Samuel Schmidt
El odio – por Juan Miguel de Mora
Mi buen amigo Samuel Schmidt ha tenido a bien mencionarme en un artículo suyo publicado en Forum 186, marzo 2009. El artículo se llama “El odio a los judios” y la mención a mí es relativa a mi entrañable amistad con un judío, Harry Fisher, que estaba en la misma Brigada Internacional que yo, la XV –aunque en batallones distintos- durante la guerra de España 1936-1939. El artículo ha sido reproducido en Razones de ser, revista electrónica del Partido Acción Nacional en Coahuila.
Y como él me menciona, relacionándome así con el tema básico del artículo, me considero autorizado a exponer mi posición al respecto y a explicar:
1.- Sé desde hace años que Los protocolos de los sabios de Sion es una artera falsificación antijudía en la cual jamás creí. Y puedo añadir que parte de ella se tomó del libro de Joly contra Napoleón III, que se llama Diálogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu.
2.-Estoy completamente de acuerdo que el que odia a los judíos odiará a los negros, a los indios, a los chinos y a todos los que son diferentes a él.
3.- Estoy convencido de que la enorme labor de la Iglesia Católica a través de los siglos acusando a los judíos de haber matado a Dios (¿puede haber una acusación más idiota?) sirvió para engañar a la masa humana y distraer su atención de las guerras inútiles y sangrientas y de las expoliaciones de la Iglesia, como las Cruzadas, los cátaros, la persecución de los fraticelli, etc. etc.
4.-Creo que para negar el Holocausto hay que ser un estúpido al ignorar los hechos históricos y sus múltiples pruebas o un malvado criminal en potencia si se sabe que existió y se niega.
5.-Creo que el señor Ahmadinayed, presidente de Iran, niega el Holocausto por que así conviene a su política ante un pueblo en parte fanatizado por el Islam, y creo que por su posición es un neonazi más, del lado islámico.
6.- No creo que Bin Laden sea miembro del Mosad, ni me molesta que el Estado de Israel sea una potencia militar y científica, pero no por eso dejo de saber que el Mosad ha asesinado a quienes han estorbado al gobierno del Estado de Israel, como cada servicio secreto (por ejemplo, la CIA, el KGB, etc.) asesina a quienes molestan demasiado a su gobierno, el que sea.
7. Me parece muy bien que el Estado de Israel se asocie o alíe con los Estados Unidos o quien quiera en uso de su legítima soberanía.
8.- Los héroes del gueto de Varsovia me parecen, y lo he proclamado siempre (como le consta a Samuel), los más brillantes entre los brillantes héroes en la historia de la humanidad, como ya mucho antes me lo parecieron los combatientes judíos de “el hijo de la Estrella”, Simón Bar-Közebhä’, cuando con el apoyo moral del Rabí Akivá se alzaron en armas a luchar contra los romanos por su libertad en la Palestina de entonces y lo escribí hace ya unos cuarenta años y puedo probarlo.
Pero en todos estos hechos y el juicio que merecen en cada caso, mi amigo Samuel olvidó dos cosas: la primera, que ya el viejo Aristóteles de Estagira estudió y aclaró el sofisma o si se quiere el silogismo sofístico, también llamado falacia en términos filosóficos y que consiste, en niveles de escuela preparatoria, en extraer de una serie de premisas ciertas una conclusión falsa. En efecto, del Holocausto y de todos esos crímenes y actitudes racistas y antijudías, que yo y muchos como yo no sólo no compartimos sino que las combatimos a lo largo de nuestras vidas, no se infiere, ni deduce, ni se concluye que los palestinos sean los culpables. Ni tampoco que en vista de que el Holocausto sí existió y fue una de las cosas más horribles en la historia de la humanidad ello justifique todo lo que haga cualquiera de los gobiernos de Israel.
Y la otra cosa que olvidó Samuel es que Harry Fisher (y bastantes de los judíos estadounidenses que lucharon con él en España) estuvieron, después, en su momento de la historia, en contra del gobierno del Estado de Israel y de sus métodos sangrientos, como lo están en su tierra, aunque en minoría, muchos israelíes que por ello son perseguidos, encarcelados y maltratados. Y eso es una verdad comprobable, pese a que el gobierno sionista israelí, tan lejos de una democracia, lo mantenga oculto.
Amigo Samuel, realmente querido, no se puede tapar el sol, no he querido ofenderte, pero tú me citaste. Y sí, tengo amigos judíos de varios bandos, los sionistas, los que, como Einstein, sólo aceptaron a regañadientes el estado judío y los que de plano están en contra.
Ahora, por ejemplo, he escrito contra mi gobierno, como muchas veces lo hice en mi vida, pero nadie ha dicho que esté contra México. Sin embargo no faltará quien se lance contra mí por este artículo acusándome de antisemita y quizás hasta de neonazi.
Y ya que tenemos un problema gravísimo en Ciudad Juárez, donde cada semana matan los narcos mucha más gente de la que en meses han muerto en Israel por los cohetes de Hamas, ¿podríamos aplicar el método del gobierno de Israel y bombardear unos diez o quince días Ciudad Juárez hasta dejarla como Gaza?
La humanidad no tiene salvación, lo que es inefable puesto que el mismo concepto, “salvación”, es un invento de ella. ¿Salvarse de qué? Y, ¿qué es “salvarse”? Pero aceptando toda nuestra faramalla como algo real o comprobable –lo que no es- veremos que la humanidad no tiene salvación en las religiones porque en nombre de todas ellas (cada una en su turno en la historia), se han cometido toda clase de crímenes y crueldades; ni en el arte o la música después de ver como los verdugos de Auschwitz y sus similares gozaban con la música o el arte; ni en las ideologías que sólo han servido de justificación injustificable de asesinatos colectivos o individuales, ni en nada.
Apurando las cosas se llega a admitir que la “salvación”, si existe, es únicamente en mínimas fracciones de tiempo, en segundos, así como algunos agnósticos consideraban que el único instante en que se comulga con la divinidad es durante el orgasmo.
Y ya en estos extremos debemos reconocer que el humor es uno de esos instantes de salvación o, dicho de otro modo, que no hay vida más amarga que la de quien carece de sentido del humor.
Un buen chiste es un respiro en la trágica cotidianeidad de la vida humana -y también hay animales con gran sentido del humor- y es un instante en el que la persona se salva del mundo en que vive.
Yo siempre he creído tener sentido del humor, pero hay un chiste que es mi desazón y mi angustia porque llevo años queriéndolo entender y sin lograrlo, de manera que aquí lo cuento con la esperanza de que alguien me lo explique porque para mí se ha convertido en un hecho trágico:
Hace muchos años hablé, escribí (y combatí) contra el gobierno alemán nazi y nadie me dijo por eso que yo era antialemán. Incluso tenía amigos alemanes que lucharon a mi lado en España contra la Legión Cóndor.
Años más tarde hablé y escribí contra varios gobiernos de México (por ejemplo el de Echeverría) y nadie me acusó por eso de ser antimexicano. Y también tenía amigos mexicanos, muchos, que estaban conmigo en esa lucha.
Desde hace algunos años el señor Bush me pareció un cuadrúpedo fanático y peligroso para el mundo y lo he dicho por escrito, pero no sólo nadie me ha acusado de anti-estadounidense sino que muchos ciudadanos de Estados Unios coinciden conmigo en mi opinión sobre Bush.
Pero desde hace ya bastantes años si digo que no me gustan los zapatos o la corbata que lleve puestos el primer ministro de Israel, sea el que fuere, me acusan de “anti-semita” en una totalidad totalitaria.
¿Alguien podría explicarme porque no puedo estar en desacuerdo precisamente con ese gobierno sin sentir (ni hacer) nada contra los israelíes ni contra los israelitas?
Ese es el chiste que nunca he podido entender y, conste, en ese chiste el tonto soy yo puesto que soy el que no lo entiende.
Querido Juan Miguel
De mi artículo no se desprende que yo culpe a los palestinos de la persecución a los judíos, no argumento otros temas porque tú y yo estamos de acuerdo en lo fundamental.
En efecto, se ha tendido a calificar de antisemita a muchos de los que con honestidad intelectual y a ti te respeto justamente por tu congruencia, pero esto se deriva de una reacción frente a esa “nueva izquierda” que de manera simplona y muy prejuiciada se lanzan contra los judíos con el pretexto de censurar al gobierno de Israel. Yo mismo he censurado al gobierno israelí cuando estoy en desacuerdo con sus políticas y eso en efecto no me hace ni anti judío ni pro palestino y mucho menos proclive a coincidir con esas posturas enajenadas y simplonas que critican a todo aquello que huela a cercanía con Estados Unidos. No he logrado ver que viejos comunistas incluidos aquellos que hablan de gobierno israelí genocida condenen el genocidio stalinista.
Por cierto, debes ver la película Vals con Bashir que muestra el intento de ciertos israelíes a entenderse a si mismos frente a guerras como la de Líbano y la matanza de Sabra y Shatila, tema con el que por ejemplo tuve serias diferencias con el gobierno israelí. También lo mencionas, hay israelíes que combaten las decisiones políticas que han sangrado por décadas a esa parte del mundo. Los muertos de todos causan sufrimiento y dolor. ¿Tu crees que podríamos ver una película así en un país musulmán o bajo el dominio terrorista de Hamas? No dudo que haya represión en Israel, pero en una ocasión comentaba un amigo español que mientras en Israel podías censurar al gobierno, en el país Vasco había que ir con guardias para que no te ejecute la ETA que no es siquiera un gobierno electo. Creo que si comparamos los méritos y carencias de los gobiernos de Israel con los de sus vecinos, incluido Gaza, posiblemente el análisis se incline más hacia la democracia israelí por endeble que sea. A mi me parece más sano que caiga un presidente por acoso sexual a que la burka sea política de estado. Tengo amigos israelíes que luchan en contra de las decisiones y políticas de su gobierno, cosa que a ti y a mi en México nos acarreo amenazas de muerte. He visto testimonios palestinos sobre la liquidación de opositores a Hamas, pero estos no concitan la menor crítica.
Hay un aspecto a considerar y es que no se puede hablar de palestinos en abstracto, hay diferencias entre ellos y muy serias que no se resuelven con democracia. No merece mucho esfuerzo hablar de aquellos que por comodidad, prejuicio, flojera o simple estúpidez ensalzan los crímenes que se cometen en nombre de una guerra santa que esta alimentada por el odio y el deseo de eliminar a un pueblo. En contraste no hay un rabino en el mundo que se atreva a condenar a muerte a alguien que le parece contradice o crítica algún aspecto de su religión o trate de justificar en las santas escrituras el exterminio de un pueblo.
He puesto el énfasis en que no es lo mismo hablar de Al fatah que de Hamas o Hezbola. Y también he incursionado por el terreno pantanoso de denunciar la corrupción de sus líderes y las purgas y ajusticiamientos entre grupos a riesgo de ser tildado de seguidor e hijo de Bush, análisis por cierto bastante rupestre. Los europeos han reaccionado finalmente frente a la corrupción y han acordado no entregarle a Hamas el dinero para la reconstrucción de Gaza, pero esa zona esta destruida mucho antes de la guerra, en parte cuando Egipto decidió no dejar entrar a los palestinos a su territorio y en parte por la corrupción que no ha logrado desarrollar esa zona del mundo no obstante haber recibido tantos miles de millones de euros. ¿Se vale Juan Miguel condenar la corrupción de los que se disfrazan de revolucionarios igual como tu y yo hemos condenado la corrupción política en México?
Mi postura la he expresado muchas veces. Es necesaria la creación de un estado Palestino, no solamente porque la delimitación geográfico-política conlleva una responsabilidad político-militar, sino por la creación de un esfuerzo de convivencia entre vecinos. La paz que se ha firmado hace años entre Israel y Egipto demuestra que esto es posible.
Entiendo que en ambos bandos están bien posicionados aquellos que se oponen a la creación de una vida armónica y aprovechan cualquier oportunidad para sabotear las iniciativas de paz, eso buscó por ejemplo el asesinato del sionista Rabin que empujaba para lograr la paz y eso logra Hamas cada vez que siente que Al Fatah se acerca a un acuerdo; y entiendo muy bien que las posturas recalcitrantes que se expresan en muchos medios de comunicación no consideran la complejidad del problema y se contentan con censurar a Israel.
Con todo respeto y afecto te comento que la comparación entre Gaza y Ciudad Juárez es falaz. ¿El tema mi respetado Juan Miguel es el del número de muertos o el hecho que un gobierno electo como Hamas se dedique a agredir de una manera violenta y sistemática a su vecino? Qué debe hacer el vecino para no agredir a un grupo que explota su martirologio ¿cruzarse de brazos para no incitar la crítica furibunda de aquellos que mal esconden su odio?
Mi postura sobre Juárez ha quedado siempre clara y este no es el espacio para volver a ella, pero me parece un despropósito considerar que el conflicto de Gaza se reduce a censurar el bombardeo israelí. Veo con interés que los censores de Israel han decidido guardar silencio frente a la corrección de la ONU sobre operaciones muy publicitadas en la guerra y que resultaron falsas –el caso de la escuela bombardeada por ejemplo-. Veo sin mucha sorpresa el silencio frente a las provocaciones de Hamas -¿se valdrá decir musulmanas así como dicen que hubo un ataque judío?- y el silencio rotundo cada vez que un suicida se explota, o lanza un tractor contra civiles israelíes. Esta apología implícita del terrorismo me hiela la sangre.
Tú estuviste en la guerra y sabes que esta se hace para ganarse. Sabes que soy pacifista y que censuro la guerra. Pero no dejo de preguntarme ¿qué es lo que hubiera sido aceptable como acción del gobierno de Israel frente a los cientos de misiles sobre la población civil del Negev? Concluir que hay más muertos en Juárez que bajo ese bombardeo parece una falacia, comparémosla con los accidentes automovilísticos y entonces parecerá inexistente.
Lo que planteas como chiste no es tal. Sabes bien que conozco el tema del humor político y tu pregunta para no perder seriedad debió haber incidido en la sensibilidad del mundo judío frente a la agresión, inclusive hasta dimensionar a críticos honestos como tu. Por supuesto que es incorrecto calificar de antisemita cualquier crítica contra Israel o sus gobernantes, pero no me parece que sea el caso. Israel tiene perdida la batalla mediática y mal haría en preocuparse de lo que digan los observadores, algunos my poco acuciosos. En Israel hay una libertad que no se encuentra entre los países musulmanes y mucho menos en países que se reputan democráticos.
Te saludo con el afecto de siempre con la conciencia que compartimos un propósito libertario, igual que ese que llevó a tu amigo Harry Fisher a las trincheras en la lucha por la libertad.
Judíos y musulmanes, israelíes y palestinos,
ultima y definitiva respuesta a Samuel Schmidt
por Juan Miguel de Mora
Samuel, los griegos decían que los dioses ciegan a quienes quieren perder y yo comienzo a sospechar que están cegando –o ya lo hicieron- al gobierno de Israel y a sus defensores. De no ser así ya hubiesen visto que quien está ampliando y profundizando el canallesco y viejo sentimiento antijudío en el mundo es, precisamente, el gobierno de Israel desde que se creó su estado y se expolió a los palestinos de sus casas y sus tierras. Y esto no es discutible: negarlo sería mentir a sabiendas.
Lamento decirlo, pero todos tus argumentos caen en lo mismo de siempre: el sofisma, derivar conclusiones de hechos que no son los que las motivan. Perdóname, pero asesinatos masivos como los de Sabra y Shatila no son cuestión de diferencias sino DE CONDENA TOTAL Y SIN PALIATIVOS. Lo que haga ETA en el País Vasco nada tiene que ver con lo que sucede entre Israel y sus vecinos. Establecer diferencias AHORA entre Al Fatah y Hamás y Hezbolá es muy cómodo porque el lector medio ya se olvidó de cómo fue tratada Al Fatah por Israel y cómo fue perseguido Yasser Arafat, de quien aún no está clara la causa de su muerte.
Y en cuanto a la posibilidad del estado palestino con el que tú estás de acuerdo, según me dices, no son los constantes asentamientos judíos en territorio palestino la mejor forma de fomentarlo.
Además, aquello de que combatir al narco en Ciudad Juarez podría ser bombardeando la ciudad y matando hombres, mujeres y niños no es tan lejano de Gaza como tú lo presentas: en Gaza, como en Ciudad Juárez, sólo una minoría es culpable y pagan, ahí sí, justos por pecadores en una desproporción absurda e irracional, y lo mismo sería en Ciudad Juarez: una minoría de delincuentes combatidos brutalmente matando a todos, culpables e inocentes. Que Hamás haya ganado las elecciones se debe indudablemente al trato que el gobierno de Israel viene dando a los palestinos desde que se instaló allí, y no justifica el asesinato de mujeres y niños. Como no lo justificaría en Juárez, aunque allí no hubiese elecciones.
El diario Haaretz (que ha tenido muchos problemas con los sucesivos gobiernos de Israel) ha aportado una serie de testimonios sobre la barbarie de los soldados israelíes narrada por varios de ellos mismos, de los que se atrevieron a relatar los hechos. Casi un millar de civiles desarmados fueron asesinados en Gaza. Los testimonios hablan de crímenes, destrucción de viviendas, asesinatos deliberados de ancianas… Y no estés tan seguro de los rabinos. Dice un testimonio: “También influyeron las consignas de rabinos que conminaban ‘a no tener piedad’ ”.
Pero dejaré que un judío, Gerald Kaufmann, criado como judío ortodoxo y sionista, cuya familia fue asesinada en el Holocausto, diputado británico, sea quien ponga fin a esta polémica con lo que dijo en la Cámara de los Comunes durante la guerra en Gaza:
-“Señora vicepresidenta: mi abuela no murió para encubrir a soldados asesinando a abuelas palestinas en Gaza… Los palestinos son tratados como basura… La solución no es la conquista, el verdadero objetivo de los israelíes, que no pueden lograr. Sus gobernantes no son sólo criminales de guerra. Son idiotas.”
Juan Miguel de Mora. Ciudad de México.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 15 Marzo 2009.