha elaborado un manifiesto: Declaración del Cairo.
Habrá que pensar que la situación que actualmente vive Palestina ha sido diseñada de antemano por los estrategas israelíes, que el plan está siendo ejecutado con mano de hierro por los diferentes gobiernos. La retirada de lo colonos de la franja de Gaza que hizo el gobierno hebreo hace años, de forma unilateral, no pretendía dejar tranquilos a los palestinos, sino aislarlos para consumar el genocidio; ataques indiscriminados, negación de auxilio propio e impedir que otros lo hagan, además de ejercer un fuerte influjo sobre países limítrofes. Una vieja táctica militar, aunque no siempre sale bien. A veces, la dignidad y resistencia de los pueblos son más fuertes que los premeditados planes para avasallarlos.
Teresa Galeote. Alcalá de Henares, Madrid.
Redactora, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 22 Enero 2010.