La hasta ahora epidemia -con visos serios de llegar a pandemia- se ha extendido por el territorio de la capital y las autoridades federales y locales -del país y de la ciudad más grande del mundo- están tomando medidas a la altura del peligro: suspendidas las reuniones de entretenimiento y las religiosas.
Crónicas desde México D.F – Juan Miguel de Mora
México está en guerra – ir a leerla
Influenza humana (nombre oficial en México) – ir a leerla
Tiempos de la gripe – ir a leerla
Repunte – ir a leerla
No hay misas, los partidos de fútbol programados internacionalmente se realizan con los estadios vacíos (sólo los jugadores) discoteques, bares, clubs nocturnos, restaurantes, etc. cerrados. Escuelas desde pre-escolar hasta las universidades (incluida la UNAM) cerradas. Tribunales y muchas oficinas públicas y privadas cerradas, guarderías cerradas, comercios cerrados. La OMS alerta de una posible pandemia y Estados Unidos declara emergencia. Lo curioso es que todo eso no ha sido suficiente para causar pánico en la población, se acepta todo filosóficamente como se aceptan los terremotos. Siempre hay gente asustadiza y hasta muertos de infarto, pero en una minoría absoluta. Se toman las precauciones posibles y todas las familias que pueden hacerlo, aprovechando que no hay escuelas, se van de la capital. El número de muertos oscila sobre los ciento y pico, los infectados en torno a mil quinientos y unos 929 dados de alta y poco más de cien muertos. En el resto del país hay también algunos casos.
México está en guerra
Juan Miguel de Mora
México, D.F – 29 de abril
México está en guerra. Sin alarmismos, es una guerra que causa bajas, como todas las guerras, y en la que -también como en todas las guerras- entre las bajas son mayoría los recuperados y minoría los muertos. Pero el mundo no tiene idea de la realidad, que es, repito, de guerra, con las medidas de guerra y las consecuencias económicas, sociales y económicas de una guerra. Están suspendidas todas las actividades escolares desde preescolar a Universidades, manteniendo millones de alumnos fuera de las aulas; esto se debe a que las aglomeraciones son la causa más clara de las bajas.
Por la misma razón están suspendidos todos los espectáculos, cines, teatros, circos, etcétera. También están suspendidos los deportes como espectáculo, los clubes deportivos, los gimnasios y cualquier otra reunión o aglomeración humana. Los partidos de fútbol que implican compromisos previos, tanto nacionales como internacionales se celebran con los estadios vacíos. En la capital es donde la guerra es más notoria: en el Distrito Federal, municipios conurbanos del Estado de México y en el Estado de San Luís Potosí es donde la guerra es más encarnizada y con más bajas. También están cerrado los clubes nocturnos, los bares y todos los restaurantes de la capital, que únicamente están autorizados a vender comida, para llevar con objeto de impedir reuniones de grupos, que son fuentes de contagio. La Secretaría de Salud del gobierno federal está autorizada por decretos especiales a entrar en las casas y revisar cualquier sitio en el que haya enfermos o sospechas de brotes de la epidemia. Las iglesias han suspendido las misas y toda clase de reuniones numerosas. Muchos talleres, fábricas y comercios de todo tipo están cerrados. Muchas familias han salido de la capital, aunque en los estados también hay brotes de influenza. Desde luego está advertido que no se puede saludar con la mano ni besarse. Todos llevamos cubiertas boca y nariz, lo que es una medida atinada puesto que se trata de una enfermedad que ataca por las vías respiratorias. La OMS ha fijado el nivel 4 hasta el momento en que escribo. Es, pues, evidente, que vivimos en una guerra de hecho, cuyas consecuencias de todas clases son análosogas.
El Distrito Federal está perdiendo al día 777 millones de pesos sólo en los restaurantes. El turismo y los restaurantes son los más afectados de inmediato por las consecuencias de la epidemia pero es evidente que todos los sectores económicos van a sufrir las consecuencias. Y esto viene sobre un mes de febrero en el que ya había caído la economía un 10.8%, siendo las actividades industriales las más afectadas. Por otra parte las compras de pánico están afectando temporalmente la inflación.
La población del Distrito Federal y la parte de la ciudad capital que pertenece al Estado de México, (es decir, los capitalinos), están -estamos- aceptando las circunstancias con la misma serenidad y voluntad con que se lanzaron a salvar vidas en el terremoto de 1985, cuando los números de miles de muertos fueron disminuidos por el gobierno priísta y el imbécil (por usar esta palabra pido perdón a los imbéciles clínicos, enfermos inocentes) del presidente Miguel de la Madrid rechazó la ayuda extranjera antes de saber ni siquiera qué había pasado. Sí, México está sufriendo estoicamente toda esta guerra sin dejarse arrastrar por el pánico, que estaría justificado. La gente sigue las indicaciones de las autoridades sanitarias y entiende que las circunstancias fuerzan a resistir y luchar contra la epidemia.
Con un abanico tan amplio y tal volumen de problemas es lógico que haya fallas en algún hospital o en algunos centros de salud que dañan a quienes las sufren, pero si se toma en cuenta la magnitud del problema hay que entender que eso suceda, aunque afortunadamente muy poco. En general yo, que estoy en la oposición radical y profunda a este gobierno (al que millones consideramos de limpieza electoral discutible, dudosa y refutable), debo confesar que considerando su gravedad y magnitud, se ha enfocado bien el problema de la epidemia, en lo que Lorenzo Meyer y otras personas de mi misma posición coinciden. Pese a lo anterior, en México hay una paranoia muy nuestra que siempre atribuye al gobierno, sea el que sea, complots, maniobras e intenciones ocultas y esta vez no han faltado los tres o cuatro (en verdad no más) que atribuyen al gobierno haber inventado todo lo de la influenza con fines políticos. Estos desviados piensan que la OMS puede ser manipulada por un gobierno como un juguete.
Estás son las cifras oficiales hasta anoche, a las 22 horas (hora de México): 2.498 casos de epidemia; 1.322 hospitalizados; 159 muertos.
Acabamos de enterarnos de que el nivel de la epidemia llegó a la etapa 5, así que seguimos viviendo lo que para muchos apenas es una película. El asunto es fácilmente soportable pues aunque no ves a tus amigos y familiares, no se está muriendo la gente en las calles como en la Edad Media, pero no deja de ser una vida en suspense.
El gobierno federal de México ha dispuesto, además de todo lo dicho hasta ahora, la suspensión de las actividades no indispensables en todas sus dependencias durante los días 1 a 5 de mayo. Fuera de mercados, gasolineras, ejército, marina, policía, bomberos, transportes etcétera, las oficinas de gobierno estarán cerradas y ha pedido a industriales y empresarios que secunden la medida.
Influenza humana (nombre oficial en México)
Juan Miguel de Mora
México, D.F – 1 de mayo
Hoy llegó a México la primera ayuda internacional en especie: Un avión B 747 procedente de China con 45 toneladas de antivirales y equipo médico y 3 millones de cubrebocas. España, Japón, Estados Unidos y otros países también están enviando o anunciando ayuda. Contra lo que alguien ha dicho el uso de cubrebocas es muy útil por la simple razón de que es una epidemia que ataca por las vías respiratorias.
Las razones de que se haya declarado nivel 5 y quizá llegue a 6 de inmediato por parte de la OMS son estas: 1.- Se ha comprobado que se contagia muy fácilmente de persona a persona; 2.- Se espera un rebote como sucede en todas epidemias;3.- A diferencia de lo que ha sido siempre en las influenzas anteriores, graves o ligeras, esta vez no son los ancianos y niños los más vulnerables: están enfermando y muriendo personas de entre 21 y 40 años. 4.- Se trata de virus que cambia o varía de un día para otro y siempre hay la posibilidad de que súbitamente se vuelva un virus letal. Toda precaución es poca en opinión de las autoridades sanitarias, nacionales e internacionales, aunque esperamos lo mejor y no lo peor.
Las precauciones siguen igual: No hay ni misas, ni bautizos, ni matrimonios, ni deportes, ni espectáculos, ni bares, ni restaurantes, ni otras muchas cosas. Además: Ya se han atendido tres millones de llamadas telefónicas solicitando ayuda psicológica.
Tiempos de la gripe
Juan Miguel de Mora
México, D.F – 2 de mayo
Si usted es consciente de pertenecer la especie humana, con todo lo que eso significa, lea esto sin dejarse arrebatar por reacciones de sensibilidad herida. Hay heridas muchísimo más graves. Si le interesaría tener una idea de como se sienten algunos grupos humanos en determinadas circunstancias como por ejemplo las mujeres de Hondarribia (Guipúzcoa) en el día ese del desfile en que los muy requetemachos las prohíben desfilar junto a ellos, que así presumen de un valor que quizá tuvieron sus antepasados, pero no ellos, que no estaban; o si desea imaginar el estado de ánimo de los marroquíes que trabajan en El Ejido (Almería), o el de los gitanos en muchos lugares de España (e Italia y otros sitios de Europa); o el de los protestantes en San Juan Chamula, pueblo supercatólico de Chiapas en México cuyos devotos no admiten competencia, en fin, para captar el efluvio del rechazo en cualquiera de sus múltiples y lamentables facetas no tiene usted otra cosa que hacer que viajar por el mundo hoy con pasaporte mexicano. Verá usted como la gente le mira con una mezcla de miedo y furia y se aleja, unos disimuladamente, otros abierta y exageradamente, con la evidente intención de hacer notoria su indignación porque se nos permita circular.
Además, Francia propuso a la Unión Europea que cortase las comunicaciones aéreas con México y con ellas el tránsito de viajeros, sin que esa proposición de Sarkozy tuviese nada que ver con el hecho de que aún México no ha puesto en libertad a la francesa secuestradora condenada a 60 años y cuya culpabilidad, a pesar de las fallas de México, que son monumentales, y a pesar de la corrupción de la justicia y la policía, que son aun mayores, está total y absolutamente comprobada como que fue reconocida por algunas de las víctimas de la banda de la cual era el jefe su amante. Por otro lado Canadá, Argentina y Cuba cancelaron todo vuelo con México y el segundo de estos países envió vuelos especiales para rescatar -heroicamente, supongo- a sus connacionales «inmovilizados, varados» en México.
Pero los mexicanos estamos «rizando el rizo».como dicen los pilotos de los circos aéreos cuando superan los más complicados juegos haciéndolo más difícil todavía. En algunos lugares de México han apedreado automóviles por llevar placas del DF, que se considera la base y origen de la epidemia porcina. Y en otros sitios de México también se ha mostrado repudio y repulsa a los defeños.(de DF). por la epidemia.
México, D.F – 9 de mayo
Mucha gente, por ignorancia, por aburrimiento o por estupidez ha entendido que ya pasó la epidemia, por más que las autoridades, los periódicos y la TV insistan en lo contrario. Y están saliendo sin cubrirse boca y nariz, precaución elemental para una enfermedad del tracto respiratorio. Incluso dos políticos han caído en la canallada de decir (y hacer) que harán su campaña (estamos muy cerca de la elección de diputados) sin tomar ninguna medida de precaución contra el contagio y dando y recibiendo besos. Son Porfirio Muñoz Ledo y Rodríguez Noroña (los dos han saltado durante años de un partido de izquierda a uno de derecha y viceversa pasando por uno de centro, lo que hace pensar en la firmeza de sus convicciones). Eso de no tomar precauciones es parte de una posición idiota de un cierto sector supuestamente de izquierda que consiste en decir que el gobierno está o inventando o por lo menos exagerando la importancia de la epidemia.
Me parece canallesco por una razón muy simple: si a uno de estos vividores de la política le da la influenza tiene muchos medios y mucho dinero para combatirla, eso suponiendo que no hayan tomado antivirales antes para hacer su teatro, pero si le da a un albañil o a un pastor o a uno de los muy humildes que siguen al PRD (al que ambos pertenecen ahora), ni su cuerpo tiene las defensas de los bien alimentados ni sus anticuerpos la resistencia adecuada. Resultado de las imprudencias y faltas de precaución: En Jalisco, Oaxaca, Hidalgo, Guerrero y Michoacán ya hay repuntes, existen en el país más de 1.300 infectados y en el último recuento de ayer ya iban 45 muertos en vez de los 29 que eran antes.
Redacción. Internacional. El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 29 Abril / 10 Mayo 2009.