El pasado 2 de Julio los mexicanos fueron llamados a las urnas para elegir un nuevo presidente, unos nuevos diputados y unos nuevos senadores; sin embargo a día de hoy los resultados son inciertos. La proclamación de la victoria por el derechista Calderón se ha desvanecido ante las denuncias de “irregularidades” por parte del candidato izquierdista Manuel López Obrador.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha emitido un dictamen en el que señala que el conservador Felipe Calderón ganó las elecciones del pasado 2 de Julio.
Apoyos al presidente electo de México
Juan Miguel de Mora ~ «La democracia ha logrado una óptima victoria según el punto de vista de quienes están seguros de que, en efecto, las elecciones mexicanas fueron un ejemplo de limpieza, democracia y claridad.» – leer más
La situación de México no es tan sencilla de entender
Juan Miguel de Mora ~ «El problema es que los pobres de América Latina han sufrido siglo tras siglo. Y México en concreto.» – leer más
Crónicas desde México D.F
– Las elecciones mexicanas no fueron tan limpias – ir a leerla
– Verdades coexistentes: la razón mal defendida – ir a leerla
– Pruebas de fraude – ir a leerla
– Resistencia civil pacífica – ir a leerla
Sopa de letras: el PAM, el PRI… ¡y el PP!
Juan Miguel de Mora ~ «De acuerdo con la ley en México no hay presidente electo hasta que no lo declare así el Tribunal Federal Electoral, lo que no ha sucedido y para lo que hay plazo hasta el 6 de septiembre.» – leer más
Resistencia civil pacífica
Juan Miguel de Mora
México D.F – 17 Julio
Hoy se celebró en el Zocalo de la Ciudad de México la segunda gran concentración de cientos de miles de personas en apoyo a Andrés Manuel López Obrador, candidato del PRD y de la «Coalición por el bien de todos» a la presidencia de la República, en la cual López Obrador anunció que comités de ciudadanos decidirán próximamente la resistencia civil pacífica que emprenderán para exigir el recuento de votos.
La verdad es que la impresión general más extendida en México -y esto lo ha dicho hasta un senador del PRI en sesión de la Comisión Permanente-, es que López Obrador ganó las elecciones y que el autoproclamado triunfo de Calderón, candidato del PAN, (ultraderecha y no centro-derecha) es el producto de algunos malos manejos que comenzaron durante la campaña y se complementaron -sostienen- con malos manejos del Instituto Federal Electoral. En México, entre otras violaciones legales, la ley electoral y la Constitución prohíben que el Presidente de la República tome partido en las elecciones. Esto es muy diferente a lo que ocurre en otros países (España y Estados Unidos, por ejemplo) en los que el presidente del gobierno puede apoyar y apoya a los candidatos de su partido, pero así es y hay que respetarlo. El presidente Vicente Fox estuvo toda la campaña haciendo propaganda en favor del PAN y todo México lo vio excepto -casualmente- los observadores europeos. Esa labor se realizó en todos los actos, grandes o pequeños, en los que Fox intervino y todos ellos se transmitieron por las grandes cadenas de TV sin que el IFE tomara cartas en el asunto. Una o dos veces llamó al gobierno federal a no intervenir en las elecciones, pero dejó que siguiese interviniendo. También se gastó dinero del erario a favor de la campaña del PAN. Hemos leído aquí algunos artículos en el extranjero muy bien intencionados, por ejemplo en El País, de gente que le dice a López Obrador que faltó a su promesa de aceptar el dictamen oficial. En primer lugar ese dictamen todavía no se ha dado, pues corresponde al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que aun no dictamina, y en segundo: ¿qué dirían esos bienintencionados demócratas si en unas elecciones en España se violasen las normas y leyes que garantizan la limpieza de la elección?
Actualmente no hay página editorial de ningún diario de los grandes -excepto el del clero- que no incluya por lo menos un artículo censurando al IFE y la forma en que se llevó la elección salvo excepciones como Jorge Castañeda, (un desprestigiado aventurero de la política que de la extrema izquierda pasó a ser ministro de relaciones en el gobierno del PAN ) y algún otro así.
No hay duda que si Calderón, como es probable, es apoyado por el gobierno y puesto en la presidencia no podrá quitarse el estigma de haber llegado en una elección muy rebatida, muy discutida y de una limpieza tan dudosa que casi nadie cree en ella.
Pruebas de fraude
Juan Miguel de Mora
México D.F – 19 Julio
Andrés Manuel López Obrador, candidato a la presidencia de México por el PRD y la «Coalición por el bien de todos», presentó en el programa televisivo de las 21 (hora local) de este martes, en el Canal 11, (que es del gobierno a través del Instituto Politécnico Nacional, IPN) pruebas del fraude llevado a cabo por el Instituto Federal Electoral y las autoridades del gobierno de derecha en las elecciones del 2 de julio.
En dos casillas (distritos de votación, mesas) una del Estado de San Luís Potosí y otra del de Nuevo León mostró cómo aparecen en una trescientos y en la otra cuatrocientos votos más del número de votantes registrados en cada una de ellas. Es decir, que no solamente votaron TODOS (nadie se murió en seis años), sino que, además, votaron varios cientos más de los registrados, fenómeno que no tiene explicación legal posible.
López Obrador aseguró que esto ocurrió en el sesenta por ciento de las casillas y que estos hechos son los que han denunciado ante el Tribunal Federal Electoral en una documentación de más de 800 hojas.
Lo cual hace que sea de un interés excepcional la resolución que tome el Tribunal del que el jefe de la campaña del PRD, Ortega, dice que está siendo objeto de toda clase de presiones por parte de la Secretaría (ministerio) de Gobernación y de la Presidencia de la República.
López Obrador explicó en la televisión que por eso está solicitando el recuento voto por voto y añadió que si del recuento resulta que perdió las elecciones se acabarán las manifestaciones y reconocerá al triunfador. A preguntas de la conductora del programa, Adriana Pérez Cañedo, dijo que no pide anulación, sino recuento. Y que, si su oponente está tan seguro de haber ganado, el recuento haría más transparente su victoria. También añadió que de los estudios que han realizado los suyos se desprende que ese recuento no llevaría más de seis días.
Verdades coexistentes: la razón mal defendida
Juan Miguel de Mora
México D.F – 3 Agosto
México se enfrenta a serios problemas como consecuencia de las recientes elecciones presidenciales. La “Coalición por el bien de todos”, que encabeza Andrés Manuel López Obrador, ha tomado el centro de la ciudad de México y piensa seguir haciendo lo mismo en cada capital estatal. El error no son las movilizaciones en sí, que son un derecho consagrado por la Constitución y las leyes, sino el que parece ser deliberado propósito de causar molestias a la población, lo que está haciendo perder votos y simpatías a López Obrador y quizá le lleve perder definitivamente las elecciones.
Por ejemplo en el Paseo de la Reforma, una de las arterias principales del Distrito Federal, sería perfectamente posible instalar las tiendas de campaña y los campamentos en los camellones centrales y no, como lo han hecho, en el arroyo, impidiendo la circulación de vehículos.
Es un viejo apotegma de la Grecia clásica: ”Los dioses ciegan a los que quieren perder”. ¿Qué mala influencia ha llevado a AMLO a perjudicar, dañar y molestar los habitantes de a la Ciudad de México, que es precisamente donde su victoria fue más rotunda?
De lo que no hay duda para quienes se interesan por la verdad sin partidismos es de que las elecciones del 2 de julio fueron realizadas en condiciones de inequidad total y de que el presidente Vicente Fox se había propuesto hacer todo lo que fuese necesario para impedir el triunfo de López Obrador. Sólo a ingenuidad infantil puede atribuirse la firmeza con que algunos observadores extranjeros dicen que fueron unas elecciones limpias. Seguramente habrían necesitado tiros en las calles y riñas en los lugares de votación para calificarlas de sucias. ¡Pobres! No saben todo lo que el PRI enseñó a los mexicanos, incluyendo entre los discípulos aprovechados a los que entonces se le oponían, como Fox. En el caso actual, las elecciones del 2 de julio, hay casillas en las que “votó” el doble de los inscritos, miles de votos perdidos, miles de papeletas anuladas y otra serie de manipulaciones que no requieren para nada desórdenes visibles.
López Obrador tiene toda la razón cuando habla de fraude electoral y pide el recuento de los votos uno por uno, pero se equivoca al realizar con sus partidarios actos que dañan gravemente a la población. El país está pendiente de la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial…. ¡Y de cómo la tome el candidato que salga perjudicado!
Las elecciones mexicanas no fueron tan limpias
Juan Miguel de Mora
México D.F – 12 Agosto
Los observadores europeos que –bajo la presidencia del PP español- no observaron nada pero dijeron que las elecciones mexicanas habían sido modelo de limpieza y democracia -y los diarios europeos que se fueron con la finta, El País entre ellos- están ahora viendo cómo se soslayan sutilmente algunos detalles que surgen al contarse voto por voto los depositados en once mil ochocientas treinta y nueve casillas, que son más de tres millones, suficientes para revertir el resultado de las elecciones presidenciales si así lo señala el recuento.
En México el Instituto Federal Electoral (IFE) organiza las elecciones y se ocupa de ellas hasta el recuento final. Pero si la organización fue defectuosa y existen dudas sobre la legitimidad de la votación y sus cuentas en cada casilla (mesa de votación) o en las actas levantadas después de contar los votos en cada casilla y en cada distrito, si existen estos problemas el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación debe aceptar las quejas presentadas por los partidos, indagar y dictar la última palabra. En estas elecciones el IFE estuvo al servicio del gobierno de extrema derecha de Vicente Fox, al que apoyan los ultras de “El Yunque”, los “Legionarios de Cristo”, los “Tecos”, los “Cruzados de Cristo Rey”, los “Siervos del Señor” y otros, que están dispuestos a todo para impedir el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, candidato del Partido de la Revolución Democrática y de los pobres de México, que son millones. Los capitalistas de cualquier tendencia, derecha o izquierda, los cleros de todas las iglesias, los fanáticos religiosos que los siguen, los asustadizos y muchos tontos sienten odio, miedo o desprecio hacia los políticos que verdaderamente están con el pueblo, porque hablar de una mejor distribución de la riqueza les hace sentir amenazados sus capitales. Así de claro y sencillo, por eso el desprecio por Evo Morales, el indio aymará que preside Bolivia, los comentarios contra el argentino Kirchner, la mofa y los ataques contra el venezolano Chávez, presidentes todos ellos democráticamente elegidos por sus pueblos. No son elegantes, no son “caballeros” y -esto es lo que más se emplea en su contra- ¡son “populistas”!
Y Andrés Manuel López Obrador, de México, tampoco es “elegante” y el señor Vicente Fox (presidente de México famoso por su ignorancia) siempre lo ataca, sin nombrarlo, despotricando contra el “populismo”, y las organizaciones fascistas antes señaladas, con el apoyo de las estaciones televisoras y de todo el capital, están dispuestas a impedir como sea que López Obrador llegue a la presidencia.
El PRD de López Obrador denunció que el IFE había llevado mal y con fraude las elecciones y todos se le echaron encima. Pidió el recuento “voto por voto” y las estaciones de televisión y los más de los diarios dijeron que las elecciones fueron limpias, negaron el recuento y le censuraron por cortar avenidas y establecer plantones con gente que cerraba algunas calles. En dos palabras: obstaculizar la circulación.
Curiosamente el PRD hace hoy lo mismo que hizo en tiempos pasados el Partido Acción Nacional, hoy en el gobierno: cerrar calles, perjudicar a terceros, molestar a toda la población y no a los culpables de los fraudes electorales contra los que protestaban, haciendo lo mismo que hoy hace el PRD. El señor Vicente Fox, hoy presidente, que se desgarra las vestiduras y apela al respeto a las instituciones porque López Obrador organiza protestas que obstaculizan la circulación, ese mismo señor en 1991, cuando era candidato del PAN al gobierno de Guanajuato, en 1991, para denunciar que los medios apoyaban al candidato oficial del PRI, aun antes de las elecciones, cortó carreteras, “tomó” el aeropuerto de la ruta Silao-León y las principales plazas en diferentes ciudades del Estado y en discursos y plantones declaró estar dispuesto a unirse a las acciones de protesta. Como dicen los taurófilos, no es lo mismo estar en el tendido que en la arena.
Pero ahora hay un Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que tiene la responsabilidad de juzgar las protestas sobre elecciones. Y este Tribunal, si bien no ordenó lo que pedía López Obrador, el recuento de todos los votos, uno por uno. sí ordenó el recuento de ocho mil ochocientas treinta y nueve mesas de votación (casillas) que suponen alrededor de tres millones de votos, lo que podría revertir el resultado de la elección presidencial. Y esa sentencia significa un varapalo al IFE al establecer que, contra lo que dijeron los “observadores” y los medios, no hizo bien su trabajo (o lo hizo muy bien para el PAN y la extrema derecha), ya que en la mayoría de las casillas no coincide el número de votos que aparecen en las urnas con el padrón de votantes ni con la votación total, censurando a los Consejos Distritales del IFE por no haber hecho bien las cosas. En cada casilla no puede haber más votos que votantes en el padrón.
Y una curiosa coincidencia: las mayores irregularidades en la votación están en los Estados que gobierna la derecha, el PAN, y en los que, por ello, las autoridades de todo tipo son contrarias al triunfo de López a cualquier precio. Hay casillas en las que se presentó a votar (y se registró, anotó y entintó el dedo) un número de votantes muy superior al de las boletas que aparecen en las urnas. ¿Hicieron todo eso y no metieron boletas en urna, ni en blanco siquiera? Las malas lenguas piensan que “alguien” sacó de esas urnas los votos que daban mayoría a López Obrador. En otras muchas en el país hay muchas más boletas que votantes. Es decir, presentaremos un ejemplo: supongamos que se presentaron en la mesa de votación cien personas. Y aparecen trescientos votos en total con doscientos a favor del PAN. ¿De dónde salieron esos misteriosos votos que no depositó ningún votante pero que se acreditaron en el acta?
Ya empezó el recuento y ya comenzaron a salir a la luz diversas irregularidades, del tipo de las expuestas, que alteran el resultado del escrutinio. López Obrador ha dicho que no se conforma con eso, e insiste en “voto por voto”, lo que el tribunal, hasta ahora, no ha concedido. En la derecha hay inquietud.
La sentencia del Tribunal Electoral censura al IFE abiertamente al decir, entre otras cosas: “una simple operación matemática hubiera bastado para que los consejos del IFE hubiesen ordenado un nuevo recuento sin necesidad de que hubiese habido impugnación”. Y el IFE, por el contrario, no dejó de insistir en que todo estaba bien y no se debía contar nada.
En resumen: que López Obrador haga bien o mal en sus métodos de resistencia civil (que ya usaron en otros tiempos los mismos que hoy son sus adversarios) es cuestión de opiniones; que haya ganado o perdido la elección es cuestión del recuento; pero que las elecciones no fueron limpias es ya evidente. Todos los trucos, las malas cuentas y el fraude fueron concentrados contra la izquierda, llegándose a la campaña del miedo diciendo que López Obrador les quitaría sus casas a todos si ganaba y otras tonterías semejantes para asustar a los pobres de espíritu.
Falta ver en qué acaba todo esto, que no es más que una faceta de la eterna lucha contra los de abajo.
El Tribunal Electoral dicta que Calderón será presidente
Redacción
Barcelona – 6 Septiembre
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha emitido un dictamen en el que señala que el conservador Felipe Calderón ganó las elecciones del pasado 2 de Julio. Tras un recuento parcial de 8.839 mesas (alrededor de 3 millones de votos) a raíz de la impugnación de López Obrador, se establece que Calderón (con 14.916.927 votos), ha ganado por 233.831 votos (0,56%) a Andrés Manuel López Obrador (14.683.096 votos). El TEPJF, reconociendo ciertas irregularidades –como las declaraciones del presidente saliente Vicente Fox a favor de Calderón- ha descartado el fraude en los comicios.
Está previsto que Calderón se convierta en presidente de México el próximo 1 de diciembre. López Obrador por su parte se niega a reconocer la victoria de Calderón y rechaza el fallo del TEPJF.
«Expreso mi decisión de rechazar el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y desconozco a quien pretende ostentarse como titular del poder Ejecutivo».
«No tuvieron el arrojo, la dignidad (…) de actuar como hombres libres. Optaron por convalidar el fraude electoral. De esta manera se violó la voluntad popular y se fracturó el orden constitucional».
López Obrador lejos de abandonar su resistencia, al proceso electoral y a sus resultados, aboga por la creación de un gobierno paralelo que refunde la República de México.
Análisis – El problema
La situación de México no es tan sencilla de entender
~ Juan Miguel de Mora – ir a leerlo
Redacción. Internacional. El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 12 Julio /6 Septiembre 2006.