En los límites de la realidad – por Francesc Sánchez

El atentado de ETA en Barajas ha roto el alto el fuego que ésta misma organización proclamó nueve meses atrás. Y lo ha hecho de la forma más vil y cobarde que puede haber, sin avisar previamente del fin de una tregua que había dado enormes esperanzas a muchos, poniendo una bomba en unos aparcamientos del aeropuerto más transitado del país, y asesinando a dos obreros ecuatorianos que por una u otra razón no se percataron del desalojo, pudiendo provocar una masacre igual o superior a la que ésta misma organización perpetró años atrás en Hipercor.

La respuesta al atentado de la izquierda aberzale ha sido como siempre pésima y cínica. La lamentación ante el asesinato ni és ni ha sido nunca suficiente en su caso, y esto ellos lo saben perfectamente. Porque la banda armada por su pretendida causa de liberación nacional, al mismo tiempo que también los coacciona, emocionalmente y a través de las armas como a tantos otros, mantiene apoyos y simpatías entre la izquierda aberzale. Por esto Batasuna sigue y seguirá ilegalizada, no porque tal como dicen se reprima al pueblo vasco, si no porque es una organización política que consiente a la banda armada y no tiene voluntad de ser libre.

El comunicado emitido por ETA, un día después de que Arnaldo Otegi le pidiera que respetara el alto el fuego, traspasa los límites de la realidad, porque reconoce que pusieron la bomba pero mantiene que no tenía intención de matar a nadie. Porque rompe el alto el fuego pero dice mantener el alto el fuego. Con elementos así, al igual que con los niños que aún no han formado correctamente su mente y anteponen continuamente sus deseos a la realidad, no se puede negociar nada.

En el terreno político legal, todos los partidos han apoyado al gobierno, pero como siempre y lamentablemente, requiere una mención especial el Partido Popular. Condenan el atentado pero cuestionan al gobierno, porque según ellos andan perdidos, y por eso no le brindan su pleno apoyo en lo que éste vea necesario. Esto es solidaridad y sentido de estado y lo demás son tonterías.

El actual gobierno dentro de las lógicas limitaciones del ordenamiento jurídico, que emanan del estado de derecho y en última instancia de los pueblos español y vasco, siempre ha mantenido una buena disposición para dialogar con los más empecinados en éste conflicto. El acercamiento de presos, los beneficios penitenciarios, y la vuelta a la política institucional de la izquierda aberzale, eran hasta ahora elementos que entraban dentro de lo posible. Pero el atentado ha volado todo esto por los aires.

El presidente Zapatero debe de tener firmeza. Con las condiciones que se dan no puede dialogar ni negociar con esa banda armada. Los partidos políticos y las organizaciones sociales, por encima de sus lógicas diferencias, deben de mantener la unidad contra el terrorismo. En ningún momento ésta cuestión debería dividir o enfrentar a nadie. Mucho menos en el momento de querer organizar movilizaciones para expresar en las calles la voluntad implacable que tienen los ciudadanos de querer que se termine ya ésta locura. Las fuerzas policiales y la justicia deben de apresar y juzgar a los que llevaron a cabo el atentado. Todo lo demás ahora es irrelevante.

Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 12 Enero 2007.