Israel emprende una serie de operaciones militares contra infraestructuras civiles en el Líbano, con el pretexto de defenderse de los ataques de la milicia de Hezbollah en el norte del país. Mientras la comunidad internacional condena la captura de dos soldados israelíes en el Líbano ocupado por la milicia, parece avalar las operaciones militares de Israel, ?en unos casos? justificandolas, y ?en otros? guardando un omnimioso silencio.
– Inminente invasión terrestre israelí del Líbano.
– El ejército libanés defenderá el Líbano al lado de Hezbollah.
– Condolezza Rice se alinea con las tesis israelíes. – seguir leyendo
Cronología de la guerra: – 12-13 Julio – 14-15 Julio – 16-17 Julio – 18-19 Julio – 20-21 Julio
– Las dos caras de la verdad de la política de Bush – por Enrique Gónzalez
– Movilizaciones para parar los ataques israelíes sobre el Líbano y Palestina
Palestina:
– Palestina: ocupación y masacre – por Teresa Galeote
– La tragedia del pueblo palestino – por Sami Naïr
Anteriores:
– Gaza después de una retirada
– El ejército sirio se retira de El Líbano
– La claudicación del León de Damasco – por Francesc Sánchez
Suplemento: – Oriente Próximo: Conflicto palestino – israelí
El ejército israelí ?a las 12:30 horas de ayer? invadió el sur del Líbano para buscar a dos soldados, capturados horas antes por la milicia libanesa de Hezbollah. Acciones armadas de la artillería y la aviación israelí desde ese momento se han desarrollado en el sur del Líbano.
El primer ministro israelí, Ehud Olmer, que ha considerado la acción de Hezbollah como un acto de guerra de un Estado soberano, ha anunciado acciones militares “de castigo severas” contra posiciones de Hezbollah e infraestructuras civiles.
La captura de los dos soldados israelíes se produjo a las 9 de la mañana (hora local), cuando el ejército israelí empezó a atacar posiciones de Hezbollah en el sur del Líbano, momentos después de producirse unos ataques con cohetes katiushas ?no reconocidos como propios, según Hezbollah? sobre el norte de Israel, que causaron la baja a un número indeterminado de soldados israelíes. Los hechos probados describen un ataque de Hezbollah a posiciones militares israelíes en Shebba, una localidad libanesa ocupada por Israel desde el año 1967. En estos tiroteos, en los que al menos 8 soldados israelíes perdieron la vida, fueron capturados los dos soldados.
Hasan Nasralá, secretario general de Hezbollah, ha asegurado que los dos soldados israelíes se “están lejos, en lugar seguro”. Nasralá, el que ha estado en contacto en todo momento con el gobierno libanés, ha emplazado a Israel a establecer “negociaciones indirectas” como “el único modo para liberar a los soldados”.
Hasan Nasralá para terminar ha manifestado: «No queremos una escalada de la violencia ni una guerra, pero si Israel la quiere, estamos preparados para ello, mucho más de lo que ellos imaginan».
Los bombardeos israelíes contra posiciones de Hezbollah en el Líbano, por aire mediante la aviación y por tierra con la artillería, tienen como objetivo “incomunicar” los territorios del sur del Líbano con el resto del país. Estas acciones armadas, sumadas a la entrada de un número indeterminado de soldados israelíes en territorio libanés y a la amenaza de una operación de castigo a gran escala, de facto muestran el inicio de una invasión israelí sobre el sur del Líbano.
Paralelamente a estas acciones de guerra en el Líbano, el ejército israelí continúa sus sangrientas ofensivas en el territorio palestino de Gaza, provocando en los últimos días no menos de treinta muertes. El estacionamiento de tropas en las localidades de Jan Junis y Dier al Balah divide de facto el territorio en dos partes.
El gobierno libanés pide «el fin de las hostilidades», pero Israel se limita a relacionar las acciones de Hezbollah con Siria e Irán.
EEUU y la Unión Europea piden la «liberación inmediata de los dos soldados capturados por Hezbollah», sin embargo omiten toda condena a los ataques israelíes contra el Líbano. La única diferencia parece estribar entre los que subrayan el «el derecho a defenderse de Israel» (George W. Bush) y los que consideran que la respuesta israelí es desproporcionada (europeos).
La aviación del ejército israelí bombardea la sede de Hezbollah en Beirut. Tras la acción el gobierno de Ehud Olmer manifiesta que “Hasan Nasralá ha muerto”, sin embargo éste resulta ileso y comunica por la televisión libanesa “el inicio de una guerra abierta contra Israel por ésta acción”.
El gobierno sirio ha comunicado a sus homólogos libaneses que “cuenten con toda la ayuda que encuentren necesaria”. Irán por su parte, ha advertido que si Siria es atacada, será considerado como un ataque a todo el mundo islámico.
El Líbano está prácticamente incomunicado por el acoso que ejerce el ejército israelí por tierra, mar y aire. La aviación israelí ha bombardeado el aeropuerto civil de Beirut, la autopista hacia Damasco, un número considerable de puentes y otras infraestructuras. La marina israelí ha empezado a ejercer también un bloqueo marítimo; los buques de guerra disparan también contra objetivos en tierra.
Por su parte la milicia de Hezbollah ha dejado fuera de juego una corbeta de la marina israelí; por esta acción se han reportado al menos 4 bajas. Asimismo la milicia ha empezado a lanzar cientos de cohetes katiushas sobre el norte de Israel, que han causado algunos heridos entre la población civil; en Haifa y otras ciudades israelíes la población se ha trasladado a refugios.
Los libaneses del sur han empezado a trasladarse a Beirut, y muchos de los que vivían en esta ciudad han decidido irse al norte del país. Los extranjeros tratan de salir del país a través de la frontera siria por las vías de comunicación que no han sido bombardeadas.
La cifra de víctimas mortales civiles en el lado libanés asciende a más de 100, el número de heridos es indefinido.
Se realiza una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sin embargo, EEUU veta la resolución que pedía «el cese de las hostilidades», por considerarla «desequilibrada».
Una serie de cohetes lanzados por Hezbollah alcanzan las ciudades de israeliés de Haifa y San Juan de Acre. En Haifa estos cohetes caen en una estación de ferrocarril y matan al menos a ocho personas.
Ante el ataque a Haifa, Olmert asegura que «habrá importantes consecuencias para el Líbano». Los bombardeos sobre el sur de Beirut se intensifican.
La policía israelí detiene al corresponsal de la televisión Al Yazira en el norte de Israel, acusado de emitir imágenes sobre el impacto de los cohetes en Haifa.
Por la tarde el gobierno israelí presenta al gobierno libanés, por mediación de Italia, una propuesta de alto el fuego. Olmert condiciona la tregua a la liberación de los dos soldados israelíes capturados por Hezbollah, y al repliegue de las milicias hasta el norte del río Litani.
El emisario de política internacional de la Unión Europea, Javier Solana, llega por sorpresa a Beirut.
Nasralá en una nueva comparecencia en la televisión libanesa ha asegurado que «la guerra abierta continúa», señalando que «el ataque a Haifa es sólo el el principio».
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El ministro de exteriores español, Moratinos, se desplaza a Bruselas para reunirse con sus homólogos, con la intención de pedir «de manera urgente e inmediata el cese de todas las hostilidades en Oriente Próximo».
El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, respalda una idea surgida en la cumbre en la cumbre del G-8 en San Petersburgo: el envío de una fuerza militar de interposición para estabilizar la región, en el momento en que terminen las hostilidades.
Los bombardeos del ejército israelí han llegado hasta Trípoli y Abdeh, al norte del Líbano y a muy pocos kilómetros de la frontera con Siria.

En los ataques sobre Beirut y el sur del Líbano se ha utilizado fósforo blanco.
George W. Bush insiste en relacionar las acciones de Hezbollah con Siria e Irán. En una conversación indiscreta con Tony Blair en la cumbre del G8, afirmó que «había que presionar a Siria parar toda esa mierda de Hezbollah».
El número de victimas mortales entre los civiles en el lado libanés asciende a más de 200. La comunidad internacional sigue sin hacer nada útil.
Los bombardeos contra el Líbano prosiguen. La aviación israelí ahora ha añadido a la lista de “objetivos terroristas” todo tipo de camiones que desde Siria se dirigen hacia el Líbano. Han empezado a aparecer en los grandes medios de comunicación imágenes de barrios completamente destruidos al sur de Beirut; también impactantes secuencias y fotografías de civiles muertos por el impacto de las bombas, entre ellos muchos niños.
Un importante mando del ejército israelí ha manifestado que “la operación terrestre no está descartada”. Lo bien cierto es que durante todos estos días comandos israelíes se han adentrado en el territorio libanés para destruir posiciones de Hezbollah. La milicia libanesa ha continuado el lanzamiento de cohetes sobre la ciudad israelí de Haifa, causando daños materiales, pero sin notificarse muertes o heridos.
Los medios de comunicación israelíes han dejado entrever que los ataques podrían terminar dentro de unas semanas. Tiempo en el que se presume que la comunidad internacional podría enviar algún tipo de fuerza militar de interposición a la región. Esta posibilidad que se empezó a bajar en la cumbre del G8, parecería tener el beneplácito de Israel según las declaraciones de la ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni. No obstante no hay nada claro en el horizonte.
El gobierno norteamericano, coincidiendo con las tesis israelíes, insiste en responsabilizar de las acciones de Hizbollah a Siria e Irán, ofreciendo una imagen del estado libanés “preso de las ingerencias extranjeras”. Escenario nada propicio para una fuerza militar de interposición, que pretenda solucionar el conflicto, y muy cercano a la colaboración tacita con Israel en sus aventuras militares.
En el lado humano de la guerra, miles de libaneses han huido hacia Siria, y los extranjeros abandonan en masa el país. A tal efecto los norteamericanos, los británicos y los franceses han fletado para repatriar sus ciudadanos desde el puerto de Beirut. En este adiós de los extranjeros a El Líbano, el ejército israelí no decidido atacar. España también ha repatriado a los españoles en un último avión; los desgarradores testimonios de estas personas describen un Líbano machado por la maquinaria de guerra israelí.
El número de víctimas mortales israelíes hasta el momento llega a 25, 13 de ellas integrantes del ejército israelí. En Líbano última cifra conocida asciende a 227 personas, 24 de ellas integrantes del ejército libanés y la milicia de Hezbollah.
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Hoy día 19 de Julio ha sido la jornada de muerte más sangrienta desde que ha empezado esta nueva guerra, que parece no tener suficiente entidad para ser asunto prioritario en los estados occidentales, y en las cabeceras de muchos de medios de comunicación.




La aviación israelí ha seguido bombardeando el sur y el este del Líbano, la periferia de Beirut, y por primera vez el mismo centro de la capital libanesa. Ésta vez al menos 58 civiles se han convertido en objetivos terroristas. Hezbollah por su parte ha seguido lanzando cohetes sobre el norte de Israel, quitándoles la vida a dos niños israelíes.
Combates cuerpo a cuerpo. En la frontera del sudeste por primera vez se ha difundido oficialmente una incursión israelí dentro del territorio libanés, en el encontronazo con Hezbollah dos soldados israelíes y un miliciano han perdido la vida.
El primer ministro libanés, Fuad Sinora, ante un grupo de embajadores extranjeros ha hecho un llamamiento urgente para “pedir el fin de las hostilidades por motivos humanitarios”. Según Sinora “el país se ha quedado roto en pedazos”, “mil personas han resultado heridas y medio millón han huido de sus hogares”. Las perdidas económicas por la destrucción ocasionada por el ejército israelí, según el gobierno libanés, ascienden a más de 500 millones de euros.
En el terreno de la política internacional la inutilidad ha sido la tónica preponderante. Javier Solana ha visitado Israel sin conseguir nada. Los norteamericanos insisten en responsabilizar a Siria e Irán por los bombardeos sobre El Líbano. Y en España, Zapatero aún manteniendo una postura tremendamente moderada, ha sido acusado por el Partido Popular de antisemita y de alienarse bajo las tesis de Siria e Irán.
Sociedad. La ya consabida desaparición del NO A LA GUERRA tras la retirada de las tropas españolas de Iraq, parece –aunque aún muy débilmente- volverse a movilizar. A esos efectos algunas organizaciones políticas y sociales (Aturem la guerra, Paz Ahora)están empezando a plantear convocatorias y movilizaciones para pedir “el fin de los ataques de Israel sobre El Líbano y Palestina”.
Superados ya de lejos los más de 300 civiles muertos en el Líbano, los ataques los israelíes, lejos de interrumpirse, prosiguen cada vez con más intensidad. El último hito de la aviación israelí ha sido el lanzamiento de 23 toneladas de bombas, sobre lo que creían que era la guarida del jeque Hasan Nasralá, y según los libaneses no era más que una mezquita en construcción.
Nuevamente el líder de Hezbollah no se encontraba donde suponían, y lo que es más, según un comunicado de la milicia emitido por el canal de televisión libanés Al Manar, “ninguno de los dirigentes ha resultado herido hasta la fecha”. El propio Nasralá en una entrevista que le ha realizado Al Jazira, ha dicho: “Puedo confirmar sin exagerar… que la estructura de mando de Hezbolah no ha sido dañada”. Nasralá en la entrevista ha vuelto a remarcar que “los soldados israelíes no serán liberados, a menos que se produzca un canje con prisioneros libaneses y palestinos, que se fruto de unas negociaciones indirectas”.
Han vuelto a haber combates cuerpo a cuerpo en la frontera entre el Líbano e Israel, en donde una vez más los milicianos han impedido cualquier avance de las tropas israelíes. Fruto de este nuevo encontronazo fronterizo, el ejército israelí ha tenido dos bajas y un número indeterminado de heridos. También y sin reportase bajas pero si heridos, dos helicópteros Apache –según el ejército israelí- han colisionado entre sí y se han estrellado.
En el sur del Líbano, dentro de territorio soberano, también hubo enfrentamientos entre los milicianos y el ejército israelí. Según la televisión libanesa Al Manar, en la localidad de Malrun Al Ras, hubo cuatro bajas en el ejército israelí y una decena de heridos.
La población libanesa se puede estar empezando a enfrentar a falta de alimentos. Circunstancia que se suma al colapso al colapso sanitario, y a un movimiento masivo de personas hacia el norte del país, y hacia la vecina Siria. A tal efecto el presidente francés, Jacques Chirac, ha propuesto la creación de un corredor humanitario entre el Líbano y Chipre, que en principio Israel podría aceptar.
Otros que siguen huyendo son los extranjeros. En la jornada de ayer la salida más numerosa fue la de los norteamericanos, los que resguardados por un contingente de marines, se trasladaron a una flotilla de nueve buques de guerra que EEUU ha enviado a la costa del Líbano.
En España el Partido Popular ha vuelto a acusar al presidente Zapatero de antisemita y anti-israelí, esta vez por difundirse en los medios de comunicación una fotografía de un acto de las Juventudes Internacionales Socialistas, en la que el presidente llevaba puesto un pañuelo palestino. El ministro de exteriores Moratinos también tuvo que oír como un empresario de confesión judaica tildaba al gobierno español de antisemita y anti-israelí, circunstancia que llevó a Moratinos a refutar los planteamientos de esta persona. El embajador israelí también está bastante enfadado.
En todo caso, la Federación de Comunidades Judías de España ha remitido hoy una carta dirigida a Moratinos y a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que asegura que es «inconcebible» acusar a al Gobierno español de «antisemita».
Para finalizar cabe destacar una serie de movilizaciones con el fin de “parar los ataques”, y convocadas con urgencia pocos días antes por los partidos políticos de izquierdas, las fuerzas sindicales mayoritarias, y una serie de asociaciones “pro-palestinas” y “en favor de la paz”, han tenido una presencia, muy mejorable, pero significativa. En Madrid del orden de 5.000 a 15.000 personas, en Barcelona un par de miles, y en otras localidades unos cuantos cientos de personas, han pedido “el fin de los ataques israelíes sobre el Líbano y Palestina”. El Partido Popular, que pidió al PSOE que cancelara éstas movilizaciones, las has tachado “de antisemitas”.
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Los bombardeos aéreos sobre el Líbano y los combates cuerpo a cuerpo en la frontera se intensifican cada vez más. Ayer corrió el rumor de una inminente invasión terrestre por tropas y vehículos acorazados del ejército israelí; a última hora de la noche el estado mayor israelí lo negaba, sin embargo más de 5.000 reservistas se han movilizado, para reforzar las posiciones israelíes en la frontera.
El propio ministro de defensa israelí, manifestaba que “Si llegamos a la conclusión de que una operación terrestre es necesaria, la emprenderemos. No dejaremos que ninguna organización terrorista piense que tenemos miedo de algún tipo de operación. Tenemos que ganar”.
La televisión Al Jazeera mostraba ayer, viernes, imágenes de aviones israelíes tirando multitud de octavillas sobre el sur de Líbano; en ellas se insta a la población a que abandonen la zona; dicha acción parece dar la razón a los que afirman que Israel está terminando los preparativos para la invasión terrestre del sur de Líbano.
Ante una inminente invasión el ministro de defensa libanés ha sentenciado que “el ejército libanés defenderá su país ante una eventual invasión por tierra israelí”. Circunstancia novedosa que vendría a sumar efectivos y esfuerzos a la resistencia que Hezbollah lleva desarrollando en el sur del país.
En el baldío terreno diplomático, la secretaria de estado norteamericana Condolezza Rice, dio una rueda de prensa para anunciar su próxima visita a la región. Ante la pregunta de si EE UU aceptará finalmente una fuerza de interposición para el sur del Líbano, la Secretaria de Estado manifestó “que había que valorar muy bien y sin ninguna precipitación qué tendrá que hacerse en la zona para asegurar una paz duradera”. Cuando fue preguntada sobre la forma de terminar con el peligro de Hezbollah, desvió la atención hacia Siria, asegurando “que tendrán que averiguar si ese país quiere unirse al consenso existente en el resto de los países árabes sobre la organización”. Aseguró que “EEUU siente lo que está ocurriendo en Líbano” a la vez que manifestó que “el gobierno libanés no es capaz de solucionar el gran problema que tiene dentro de su país”. Hizo mención al desarme de Hezbollah recurriendo al incumplimiento de la resolución de la ONU que mandaba el desarme de dicha organización; también apeló al Derecho Internacional. Finalmente Rice ha sentenciado que «rechaza el alto el fuego inmediato… porque sería una falsa promesa».
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Nota: La cronología de la guerra la finalizamos el día 22 de Agosto, pero los combates continuaron aproximadamente tres semanas más. En Líbano: Un alto el fuego entre las ruinas continuamos cubriendo día a día los hechos más significativos tras el alto el fuego.
Redacción. Internacional. El Inconformista Digital.
Incorporación. Redacción. Barcelona, 12 / 22 Julio 2006.