¿Quiénes se creen són? – por Emilio Sales Almazán

“Los poemas épicos nos dan noticia
de los grandes de este mundo:
suben como astros,
como astros caen.
Resulta consolador y conviene saberlo.
Pero para nosotros, los que tenemos que alimentarlos,
siempre ha sido, ay, más o menos igual
Suben y bajan, pero ¿a costa de quién?.
Sigue la rueda girando
Lo que hoy está arriba no seguirá siempre arriba
Mas para el agua de abajo, ay, esto sólo significa
que hay que seguir empujando la rueda.

Tuvimos muchos señores,
tuvimos hienas y tigres,
tuvimos águilas y cerdos
Y a todos los alimentamos.

Mejores o peores, era lo mismo:
la bota que nos pisa es siempre una bota.
Ya comprendéis lo que quiero decir:
no cambiar de señores sino no tener ninguno.

Sigue la rueda girando
Lo que hoy está arriba no seguirá siempre arriba.
Mas para el agua de abajo, ay, esto sólo significa
que hay que seguir empujando la rueda.

Se embisten brutalmente,
pelean por el botín.
Los demás, para ellos, son tipos avariciosos
y a sí mismos se consideran buena gente.
Sin cesar los vemos enfurecerse
y combatirse entre sí. Tan sólo
cuando ya no queremos seguir alimentándolos
se ponen de pronto todos de acuerdo.

Ya no sigue la rueda girando,
y se acaba la farsa divertida
cuando el agua, por fin, libre su fuerza,
se entrega a trabajar para ella sola.

(Canción de la rueda hidraúlica. Bertolt Brecht.)

7J – Antentados en Londres
¿Quiénes se creen són? – por Emilio Sales Almazán

Leía este poema del dramaturgo, poeta y eximio escritor alemán, Bertolt Brecht, y me venían a la cabeza los atentados de los últimos días en Londres. Y me venía a la mente la pregunta ¿Quiénes se creen ellos? para fijar el día de tu muerte, la fecha en que quedarás tullido de por vida, la jornada que no olvidarás el resto de tus días.

En Londres los medios de transporte públicos, ocupados por centenares, por miles de personas que van a sus labores diarias, al trabajo, a estudiar, al médico, en resumen, la clase trabajadora, es objetivo de un fanatismo bárbaro, criminal.

Lo mismo aquel fatídico 11 de marzo en Madrid, los trenes de cercanías eran objetivo de las bombas, centenares, miles de personas de igual manera, se dirigen hacia el trágico y desconocido final, son clases populares. Fácil objetivo de las bombas criminales.

Más allá en el tiempo, un 11 de septiembre dos aviones con la muerte en sus alas, impactan en las Torres Gemelas de Nueva York. La mayoría, trabajadores y trabajadoras, bomberos y personal sanitario que habían acudido en ayuda de los primeros heridos.

Al igual la pregunta se repite. ¿Quiénes se creen ellos? para bombardear pueblos, ciudades y paisajes, para asesinar a hombres, mujeres y niños en nombre de una supuesta democracia. Irak, Afganistán, Palestina… Miles de personas han muerto asesinadas por los alados enviados de Bush y compañia. Decenas de personas mueren a diario por ataques y contraataques de unos y otros en Bagdad y otros pueblos de la antigua Mesopotamia.

¿Quiénes son ellos? para decidir cuantos miles de niños mueren de sed, hambre y enfermedades en el mundo. ¿Quiénes les han dado tal potestad?

Son los dueños del tinglado. A esos que alimentamos y que, aparentemente se atacan, calumnian y desprecian entre sí, pero cuando ven llegar el peligro unen sus fuerzas. Grandes emporios comerciales, grandes industrias farmacéuticas, grandes bancos, grandes líderes religiosos, grandes…

En tanto, embobados, seguimos girando la noria que les da de comer, cuando alguien protesta, se desmarca del pensamiento “adecuado” es acusado de terrorista, antipatriota y otras bondades. Pero no nos engañemos, la principal baza para que surtan efectos como ese terrorismo lo provocan esencialmente ellos; la incultura, la pobreza, el hambre, la sed, en definitiva, la miseria es el principal caldo de cultivo para que se alimenten actuaciones de este tipo.

Emilio Sales Almazán. Talavera.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 14 Junio 2005.