* Cuidado con el hueco ?entre el tren y el andén? siempre se oía por megafonía al abrirse las puertas. En todas las estaciones. Saliendo unos y entrando otros, con el respectivo ‘Sorry’ ?al mínimo roce involuntario? saliendo de bocas femeninas o masculinas, montadas en cuerpos altos, bajos o anchos, de tez morena, clara, dorada, y recubiertas de ropa de sport, trajes azules, y hasta con turbantes en lo alto de algunas cabezas. Cada cual viajando hacia lugares muy distintos, pero compartiendo por motivos prácticos el mismo track. Yendo unos a la City, otros a Piccadilly, a Victoria Station, o quizá Candem Town; haciéndose difícil el no pasar por Aldgate, Liverpool Street, Russell Square, Edgware Road, o King’s Cross donde prácticamente confluye todo.
El metro de Londres, como el de cualquier otra gran ciudad, es indiscriminado en su uso. Ésta por encima de las ideologías, creencias, etnias y hasta clases sociales. Es pues el metro en sí mismo un símbolo no solo de Londres, si no de la siempre pretendida democracia que define nuestra Civilización Occidental. Y ese es el objetivo real de los que han matado con explosivos en el tubo: dinamitar los valores y principios más elementales de nuestra organización política y social.
Todo lo demás son suposiciones. Se puede suponer que la fecha elegida para cometer tales acciones tiene que ver con la cumbre del G8 en Grenables, o quizá también con la elección de Londres como ciudad Olímpica un día antes; o con cualquier otra razón. En cuanto a las causas, si se quiere se pueden dar por validas las que el presunto grupo anónimo de Alqaeda ha difundido por Internet, las campañas militares del Imperio de su Majestad en Iraq y en Afganistán; o cualquier otra razón.
Lo bien cierto, lo que va quedando cada vez más claro, es que dando igual quien sea esa organización llamada Alqaeda, juega al choque de civilizaciones tan en boca de algunos ideólogos, y políticos occidentales. Sacrifica en el altar mediático nuestros símbolos de convivencia, tratando de volar por los aires tanto cualquier puente de comunicación, como los nexos intrínsecos que nos unen a Oriente incluso en nuestro lenguaje. Queriendo pues hacernos culpables de la muerte allá en sus tierras, incitándonos a culpar a nuestros líderes, quién sabe si esperando la rebelión no solo para que caigan nuestros gobiernos, si no cualquier fuerza operativa que meta mano en sus tierras. La otra cara de la falsa moneda, es la evocación a seguirlos de forma religiosa cual mesías salvador, mostrando los funestos resultados ya conocidos. Y mientras todos lícitamente dan vueltas sobre ésta cuestión, yo constato que más allá de la sabia retirada de circulación de algunos políticos por mandato del pueblo, ésta locura no beneficia en nada a nuestra especie. En nada soluciona los retos energéticos, demográficos, ecológicos, y de ignorancias por los que hoy todos pasamos; bien al contrario pues, el terrorismo y el contra terrorismo los oculta y camufla como en la Edad Media sucedía con la brujería y la contra brujería.
En cuanto al que hacer, Mind the gap. Tony Blair estrena la presidencia de nuestra pretendida Unión Europea, y una de las primeras cuestiones que abordara ?lógicamente avalado por todos? será la de la Seguridad dentro y fuera de nuestras fronteras. Y es en la medida en que se llene el hueco que hay en seguridad, por abuso o dejadez, en la que nos jugamos no solo nuestro futuro si no lo que ya somos.
Los precedentes de George W. Bush no son nada halagüeños, en cuanto a seguridad, ni para los norteamericanos, ni para el resto del mundo. Su irresponsabilidad, y su primacía hacia el sector petrolero, no solo han aniquilado el reino de taifas que era y és Afganistán, y la República de Iraq, si no que ha dividido a los gobiernos europeos sembrando la discordia ?y en esto Tony también tuvo su parte de responsabilidad?. Con estas campañas bélicas, y ésta involución europea, se ha multiplicado hacia el infinito la apertura de la caja de Pandora Muyahidin, ya abierta al menos veinticinco años atrás ?por tener buen uso en contra de los soviets y los laicos?.
Y en estas estamos, mientras la televisión muestra la conmoción en Falujah o Londres, mientras los nuestros hacen durar una guerra en Oriente que nadie quería ?y temen quizá otra de mucho más alcance contra las naciones emergentes allá en las montañas?, y los de la secta captan combatientes en nuestra casa porque en su casa ésta gente ya lo tiene todo perdido, aquí nosotros debemos tener cuidado con el hueco dejado por las bombas, para defender nuestros principios y valores en contra del acecho de la sombra de la Dictadura Universal.
Francesc Sánchez – Marlowe. Barcelona.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 9 Julio 2005.