Hay un caso abierto en los tribunales. La catástrofe ecológica de finales del año 2002 vuelva a las primeras planas de los informativos para decirnos que las incompetencias de algunos políticos se pagan muy caras. No es sólo el desastre ecológico, que fue importante, sino el gravamen económico que conlleva. Actualmente nada sabemos del nivel de contaminación que sufren las aguas donde ocurrió la catástrofe, aunque los hechos y sus consecuencias no dejan de existir porque ya no se hablen de ellos en los medios de comunicación.
No son sólo las cintas grabadas y dadas a la luz pública las que recrean las decisiones erróneas que se dieron desde el SOS que mandó el capitán del Prestige. Hay otros elementos que hacen ver los errores políticos y sus consecuencias; errores que se pagan de las arcas públicas de los contribuyentes. Comencemos por la factura del bufete estadounidense ¿…? por gestionar peticiones ante el Tribunal Federal de Nueva York, que el gobierno de Aznar decidió realizar. Dicha factura asciende nada menos que a 12 millones de dólares; cifra que el gobierno de Rodríguez Zapatero intenta rebajar, argumentado que no hubo contrato escrito de sus servicios. Hay que tirar de archivos para ver las indemnizaciones dadas a los afectados. El gobierno de Aznar cifró el coste del desastre en 10.000 millones de euros y engatusó con un Plan Galicia de inversiones que suponía 12.000 millones, aunque según el BNG no se invirtieron más de 300, la Junta Gallega destinó 30 millones a fondo perdido. El pueblo perdió, aunque algunos sacaron jugosos beneficios del desastre. Todo ello producto de una decisión caprichosa e irresponsable. Mientras sucedía el desastre, el Ministro de Fomento gozaba de una cacería junto al presidente de la Junta Gallega y algún que otro amigo, a la sazón grandes empresarios.
Un alto ejecutivo de Repsol ha dicho que se ofrecieron para bombear el fuel hacia otro petrolero que estaba vacío, pero dicha propuesta no se tuvo en cuenta. Se dijo que la decisión fue tomada bajo la supervisión de técnicos cualificados, pero hoy se sabe que los expertos nada tuvieron que ver con la decisión. También sabemos que ningún técnico cualificado pudo dar dicha orden porque hubiesen sabido que a mayor profundidad en el mar, mayor presión debe soportar un barco, y sumado a la presión interna de las 77.000 toneladas de fuel que albergaban sus depósitos, eran dos componentes explosivos que trabajaban a favor del desastre.
Y a todo esto, qué pasa con ciertas decisiones de los políticos; ¡nada!, impunidad total. No hay nada más irresponsable que hacerse ministro para gozar de todos los privilegios posibles y mantener una impunidad de primera. Esto no pasa en cualquier profesión; los errores se pagan de mil formas. Suelen decir que los errores políticos se pagan con la pérdida de confianza de los electores, pero esto no es suficiente. Si no hubiese la impunidad que existe actualmente, los cargos electos no cometerían tantos errores con tanta facilidad. Se pidió que el Congreso crease una Comisión de Investigación, pero fue desestimada. En su lugar se creó una Comisión gubernamental presidida por Martín Villa, prestigioso franquista y converso ministro demócrata que ha dirigido y sigue dirigiendo empresas tan importantes como Endesa. Y es que hay hombres que sirven para todos los tiempos y para todas las situaciones.
Pero si esto no fuese suficiente, Rajoy dice que el gobierno tiene que ocuparse de cosas serias (…) y no de airear asuntos que pertenecen al pasado; otra mentira manifiesta. El caso sigue abierto en los tribunales, por tanto no es pasado sino un asunto judicial que espera dar su veredicto y que cualquier información adicional que se presente puede ayudar. Un desastre que contaminó 400 Km. de costa y fondos marinos es asunto actual porque todavía no sabemos el desenlace que tendrá. Según algunos expertos las zonas contaminadas tardarán entre 20-25 años en recuperarse totalmente. La contaminación, señor Rajoy, no es algo del pasado porque sigue y sigue… ¿Está penalizada tanta mentira? No sabemos qué fuel todavía hay dentro del petrolero hundido; tenemos una bomba a unas millas de las costas gallegas. Ni sabemos si después del desastre y las proclamas que se hicieron sobre las normas y la obligatoriedad de los dobles casco de los petroleros se cumplen.
Reproducimos unas declaraciones de Aznar que bien podría habérselas aplicado a él mismo y a su equipo de gobierno cuando gobernaban; aplicación que sigue vigente para ellos estando en la oposición: “A un dirigente político le es exigible, no tanto andar de manifestación en manifestación y de pancarta en pancarta, como ser responsable y tener criterios sobre asuntos importantes de España y el mundo. Ya vemos cómo se ocuparon del mundo acompañando al mesiánico Bush en una invasión inmoral y anticristiana, aunque se den muchos golpes de pecho. ¿Qué son cosas serias para ellos?
Vivir para ver el desatino y las barbaridades que nos envuelven.
Teresa Galeote. Alcalá de Henares, Madrid.
Redactora, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barelona, 15 Diciembre 2005.