La campaña electoral en Madrid subió de tono cuando el pasado miércoles, en uno de los debates televisados en la primera cadena, el candidato del PSOE a la alcaldía, Miguel Sebastián, hizo una pregunta al candidato del PP, Alberto Ruiz Gallardón; pregunta que incomodó bastante al actual Alcalde de Madrid. Sebastián le pregunto si había mantenido alguna relación, en materia de urbanismo, con alguien que estuviese implicado en la Operación Malaya, al tiempo que mostraba una revista en cuya portada podía verse la cara de Montserrat Corulla. Gallardón, muy afectado y afeando la conducta de Sebastián, intentó desviar la pregunta diciendo que no contestaba asuntos personales. La pregunta fue reiterada, aunque no hizo mover ficha al Alcalde madrileño.bEs cierto que los asuntos personales no deben ser motivo de debate político, pero el candidato del Partido Socialista dejó claro desde el principio que se dirigía a “relaciones urbanísticas”. Gallardón pudo contestar, pero al parecer no quería o no podía hacerlo; prefirió desviar la atención, aunque lejos de conseguirlo se ha puesto en el ojo del huracán. Saber las relaciones urbanísticas que mantuvo con cierta persona implicada en el caso Malaya es asunto que interesa a todos, no sólo a los madrileños. Las transacciones públicas deben hacerse con la debida limpieza y transparencia en un estado democrático y ciertas amistades pueden ser muy peligrosas. A toda persona implicada en el caso Malaya hay que ponerla en cuarentena antes de negociar cualquier asunto urbanístico. No podemos pasar por alto que el pueblo de Marbella ha sufrido un colosal desfalco; robo de guante blanco que ha llevado a numerosos personajes a los tribunales. La pregunta de Sebastián fue procedente; no estaba preguntado por ningún tipo de relación personal ni la señora Corulla es una abogada cualquiera. A la señora Corulla los tribunales la han relacionado con el señor Roca, ya que cumplía a la perfección la función de testaferro en los asuntos del cerebro del caso Malaya; dicha señora fue arrestada y salió bajo fianza de 60.000 euros.
Pero los tentáculos de algunos personajes llegan lejos y en Madrid, la bogada fue representante de una entidad que compró el Palacio de Villagonzalo y el frontón de Beti Jai. La abogada se jactó, en numerosas ocasiones, de que mantenía muy buenas relaciones con Gallardón, que incluso comían juntos con frecuencia. El Palacio de Villagonzalo, considerado un monumento histórico y arquitectónico, ha sido reconvertido sin ningún problema en un lujoso hotel aumentando su edificabilidad en 800 metros y, por supuesto, su plusvalía; naturalmente tuvo que intervenir el Director de Patrimonio Histórico de la Comunidad para dicha reconversión. En cuanto al frontón Beti Jai, también medió en su compra la señora Corulla para hacer otro hotel, aún sabiendo que hacía falta una recalificación; gestión que tuvo que hacerse después de la compra. Cuando Miguel Sebastián habla de “trato de favor”, no dice ninguna tontería. Visto lo visto, está claro que entre la avispada abogada y el Alcalde madrileño existió una relación que fue más allá de la amistad.
Bien podríamos decir que el caciquismo reconvertido está en su máximo esplendor con el auge especulativo. No hay que olvidar lo que pasó hace cuatro años en la Comunidad madrileña. “El Tamayazo” hizo saltar por los aires la decisión de los votantes madrileños por los trásfugas Tamayo y Sáez; había demasiados intereses en juego para dejar un territorio tan importante y más cuando se anunciaba un cambio en la ley del Suelo.
La pregunta de Sebastián eclipsó el resto de las ofertas y lo que resulta más curioso es que la pregunta no la hiciese Ángel Pérez, candidato por IU a la alcaldía de Madrid. Muy modosito él, no parecía estar dispuesto a confrontar con Gallardón en materia urbanística. Un debate a tres, que más pareció de dos. Pérez, dando un perfil tranquilo y de seriedad dijo que no entraba en esos debates y prefería dar a conocer las ofertas de IU a los madrileños; eso está bien, pero no hay que olvidar que el urbanismo es materia política de gran calado y trascendencia para los ciudadanos, sobre todo para los que necesitan una vivienda. La especulación, las mordidas, y todo lo que se mueve en torno al ladrillo, repercute en el precio de los pisos. Esas cuestiones no pueden silenciarse u orillarse porque marcan la diferencia. Seriedad toda la que se quiera, omisiones relevantes ninguna, máxime cuando la gestión de Galladón en Madrid con las obras del la M 30 ha dejado al pueblo madrileño hipotecado para 30 años.
Y entre réplicas y contrarréplicas el candidato del Partido Socialista a la Alcaldía de Madrid, dice que sólo ha dado dos pistas y amenaza seguir hablando de otros asuntos. Veremos en que acaba todo esto. La campaña electoral en Madrid sube de temperatura. Mientras en Cádiz los 1.500 trabajadores de la factoría Delphi siguen en lucha por la defensa de sus puestos de trabajo. La empresa dice estar en crisis, pero ya sabemos que es el pretexto para volar a otros territorios donde los salarios bajos y la legislación les permitan sacar muchos beneficios en poco tiempo. El caso Delphi y su solución ha entrado en las promesas electorales de todos los partidos. Tiempo al tiempo.
Teresa Galeote. Alcalá de Henares, Madrid.
Redactora, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 21 Mayo 2007.
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