Elecciones gallegas: el mensaje del miedo del PP – por Teresa Galeote

Hay indicios de que el PP podría perder la mayoría absoluta en la Comunidad gallega y por ello sus dirigentes están nerviosos; y es que perder el feudo que durante tantos siglos han dirigido con mano de hierro tiene que sentar mal. ¡Sí!, no exagero porque siglos y dinastías conservadoras de caciques se han sucedido a través del tiempo. Por si dicha trayectoria fuese poco, políticos mutantes se han perpetuado en los diferentes régimen políticos que se han sucedido en nuestro ruedo ibérico.

Fraga, hombre camaleónico, al igual que otros fieles del franquismo han tenido y siguen teniendo puestos de máxima relevancia en el actual sistema y no pocas responsabilidades en algunos asuntos escabrosos del pasado y más recientes durante la transición. La familia Rosón prohombres del poder ya tenían su merecida fama de caciques gallegos mucho antes de la dictadura franquista y después de la muerte de Franco siguieron ostentando puestos importantes en la Administración Pública. Sagas que pretenden perpetuarse, que se creen con el derecho divino de ser los únicos representantes dignos de gobernaciones eternas, lanzan advertencias sobre las consecuencias que la llegada de «los otros» pueden llevar a la Xunta gallega.

Dicen que con ellos entrará ETA y algunos estimulan a su gente a buscar votantes, aunque sea bajo las piedras y a utilizar todos los métodos posibles (incluido el robo) para conseguir los votos suficientes para seguir en el poder; hablando de tradiciones, ¿verdad que eso suena a los tradicionales pucherazos? ¿Andan bien de la cabeza dichos dirigentes? No tienen ningún pudor y acosan al votante con discursos mesiánicos que van directamente al corazón.

El miedo es una de las cosas más libres que existe en la naturaleza humana y saben que las campañas hechas con dicho ingrediente suelen dar su fruto, aunque algunas veces fallan. Por ello, como dragones salvadores de inocentes doncellas expuestas a una manada de lobos dispuestos a devorarlas, lanzan fuego y todo tipo de barbaridades por sus bocas.

Espero que los gallegos no se atemoricen, que planten cara a tanto filibustero, que dejen de ser los eternos sufridores, emigrantes siempre dispuestos a coger sus maletas para marchar hacia otros lares cuando sus tierras no les permite asegurar el sustento. Nunca es tarde si la dicha es buena, e impedir que la derecha caciquil de toda la vida siga manipulando conciencias; es un ejercicio que fortalece las neuronas y el espíritu.

Asustar con ETA es fácil, pero lo que no dicen es que a ETA la incubó y la trajo la dictadura que padecimos; don Manuel, fiel escudero del dictador, estuvo con el régimen hasta que Franco murió y después quiso perpetuarlo sin el General. Son demasiadas las mentiras, demasiadas las manipulaciones y demasiadas las preguntas sin responder. Hay un miedo ancestral al que manda, pero hay que contar la historia; ignorándola no se remedian los males que nos aquejan. Hay que decirles ¡basta! Hay que decirles que no viene el lobo, que para lobos depredadores ya están ellos, que ellos impregnaron de pánico y superstición esas hermosas tierras.

El sentimiento gallego está cubierto de brumas, de temor por los caciques que se perpetuaron siglo tras siglo. A muchos, el miedo les empujaba mientras el mar lanzaba cantos de sirenas desde la otra orilla. Galia merece recobrar el tiempo perdido y el añorado. La respuesta está en sus gentes el día 19 de junio, fecha de las elecciones gallegas.

Teresa Galeote. Alcalá de Henares, Madrid.
Redactora, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 6 Junio 2005.