¿A donde te llevan Alemania? – por Edmundo Fayanás

Celebradas las elecciones alemanas, ya se ha formado la gran coalición. Desde mi punto de vista, ésta es un gran error histórico. Sólo falta mirar hacia el pasado para darse cuenta de que este tipo de experiencias, que ya se han realizado anteriormente, nunca han sido buenas sino catastróficas para el país. Recuérdese la experiencia de la república de Weimar y sus consecuencias posteriores.

¿No fueron evidentes los resultados electorales? Fueron clarísimos, con el triunfo de la izquierda alemana, SPD + Verdes + PDS obtuvieron 327 escaños sobre 614, es decir, mayoría absoluta. Pero el Partido Socialdemócrata alemán apartó la posibilidad de formar gobierno con el PDS. ¿Algún día tendrán que explicar esto?

¿Cuál era el programa del PDS? Era un programa de corte nítidamente keynesiano, donde se incentivaba la demanda y considera al Estado como un actor económico fundamental, junto a una serie de propuestas sociales enfocadas a garantizar la continuidad del estado del bienestar, es decir, un reformismo clásico basado en incentivar la demanda interna y en redistribuir la riqueza. Podemos decir, que el programa presentado por Lafontaine y Gisy es el típico programa socialdemócrata, de ahí la incoherencia del SPD.

El programa del SPD de Schroeder es una profundización de sus proyectos neoliberales, defendido con un lenguaje populista de izquierdas, siendo en el periodo electoral el máximo defensor del mundo obrero, pero en su periodo de gobierno se olvida de ellos y beneficia a las clases pudientes.

Ante el triunfo de la llamada izquierda alemana, la burguesía exigió y alentó la gran coalición, no viendo más allá de sus necesidades actuales, y a pesar de su historia no han sido conscientes del gran peligro que supone este tipo de coaliciones.

La lección alemana que podemos ver y aplicar en nuestro país, es que las denominaciones políticas ya no se corresponden a las disciplinas políticas de los partidos. Se adjetivan socialistas y populares, cuando ambos se pliegan a las doctrinas del mercado, a la libre empresa, a la ley de los accionistas, a las privatizaciones y a la destrucción del estado del bienestar.

Tanto socialistas como populares se parecen ya tanto ideológicamente que hasta puede verse como una unión casi natural. Si nos dieran ambos sus programas electorales y quitáramos sus nombres, tendríamos muchísimas dificultades en distinguir de quién es cada uno.

Las políticas que se han llevado en Alemania en los últimos años han sido neoliberales y sus consecuencias están a la vista: estancamiento económico, desempleo con cinco millones de parados, amenaza de quiebra del sistema de la seguridad social, un aumento de los jubilados y cada vez menos cotizantes, impacto de la globalización y las deslocalizaciones, etc. Esto es lo que ha traído las políticas neoliberales, que favorecen cada vez más a los sectores ricos y llevan a mayor cantidad de personas a situaciones de pobreza, provocando cada vez sociedades más injustas e insolidarias. Podemos decir que el neoliberalismo es el problema y no la solución como van a pretender que crearnos.

En los años anteriores, se han tomado medidas muy duras, como la reducción de 32 a 12 meses el periodo de desempleo, un aumento del 0,45% de los salarios como cotización a la seguridad social, a los empresarios por supuesto nada. Los salarios reales han bajado un 0,9% entre los años 1995-2004. En ese tiempo los costes laborales unitarios crecieron apenas un 2,5%, la menor subida de la Unión Europea, mientras que los costes apenas suben, los beneficios empresariales no paran de crecer como vemos, aún así se sigue destruyendo empleo. Se han congelado las pensiones ya dos años seguidos. A pesar de estas medidas neoliberales de ataque al estado del bienestar, la crisis continúa.

El programa de la gran coalición se sostienen en dos grandes ejes: las subidas de impuestos y sacrificios muy importantes en el estado del bienestar, sobre todo en las pensiones.

Las principales subidas impositivas se refieren al IVA, que pasa del 16% al 19% (impuesto indirecto y socialmente perjudicial para las clases no pudientes). Se suben tres puntos la renta de las personas físicas. Las pensiones se congelan durante varios años y se alarga la edad de jubilación de los 65 a los 67 años. Se facilitan medidas para liberalizar el mercado laboral (entiéndase el despido). Se impone la obligación a los asegurados a pagar diez euros al trimestre por las visitas médicas y se ha propuesto reducir los llamados costes no saláriales que encarecen el precio del trabajador alemán.

Se crea un fondo de 25.000 millones de euros para modernizar el país y cumplir con la agenda liberalizadora de Lisboa 2000.

El futuro no es alentador porque el crecimiento para este año será del 0,8% del PIB y del 1% en el año 2006. La subida de tipos decretado por el Banco Central Europeo no es una buena medida y desde luego la política neoliberal menos, porque es la que les ha llevado a la situación actual.

A pesar de todo, Alemania tiene una buena base de salida, su competitividad supera la media europea, su cuota de mercado internacional es extraordinaria, mientras España ha perdido tres décimas en cuatro años, Alemania a pesar de su crisis ha ganado un punto. El gran problema de la economía alemana es la demanda interna y con este programa no se estimula sino más bien se dificulta, con lo cual el problema seguirá por mucho tiempo y el fracaso será estrepitoso.

Cuando esto se produzca, ¿Cómo quedarán los dos grandes partidos alemanes? ¿El alemán medio como reaccionará ante este agravamiento de sus condiciones de vida? ¿No se habrá hecho crecer a los extremos políticos?

Sigamos con atención este experimento político, pues en el nos jugamos mucho, puesto que Alemania forma parte esencial de la Unión Europea y para todos aquellos que defendemos una concepción europea fuerte, la aportación alemana es fundamental. Por eso el conseguir un modelo político, social y económico fuerte y justo es muy importante para contraponerlo al modelo anglosajón que nos intentan implantar.

Edmundo Fayanás Escuer. Pamplona.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 11 Diciembre 2005.