Bolivia entre la revolución y la desestabilización

[ El pueblo alzado exige «la nacionalización de los hidrocarburos» y «la constitución de un nuevo Estado». La Paz se encuentra tomada decenas de miles de manifestantes, muchos de ellos mineros y campesinos llegados de la ciudad de El Alto. El presidente Carlos Mesa se vió obligado a dimitir.]

Vuelve la calma a Bolivia. Las organizaciones sociales que aún permanecían con las protestas y los bloqueos, después de un periodo de reflexión de 72 horas, retiran las barricadas de El Alto y La Paz.

Bolivia al borde del abismo
Francesc Sánchez ~ «El alzamiento del pueblo boliviano ésta vez representa una huida hacia delante que difícilmente puede terminar bien si no se aglutinan todos los esfuerzos hacia la búsqueda de una salida que sea fructífera para la mayoría de población desheredada.» – leer más

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?14 de Junio

Vuelve la calma a Bolivia. Las organizaciones sociales que aún permanecían con las protestas y los bloqueos, después de un periodo de reflexión de 72 horas, retiran las barricadas de El Alto y La Paz.

?10 de Junio

La elección del presidente de la Corte Suprema como jefe de estado, y la promesa de éste de convocar elecciones anticipadas ha sido aceptada por Evo Morales ?líder del Movimiento al Socialismo? y algunos sindicatos afines, pero muchas otras fuerzas sociales siguen con las protestas.

Después de atrasarse horas la reunión del Congreso por las contundentes protestas y disturbios ?en los que murió un minero bajo las balas de la policía?, Eduardo Rodríguez Veltzé, el presidente de la Corte Suprema, fue elegido finalmente ?como exigían gran parte de los movilizados? presidente de Bolivia.

El nuevo presidente ha manifestado sus intenciones de convocar unas elecciones anticipadas. Sin embargo hay sectores sociales como la Central Obrera Regional (COR) de El Alto, la Confederación de Maestros de Bolivia y la Confederación Sindical única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), que han manifestado su intención de «no acallar sus protestas y levantar la huelga general, mientras no se proceda a la nacionalización de los hidrocarburos».

Por su parte Hormando Vaca Díez, el presidente del Congreso ?y presidenciable por ley ante la aceptación de la dimisión de Carlos Mesa? manifestó las inquietantes palabras: «Quiero denunciar que no estamos viviendo en democracia en Bolivia, porque se impide al Congreso Nacional ejercer su función constitucional, porque se renuncia para no renunciar, porque se llama a la subversión y al levantamiento».

El ejercito, que durante esta crisis ha mantenido una prudente ausencia ?en gran medida solo protegiendo importantes campos petrolíferos y de gas?, por medio del jefe de las Fuerzas Armadas ha manifestado que estas «defenderán la democracia y la ley».

?9 de Junio

Miles de mineros han partido hacia la ciudad de Sucre para exigir al Congreso la celebración de elecciones anticipadas. En esa ciudad el Congreso ha previsto estudiar la dimisión de Carlos Mesa, y decidir si Vaca Díez ?el presidente de la cámara? ocupara la jefatura del Estado. Decisión que según el periódico boliviano «La Razón» ya habría sido tomada.

El ex presidente Carlos Mesa a vuelto a manisfestar sus temores a «que se produzcan derramamientos de sangre», ha pedido «que el Congreso no designe a Vaca Díez como presidente» y «que convoque elecciones anticipadas para dar salida a las demandas de la población». Asimismo Carlos Mesa ha pedido ante la gravedad de la crisis observadores internacionales a Argentina, Chile y las Naciones Unidas.

El obispo de Santa Cruz, Braulio Saez, en declaraciones a la Cadena Ser a argumentado que «la mayoría de bolivianos quieren una salida democrática a la crisis», esperando «unas nuevas elecciones, y una renovación política que de salida al país». Al ser preguntado por los detonantes de la crisis en su opinión responde a «a un resurgir de los pueblos étnicos, a un alzamiento de los más desfavorecidos para intentar cambiar su precaria situación, y una lucha por el poder de las diferencias tendencias políticas».

?8 de Junio

Sigue la confusión generalizada en Bolivia en espera de conocerse si Vaca Díez, presidente del Congreso, se hará cargo de la presidencia del país. Circunstancia que, según el ex presidente Carlos Mesa, podría desencadenar «una guerra civil».

El gobierno se ha trasladado para su seguridad a la ciudad de Sucre; al parecer Evo Morales, el ex presidente Mesa y la iglesia católica ?tratando de hacer de catalizador? están aunando esfuerzos para que el derechista Vaca Díez no asuma la presidencia, y se celebren unas elecciones lo más pronto posible. Sin embargo, la Central Obrera Boliviana y otras fuerzas sociales, que siguen movilizando a decenas de miles de personas por La Paz y El Alto, exigen además de la ya conocida nacionalización de los hidrocarburos, un gobierno popular al margen de la clase política boliviana.

Conforme a estas dinámicas populares se han ocupado pacificamente al menos siete campos relacionadas con los hidrocarburos, cuatro de Repsol YPF y tres de British Petroleum; su producción ha quedado paralizada.

?7 de Junio

Carlos Mesa, el hasta ahora presidente de Bolivia, ante unas protestas multitudinarias, ha presentado su dimisión. El pueblo alzado exige «la nacionalización de los hidrocarburos» y «la constitución de un nuevo Estado». La Paz se encuentra tomada decenas de miles de manifestantes, muchos de ellos mineros y campesinos llegados de la ciudad de El Alto. Las comunicaciones en la ciudad están cortadas y empiezan a faltar los suministros.

La unión y la discordia por el gas

Las protestas empezaron el pasado mes de marzo y se reavivaron con fuerza hace una semana. En un primer momento, la oposición ?encabezada por Evo Morales por el partido «Movimiento al Socialismo»? exigió en las calles la elevación de los impuestos a las multinacionales que explotan los hidrocarburos en Bolivia. Con el paso de los días se pasó a exigir la nacionalización de los hidrocarburos, la dimisión de Carlos Mesa, y la constitución de un nuevo Estado.

Ésta ultima demanda por parte de la oposición, al parecer habría quedado por el momento en un segundo termino, al demandarse una presidencia temporal por parte del presidente del Tribunal Supremo (*1), en espera de celebración de unas elecciones.

Ésta unión entorno al gas de los mineros, campesinos, maestros y en general los sectores más desfavorecidos ?la mayoría de la población boliviana? se remonta al mes de septiembre del año 2003, cuando las intenciones de exportar el gas a Chile, por parte del gobierno del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, articularon a estas capas sociales ya enfrentadas con el gobierno desde los sucesos sangrientos de febrero (*2), provocando la caída del gobierno, la huida del presidente y la elección de Carlos Mesa como nuevo Jefe de Estado.

(*1) Las Constitución Boliviana establece que ante una renuncia del presidente es el vicepresidente el encargado de tomar la jefatura de Estado, sin embargo ante la negativa de la oposición, el turno pasa al presidente del Congreso ?Vaca Diéz ? y en su defecto de la Cámara de Diputados ?Mario Cossío?. Estas dos posibilidades, también desechadas por la oposición, dejarían ?entonces sí? en manos del presidente del Tribunal Supremo ?Eduardo Rodríguez? la presidencia del país.

(*2) 12 y 13 de febrero del 2003: Guerra civil; militares y policías se enfrentan en la plaza central, frente al Palacio de gobierno. Goni saca francotiradores a las calles. En esos dos días murieron 33 personas y hubo 200 heridos. Ver Bolivia, cronología del descontento – por Boris Iván Miranda

Redacción / Internacional. El Inconformista Digital.-

Incorporación – Redacción. Barcelona, 7/8/9/10 Junio 2005.