Viabilidad de la República – por Alfonso Prada Cano

Muy señor mío:
El carácter español no está hecho para la democracia, repetía de mil maneras y por sus mil conductos, para auto-justificarse, el franquismo. No importaban las razones, achacando esta pretendida peculiaridad nuestra a veces a que éramos demasiado pícaros, y otras a que éramos especialmente buenos, como lógico resultado del amor a la verdad, que no podía ser sino una, y de la santa intransigencia contra el mal de los españoles.

Muerto en su cama el dictador, el deseo de algunos y la presión internacional llevó a una milagrosamente repentina conversión masiva a la democracia. Claro que, para justificar el cambio, hubo que negar toda apariencia democrática a la anterior república, con lo que la dictadura había resultado inevitable, un mal menor, y más natural el cambio a una, ahora sí, auténtica democracia.

Sólo con el paso de los años, con la mayor madurez colectiva y la desaparición física de muchos responsables de la dictadura, se va empezando a reconocer el carácter exagerado, simbólico, de esa demonización de la república, y rescatando sus relativos –como en todo régimen- logros en aquella época. Un paso más, y recobraremos un juicio más equilibrado, que tenemos ya cuando hablamos de otros países, admitiendo lo obvio: que si un régimen republicano no garantiza una plena democracia, una plena democracia pide lógicamente un régimen republicano, como ya han reconocido todos los países americanos y cada vez más los de Europa, donde las pocas monarquías que aún quedan son sólo nominales, auténticas reliquias históricas, meros símbolos de un pasado, sin trascendencia política. Es ya la monarquía realmente tal, no la república, lo que no es viable hoy en nuestro continente.

Alfonso Prada Cano. Madrid.

Cartas de los lectores. El Inconformista Digital.-

Incorporación – Redacción. Barcelona, 18 Abril 2006.

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