Moldavia en la encrucijada europea – por Edmundo Fayanás

Moldavia es un país con una extensión de 33.700 km2, y una población de 4,4 millones de habitantes. Se calcula que un millón de ellos, se encuentran como emigrantes en el extranjero. Hay dos grupos étnicos: por un lado los moldavos, que culturalmente son rumanos y por el otro lado los de la región del Transdniéster que son mayoritariamente eslavos (rusos y ucranianos).

Su población es de religión cristiana ortodoxa (el 98%). Tiene una renta per cápita de 1.500 euros anuales. En los últimos cuatro meses, medio millón de moldavos han solicitado visado en Rumania para así poder acceder libremente a la Unión Europea. Moldavia es un país económicamente deprimido, con un crecimiento del PIB del 7%, en 2006, una inflación del 12% y su PIB total ronda los 2.400 millones de euros anuales.

Remontándonos en la historia, vemos como en octubre de 1924, la Unión Soviética formo la RSSA de Moldavia dentro de la RSS de Ucrania, territorio comprendido entre los ríos Dnister y Bug, otorgando amplios derechos a la minoría rumana. Con el pacto Molotov-Ribentrop, es decir, Unión Soviética y el Tercer Reich alemán, los territorios rumanos al este del río Prut quedan bajo dominio soviético. En agosto de 1940, se crea la RSS de Moldavia, comprendiendo los territorios ubicados entre los ríos Dniéster y Prut, separándose de Ucrania.

Al acabar la segunda guerra mundial en 1945, la URSS recupera Moldavia y se reorganiza la RSS de Moldavia. Gran parte de las clases dominantes moldavas en la época de Stalin así como miles de trabajadores moldavos son asesinados o deportados a Siberia y a las estepas de Kazajistán. Estos deportados son sustituidos por ucranianos y rusos que se instalan fundamentalmente en el Transdniéster. Pocos meses después del golpe de Estado en la Unión Soviética de mayo de 1991, Moldavia se declara independiente.

Con la caída de la Unión Soviética, se está produciendo el proceso de descomposición y de independencia en bastantes territorios, no sólo en la parte europea sino también asiática. Como consecuencia de ello, hay actualmente cuatro territorios que permanecen aislados en el espacio exsoviético y enquistado en el tiempo. El Alto Karabaj, Abjasia, Osetia del Sur y el Transdniéster. Las Naciones Unidas tienen pacificadores en Abjasiam, y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) observadores en el Alto Karabaj, Osetia del Sur y el Transdniéster.

En el años 1992, tras intentar reunificarse con Rumania, estalla una guerra civil en el Transdniéster, lugar donde hay una importante minoría rusa.

La República de Moldavia es, desde 1990, el país más pobre de Europa. Más de la mitad de su población vivía, en el 2002, por debajo del umbral de la pobreza y la mayor parte de ellos están en una situación de pobreza extrema. Su esperanza de vida en hombres es de 61 años y en mujeres de 69 años. La mortalidad infantil menor de cinco años es del 3,2% cifra muy significativa de la situación sanitaria y social del país.

Los moldavos tienen el problema del Transdniéster que es un territorio situado entre la frontera de Ucrania y la ribera izquierda del río Dniéster. Este territorio tiene una extensión de 4.163 km2 y una población de 550.000 habitantes mayoritariamente eslava. Su capital es Tiraspol, que fue fundada por los rusos en el siglo XVIII. Esta región fue conquistada por los rusos al Imperio Otomano. Este territorio nunca formo parte de Rumania, tal como sucedió con Besarabia, que ocupa una parte muy importante del territorio de Moldavia.

El Transdniéster es la zona más industrial y próspera de Moldavia, pero al iniciarse la perestroika, el nacionalismo pro-rumano se convierte en la tendencia dominante. Se rompe así la diversidad histórica y cultural que caracteriza a estos territorios. Este es el origen del proceso separatista de esta región que se quiere integrar en Rusia y separarse de Moldavia.

El Transdniéster no tiene frontera directa con Rusia, pero se une a ellos en proyectos como el control del gaseoducto que cruza su territorio en dirección a los Balcanes. Grazpom (gran empresa energética rusa) posee la mayor central eléctrica y esta región espera el apoyo ruso para conseguir progresar y desarrollarse económicamente.

En esta región se habla mayoritariamente el ruso pero también el ucraniano y el rumano. En Moldavia domina la modalidad dialectal del rumano. Hablándose el moldavo que se escribe con caracteres cirílicos. La guerra surgida dentro del rumano moldavo escrito con caracteres latinos o cirílicos no tiene que ver con la lingüística sino con la política. Así los defensores del moldavo escrito con caracteres latinos son vistos como conspiradores extranjeros y se les dificulta su expansión.

Los dirigentes moldavos afirman que los partidarios de la unión con Rumania son hoy minoría. Se constata, sin embargo, fuertes tensiones entre los sectores pro-rumanos y la elite política moldava. Es un hecho el aluvión de moldavos sobre Rumania con la finalidad de conseguir pasaporte de la Unión Europea y emigrar a ella.

El Transdniéster es de hecho un Estado independiente desde hace quince años donde se han creado los símbolos necesarios, como son una moneda propia, ejército y otros activos fiscales y económicos todo bajo la tutela rusa. Todavía quedan en este territorio tropas del decimocuarto ejército ruso.

Últimamente se ha observado que las relaciones entre Rusia y Moldavia han mejorado ostensiblemente. Tras cortejar el gobierno moldavo a occidente, parece que está volviendo a la esfera rusa. Se piensa que el conflicto del Transdniester se estaría resolviendo con el regreso de los moldavos a la protección rusa.

El actual gobierno moldavo se afianzará y se sentirá seguro siempre que Rusia le siga prestando apoyo económico y le subvencione con sus fuentes energéticas. Como vemos se está produciendo una lenta pero gradual integración de Moldavia con el Transdiniéster mediante un desarrollo económico y un acercamiento a Rusia, en vez de buscar una rápida federalización de Moldavia que probablemente diera lugar a un Estado moldavo no viable. Desde mi punto de vista la solución pasa por un proceso de democratización junto al desarrollo económico del país, y las políticas europeas deberían ir encaminadas a favorecer este proceso de estabilización, pues evitaremos un conflicto junto a nuestra frontera.

Edmundo Fayanás Escuer. Pamplona.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 11 Mayo 2007.

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