Maltrato infantil

Alba, la niña de Montcada i Reixac (Barcelona) que se encuentra ingresada, en estado grave, en el Hospital Vall d’Hebrón tras recibir una paliza, presuntamente, a manos de su padrastro desde hace casi dos semanas, no volverá al seno familiar cuando se recupere. Según ha informado la Consellería de Bienestar, cuando la pequeña sea dada de alta, será atendida por una familia de acogida de urgencia o, en su defecto, ingresará en un centro de acogida de menores. De momento, la Generalitat ha asumido la tutela de la niña a la espera de que una decisión judicial aclare cuál será su futuro cuando salga de la unidad de cuidados intensivos del Hospital.

El llanto ahoga el silencio ~ Teresa González Meseguerir a leerlo

Con el objetivo de lograr la completa recuperación de Alba, éstas son las medidas más convenientes para que la pequeña pueda volver lo antes posible a llevar una vida normal y no le quede ninguna secuela psíquica. “Tenemos que valorar con tiempo y serenidad el caso” ha afirmado la Generalitat. Tiempo que pasará Alba en acogida, donde se le realizará un detenimiento del caso para plantear propuestas o medidas que le garanticen un futuro mejor.

La Conselleria de Bienestar y Familia ha agradecido, a través de un comunicado, el interés de todas las familias catalanas que a lo largo de los últimos días se han interesado por Alba, que ha recibido en el hospital decenas de regalos y mensajes de cariño deseando su pronta recuperación, al igual que muchas otras que se han puesto en contacto con la Generalitat para acoger, en sus hogares, a la menor.

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El llanto ahoga el silencio
Teresa González Meseguer

¿Cómo puede alguien causar intencionalmente dolor a un niño inocente y desamparado? Inexplicable sí, pero sucede. No hay mas que echar un vistazo a las cifras, hablan por sí solas, poco dejan a la imaginación de uno mismo. Según datos de la Procuraduría de la Defensa de Familia, 580 son los casos de maltrato infantil que se atendieron en el transcurso del año pasado, y ya más de 50 son los que se llevan contabilizados éste 2006. Aquí en Cataluña, dos de los hospitales mas concurridos de Barcelona, el Infantil de la Vall d’Hebrón y el Sant Joan de Déu, atienden cada año unos 86 casos de maltratos a niños, lo que supone una media de seis atendidos por mes. Estadísticas alarmantes y desorbitadas, sin ninguna duda.

Impactante resulta, para cualquier espectador, cuando los informativos encabezan su crónica de sociedad con un caso de agresión infantil… pero no hay que olvidar, que por un caso descubierto, más de 100 niños maltratados se hallan desamparados en la sombra.

Son los casos de maltrato severo, e incluso, desgraciadamente, muerte, de los que se hacen eco los medios de comunicación, pero existen muchas otras formas de maltratar a un menor, que no por no dejar moratones, sean mas justificables. Hablamos de omisión de cuidados, desprotección, negligencias diversas, amenazas, insultos, desvalorizaciones, ausencia de cariño… no dejan marcas físicas, pero sí graves consecuencias que van a hacer que en la edad adulta, ese niño tenga mas posibilidades de padecer trastornos psiquiátricos y conductas suicidas.

El responsable de atención al usuario del Hospital de la Vall d’Hebrón, Mercé Canet, explica que los niños que sufren este tipo de malos tratos, mayoritariamente proceden de hogares desestructurados o viven situaciones sociales que provocan que los padres no estén capacitados para cuidar de ellos, bebés que se quedan en casa solos muchas horas y nadie puede atenderles, madres con problemas mentales que ahogan su frustración en sus hijos, progenitores que abusan de las drogas y el alcohol… son solo el inicio de una larga lista que podríamos seguir enumerando.

Tengamos, por tanto, en cuenta que el efecto de la violencia manifestada en cualquiera de sus vertientes, moratones o no incluidos, en un menor, es devastador, y éste, por vergüenza o para proteger a su familia, tiende a encubrir la situación, hecho que dificulta el poder ayudarlo y agrava la salud del pequeño al dejar que transcurra mas tiempo sin poner remedio al mal. El reconocer y dar tratamiento a tiempo es importante, muy importante, para minimizar los efectos a largo plazo. Tan importante, o mas, como es, la actuación de la Justicia una vez denunciado el hecho. Aunque parece ser, que tal rapidez, brilla por su ausencia… simplemente a los hechos hay que remitirse.

El último caso de maltrato infantil que ha conmocionado la opinión pública se trata de la niña barcelonesa de 5 años que se encuentra ingresada en estado grave, en el hospital Vall Hebrón, por presuntos malos tratos. Rabia da la sola idea que alguien, por voluntad propia, pueda dañar a cualquier criatura indefensa y vulnerable, propinarle palizas, golpes… pero mas rabia da, que una vez descubierto que eso ocurre, el procedimiento para proteger al niño, y en consecuencia, encarcelar a los culpables, no sea inmediato, sea incluso lento.

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña está investigando si se ha podido dar algún error que haya comportado desprotección para la pequeña. Hay indicios, desgraciadamente, que apuntan a que, lo más seguro, haya podido ser así. El 24 de diciembre del año pasado, el Hospital Vall d’Hebrón denunció al Juzgado de Instrucción 4 de Barcelona que la pequeña había ingresado en el centro, una semana antes, con fractura de brazo y hematomas por todo el cuerpo. Según éste, el mismo día se mandó un oficio a los Mossos. Nada de urgente, por correo, una misiva que tarda en llegar casi 20 días. La Policía autonómica, a la llegada de la carta, decide mandar la información al Cuerpo Nacional de Policía, ya que los hechos a investigar se habían producido en Montcada i Reixac, zona donde los Mossos aún no tienen competencia, y el caso se archiva por no ser considerado de total urgencia.

Lagunas inexplicables, mala coordinación, han dejado a la niña en manos de sus presuntos maltratadores durante demasiado tiempo. Una actuación rápida y eficaz pudiera haber evitado que la niña se encuentre, en estos momentos, en estado grave, en la cama de un frío hospital.

Teresa González Meseguer. Barcelona.
Colaboración. El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 19 Marzo 2006.