Titulo original: Raging Bull
Nacionalidad: Norteamericana
Año: 1980
Dirección: Martin Scorsese
Guión: Paul Schrader y Mardik Martin. Libro “Raging Bull: My Story”: Jake LaMotta, Joseph Carter y Peter Savage.
Interpretación: Robert De Niro (Jake La Motta), Cathy Moriarty (Vickie Thailer), Joe Pesci (Joey La Motta), Frank Vincent (Salvy Batts), Nicholas Colasanto (Tommy Como).
Música: Varios.
La película Toro salvaje de Martín Scorsese puede considerarse sin género de dudas una de las obras maestras del cine más actual.
El director optó por filmar esta película sobre boxeo en blanco y negro creando una escenografía ambientada en los años 40-60 y que recrea con acierto y realismo la vida de este púgil. A pesar de que en un principio se puede pensar que el blanco y negro resta fuerza y efectismo a las imágenes, el resultado es todo lo contrario, las dota de una belleza documental y recrea a la perfección el ambiente de las películas de los años 40 con claras diferencias respecto a las películas coetáneas a la suya sobre el mundo del boxeo como es el caso de Rocky o Campeón y asemejándose a títulos clásicos sobre este deporte como Marcado por el odio o El ídolo de barro.
El director Martín Scorsese se obsesionó con la historia de este boxeador tras leer el libro autobiográfico sobre su vida y no cesó en su empeño hasta que consiguió comprar los derechos de la obra y consiguió financiación para poder llevar la historia a la gran pantalla. La duración de la película es de 120 minutos y al estar narrada con un ritmo ágil y una estructura muy dinámica, no se hace tediosa en ningún momento.
La película nos narra la vida del boxeador Jake La Motta desde sus inicios en el mundo del boxeo hasta conseguir el título de campeón de los pesos medios; todo un bagaje profesional complementado por una vida personal turbulenta con dos matrimonios rotos, por su vinculación con el mundo del hampa y por una complicada relación personal y profesional son su hermano Joey. Se puede pensar que una película de boxeo y más en la década de los 80, era una temática demasiado masticada ya por el espectador, pero el acierto del director consiste en el manejo de la cámara y en la manera de plasmar unas imágenes que quedan grabadas en la retina del espectador por su crudeza, realismo y belleza poética; las escenas de boxeo son mostradas con toda su crudeza visual y en otras ocasiones el realizador opta por recurrir a la elipsis como mejor manera de mostrar la virulencia de los combates; un claro ejemplo es el combate en que Jake La Motta pierde su título contra Sugar Ray Robinson y este le destroza física y moralmente; en algunos planos el objetivo de la cámara no se recrea en el aciago suceso sino que se desplaza de la cara del protagonista al cuadrilátero, al ring y a las cuerdas para mostrarnos como la sangre cae chorreando y se desliza por las piernas del luchador provocando el mismo efecto que si estuviese enfocando directamente el rostro desfigurado del protagonista.
La película cosechó dos merecidos aunque escasos Óscar: al de mejor actor principal para Robert de Niro y al de mejor edición-montaje para Thelma Schnoomaker; la película también estuvo nominada en los apartados de mejor actriz de reparto, mejor actor de reparto, mejor director, mejor película, mejor fotografía y mejor sonido.
Los intérpretes principales del film son Robert de Niro, Joe Pesci, Cathy Moriarty, Frank Vincent, etc; el guión fue escrito por Paul Schrader y se basó en el libro autobiográfico del boxeador Jake La Motta que escribieron Joseph Carter y Peter Savage en colaboración con el propio La Motta; la fotografía en blanco y negro corre a cargo de Michael Chapman.
Mención aparte merece la espléndida banda sonora que adorna toda la película desde el prólogo inicial hasta el epílogo (monólogo) final del personaje; la película arranca al ritmo del famoso Intermezzo de Cavalleria Rusticana del maestro Pietro Mascagni, presentándonos al púgil en el cuadrilátero dispuesto para la lucha; por tanto como elementos propios del film figuran la banda sonora y los espléndidos efectos sonoros; la música “actúa” durante toda la película como elemento de acompañamiento de los diferentes estados de ánimo del protagonista y discurre por sus diferentes etapas y vivencias. Scorsese escogió temas del amplio repertorio de las obras del compositor Mascagni, que siempre le habían fascinado desde su niñez y también escogió melodías del saxofonista Louis Prima.
Scorsese, llegó a convertirse gracias a películas como éstas en autor de culto en la década de los 80 y 90. Desde su infancia se refugió en las películas debido a los problemas de asma que padecía que no le permitían participar en las actividades propias de un niño normal, por lo que fruto de esta fascinación por el cine fue su decisión de matricularse en la escuela de cine de la Universidad de Nueva York. Por 1968 dirigió ya su primer largometraje ¿Quién llama a mi puerta? y en 1973 rodó Malas calles película que cosechó muy buenas críticas y que le consagró como uno de los nuevos talentos del cine norteamericano; en el film ya aparecen algunos de los rasgos característicos del estilo del director. 1974 supone el año de su consagración con la película Alicia ya no vive aquí. Su filmografía se completa con cintas como Taxi Driver, El cabo del miedo, La edad de la inocencia, El color del dinero, la polémica La última tentación de Cristo, las más recientes El aviador, Infiltrados (por esta última consiguió el Óscar al mejor director en 2007) y un largo etcétera; en muchas de ellas aparece su actor fetiche Robert de Niro de cuya estrecha colaboración ha quedado constancia en más de diez películas. Actualmente Scorsese está rodando la cinta The Winter of Frankie Machina y en ella volvería a colaborar con Robert De Niro, tras su última colaboración juntos en Casino; sus últimas películas aunque no llegan a la categoría cinematográfica de sus inicios son buenas películas que llevan el inconfundible sello del autor y que en su mayoría están protagonizadas por Leonardo Di Caprio que se ha convertido en el actor más recurrido por él en sus últimos años.
La transformación física de Robert de Niro para caracterizar la vida de este boxeador ha pasado a formar parte de las leyendas del cine: el actor llegó a engordar más de 30 kilos para encarnar a la perfección la última etapa de la vida de Jake, y su peso oscila según el personaje va atravesando por los diferentes periodos de la vida de La Motta: desde sus inicios y su ascenso al estrellato junto con sus sonoros fracasos pugilísticos hasta su cénit con su retirada del boxeo y ejerciendo de showman en clubes nocturnos en Las Vegas. Robert de Niro, el actor que interpreta el rol principal, estudió cine con los maestros Lee Strasberg y Stella Alder y su reconocimiento artístico le vino cuando protagonizó la película de su amigo y mentor Scorsese Malas calles, que le dio prestigio y reputación; a partir de ahí ha intervenido en un centenar de películas entre las que destacan Taxi driver, Despertares, El cabo del miedo, Érase una vez en América, Frankenstein, etc, y ha recibido dos Óscars en toda su trayectoria: uno por su interpretación de La Motta en Toro salvaje y otro por su interpretación del joven Vito Corleone en El padrino II.
Toro salvaje es una historia triste, terriblemente amarga, sobre la figura de un hombre vencido por su propia inseguridad. Scorsese lejos de intentar llevar a la pantalla a héroes estereotipados y convencionales, retrata el alma humana sin ambages, desnudando su cruel naturaleza y mostrando con ello la faceta más autodestructiva de la psicología humana. A lo largo de la cinta contemplamos el descenso a los infiernos de un personaje al que pronto le llega la fama y cae abatido por sus propias obsesiones, un neurótico obsesionado por la supuesta infidelidad de su segunda mujer Vickie (Cathy Moriarty). Es indudable que Scorsese planteó con «Toro salvaje» un film muy arriesgado tanto estructural como dramática y narrativamente. La trama se inicia con la presencia de un envejecido La Motta actuando en un local, mientras que pronto retrocede en flash-back, contándonos su trayectoria como púgil en la cima de su carrera hasta el momento en que debe recurrir al hampa para poder competir por el título de campeón de peso medio, momento que marca su caída profesional y personal; todo ello se sostenta en base a una evolución narrativa de variable oscilación dramática, lo cual le otorga una singularidad de ritmo. A Scorsese no le interesa en demasía mostrar en el film su carrera fulgurante como figura del boxeo, sino que lo que realmente le interesa es mostrarnos su trayectoria vital, la espiral autodestructiva en la que cae y cuyas culpas purga a golpes en el ring como tabla de salvación para liberar sus fantasmas y redimir sus penas. El protagonista acaba siendo víctima de sí mismo de esa furia incontenible, de su inseguridad y de una violencia patológica a la que también sucumbe su segunda mujer, interpretada espléndidamente por Cathy Moriarty y su hermano y manager, con un Joe Pesci que da la réplica perfecta a De Niro haciendo el papel de hermano y manager. La relación entre los hermanos está muy lograda en el film, no sólo por las grandes actuaciones de los dos, si no porque las imágenes y diálogos entre ellos son brillantes y muy logrados y reflejan a la perfección la cotidianidad de sus vidas y la relación de dependencia que La Motta tenía con él y como ésta se trunca debido a las paranoias del boxeador.
Las escenas de combate están rodadas de diferentes maneras, dependiendo del estado anímico del protagonista o del momento vital en la vida del personaje; así en algunas escenas el movimiento de cámara se ralentiza, dotando a las imágenes de más fuerza; en otras ocasiones la cámara se distancia del protagonista y se sale casi del cuadrilátero para resaltar la soledad del personaje; en otras ocasiones la cámara se le acerca en exceso para que participemos más de la crudeza y la furia del púgil y en otras recurre a la elipsis para mostrarnos indirectamente mediante diferentes planos y escenas lo que le está ocurriendo al protagonista sin mostrarle directamente.
Para los que no hayan visualizado nunca la cinta, es muy recomendable la última edición que ha salido a la venta de este film en DVD y que supone una delicia para los amantes del cine, porque se sumerge en el proceso de creación y postproducción de la cinta y contiene entrevistas con el equipo de rodaje, así como una entrevista con el auténtico Jake La Motta en donde nos cuenta sus impresiones acerca del film y de la recreación de su vida en la gran pantalla.
En definitiva Toro salvaje no es sólo una película de boxeo, es mucho más, es una película que rebosa dramatismo y emoción; es la historia de un hombre que se encumbra en las mieles de la fama y de la gloria mundial y que es arrastrado a los abismos por su carácter neurótico y posesivo, que es víctima de su propia naturaleza que le llevará a la soledad más profunda lejos de los seres que alguna vez le quisieron y que busca en el ring su manera de expiar sus culpas y de flagelarse contra sus propias miserias.
Mari Luz Rodríguez García. Avilés, Asturias.
Colaboradora, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 1 Agosto 2008.