Desde el pasado jueves en la ex república soviética de Uzbekistán se están desarrollando una serie de acciones que han sumido al país en una completa desestabilización. Mientras miles de manifestantes piden la dimisión del presidente Islam Karimov, el ejército ha sumido la ciudad de Andizhán en «un estado de sitio». Las víctimas mortales podrian ascender a más de 500.
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Todo empezó en la noche del jueves con la toma y liberación posterior, por un importante número de personas, de una prisión de Andizhán. Estas personas —muchas de ellas pertrechadas de armas usurpadas al ejército— lograron liberar entre 2.000 y 4.000 presos, la mayoría vinculados a organizaciones políticas islámicas,»extremistas islámicos» según Karimov, y «presos políticos e injustamente encarcelados» según los manifestantes. Entre ellos —quizá el objetivo según otras fuentes— 23 empresarios pendientes de juicio por «extremismo islámico».
El viernes la «revuelta popular» empezó con una manifestación en las calles de Andizhán. A gritos de «trabajo y libertades» más de 10.000 personas presuntamente vinculadas a Akramiya —una organización islámica ilegalizada— se manifestaron delante de la sede del gobierno regional. Horas después, un número indeterminado de personas armadas irrumpió en la sede del gobierno municipal, tomando algunos rehenes. El ejército ya desplegado tomó posiciones y empezaron los tiroteos, produciéndose un número de bajas y heridos, no inferior a la cincuentena y el centenar.
Algunas declaraciones políticas
Según un portavoz de la Comisión Ejecutiva de la UE: «Las protestas —instigadas por grupos islámicos— son una prueba de la tensión provocada por el Gobierno, que no respeta lo suficiente los derechos humanos», «lo que está ocurriendo no puede ser una justificación para la represión violenta. El Gobierno debería ir más lejos en las reformas sociales y políticas, en el pleno respeto de los derechos humanos y en la autoridad de la ley».
Por su parte el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, manifestó a los medios «La gente de Uzbekistán quiere tener un gobierno más representativo y democrático. Pero esto debería lograrse de forma pacifica no a través de la violencia, y éste és nuestro mensaje».
Continuando con: «Nos hemos preocupado por los derechos humanos en Uzbekistán, pero también por este brote de violencia, particularmente por algunos miembros de una organización del terrorista que fueron liberados de la prisión». A este respecto cabe remarcar que EEUU dispone de una base militar en Uzbekistán desde hace algunos años dedicada «a la lucha contra el terrorismo internacional».
Los manifestantes en Andizhán han pedido la «mediación rusa en este conflicto». Las ultimas informaciones desde Uzbekistán pese a que reportan «el fin de los tiroteos», hablan de «una huida de miles de personas del país a través de las fronteras con Kirguizistán».
Un ultimo recuento apunta que las víctimas mortales, acerca de los tiroteos que se han ido reproduciendo estos días en Andizhán, podrian ascender a más de 500.
Redacción / Internacional. El Inconformista Digital.-
Incorporación. Redacción. Barcelona, 14 Mayo 2005.