El paso del huracán Katrina deja tras de si miles de muertos y centenares de miles de refugiados

Dos semanas después del paso de huracán Katrina por los estados de Lousiana y Mississippi, la envergadura de la catástrofe y la mala gestión de la crisis parecen esconder aún muchas incógnitas. Una de ellas, ?quizá la más llamativa?, el desconocimiento del número de víctimas mortales.

Mientras las cifras oficiales de los estados afectados muestran un balance de no más de trescientas víctimas mortales, bajo el inmenso pantano que se ha convertido la ciudad de Nueva Orleans, se calcula que pueden haber miles de muertos.

El Katrina de Bush
Edmundo Fayanás ~ «Lo que más me ha llamado la atención, es que las imágenes que veíamos parecían a las que habitualmente solemos ver en hechos como éste en el tercer mundo.» – leer más

Sin cifras de muertos en la ciudad de los nadie

Muchos de estos cadáveres, que han estado días flotando sobre las aguas o tirados en los suelos, ya han sido trasladados a una morgue provisional instalada en el pueblo de San Gabriel, cerca de Baton Rouge, capital del estado de Lousiana. En este lugar preparado para realizar cada día más de 140 identificaciones, se reciben diariamente camiones frigoríficos cargados de cadáveres. El silencio sobre la cifra de fallecidos es absoluto.

Según el alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, «los muertos podrían ascender a más de 10.000»; cifra que también han manejado diferentes medios de comunicación estadounidenses. Sin embargo, la número de fallecidos podría ser superior, si tenemos presente el número de 25.000 bolsas negras, encargadas por la Agencia Federal de Manejo de Emergencias, FEMA.

La tardía retirada de los cadáveres en la ciudad de Nueva Orleans, podría estar contribuyendo a la generación de enfermedades. El inmenso lodazal de aguas putrefactas que dos semanas después sigue inundando grandes extensiones de la ciudad, según diferentes fuentes sanitarias, podría ser un caldo de cultivo para todo tipo de enfermedades infecciosas. El dengue, o los cinco casos de cólera ya reportados estarían pues amenazando a las personas que aún se resisten a abandonar la ciudad.


Panóramica de Nueva Orleans inundada

A los cuerpos en descomposición, se sumarían los vertidos de gas, y productos químicos, procedentes de multitud de industrias químicas y petroquímicas del río Mississippi y el golfo de México que han quedado inundadas. Estos vertidos han convertido las aguas que inundan la ciudad y sus alrededores en un autentico páramo tóxico.

En los últimos días la Guardia Nacional y la policía local han intentando convencer para que salgan de sus casas a unas 10.000 personas. Los desalojos forzosos se prevé que se produzcan de forma inminente. Personas que previsiblemente engrosaran las ingentes cifras de refugiados.

Crisis humanitaria de envergadura

Entre 750.000 y 1.000.000 de personas están desplazadas en los estados limítrofes, y en la capital del estado Baton Rouge.

La mayoría de ellas se encuentran en el estado de Texas. En el estadio Astrodome de Houston se podrían encontrar unas 16.000 personas, muchas de ellas procedentes de otro estadio que se llego a convertir ?según algunos testigos? en una mezcla de cárcel y habitación de los horrores, el estadio Superdome de Nueva Orleans.

Houston con más de 250.000 refugiados es la ciudad que más personas está atendiendo. La localidad también tejana, de San Antonio, y Baton Rouge en la propia Lousiana albergan una cifra similar de desplazados.

La suplencia de la ayuda efectiva del gobierno norteamericano, la está ofreciendo entre otras organizaciones Cruz Roja Americana, habiendo movilizado hasta la fecha más de 40.000 voluntarios, y un montante de 100 millones de dólares en forma de ayuda humanitaria. El gobierno federal por su parte, estaría ofreciendo 2.000 dólares por persona para hacer frente a los gastos corrientes.

Conflictos sociológicos a la vista

Las críticas al gobierno federal, al estado de Lousiana, y al propio gobierno local de Nueva Orleans durante estos días se han ido incrementando casi al mismo nivel que la venta de armas en las localidades que acogen a los refugiados.

Si la movilización tardía del ejercito siguió a la nula evacuación de las ciudades antes de la llegada del huracán, ahora la avalancha de refugiados albergados en grandes instalaciones deportivas, hace temer a parte de la población un incremento de robos y brotes de violencia. Esos temores por muchos son resueltos con la compra de armas para defender sus propiedades matando si es necesario.

El presidente, George W. Bush, que un primer momento manifestó que su país no necesitaba ayuda del exterior, y que más tarde corrigió sus palabras ?pidiendo primero petróleo y capital líquido a la Unión Europea, y después alimentos y mantas?, en los últimos días ha pedido ayuda a la OTAN y las Naciones Unidas.

Por lo que respecta a España, se enviara al estado de Lousiana el buque de aprovisionamiento Castilla, cargado de efectivos militares, tres helicópteros, y ayuda humanitaria.

Redacción / Internacional. El Inconformista Digital.

Incorporación – Barcelona, 13/14 Septiembre 2005.