El fuerte temblor producido el pasado lunes al Noroeste de Sumatra pese a que finalmente no desarrolló ningún maremoto, ha podido causar más de dos mil víctimas mortales, un número similar o superior de heridos, y dejado a decenas de miles sin agua potable.
Sacudida de 8.7 grados al Noroeste de Sumatra
A las 23:15 (hora local) el pasado lunes se produjo un fuerte terremoto de 8.7 grados en la escala de Richter a 30 kilómetros de profundidad al noroeste de la isla de Sumatra, y a 200 kilómetros de la costa, no muy lejos del epicentro del nefasto resquebrajamiento de la tierra del 26 de diciembre.
El temblor —de dos minutos de duración— que tuvo dos replicas menores, asoló las islas Nias y provocó la alarma en toda la región. Según Yusuf Kalla, vicepresidente de Indonesia, «al menos dos mil personas» habrían perdido la vida. Hasta la fecha se han contabilizado 430 cadáveres.
La ong Oxfam internacional, desplazada hacia la zona afectada desde Banda Aceh, ha comunicado desde las islas Nias la destrucción de multitud de edificios en Gunung Sitoli —la ciudad principal—, la falta de agua potable para 20.000 personas, y la inexistencia de medicamentos en los hospitales.
Esta vez hubo aviso desde la NOOA
El centro de alerta temprana de tsunamis de la NOOA —Administración Oceánica y Atmosférica— en islas Hawai en el Pacifico, está vez sí alertó a los países del sudeste asiático de la más que probable posibilidad de desarrollo de maremotos después del terremoto.
Miles de personas fueron evacuadas en medio del pánico y la confusión en Indonesia y Tailandia. Sin embargo esta vez los maremotos no se produjeron.
La zona afectada por esta secuencia de terremotos ya fue dañada el día 26 del pasado mes de diciembre. Centenares de miles muertos —los últimos recuentos llegaron a sobrepasar los 300.000— y millones de personas afectadas fue el saldo que dejó en el sudoeste asiático la venida de las aguas. La comunidad internacional empezó una rápida subasta aportaciones millonarias —desde ayudas gubernamentales a donaciones particulares previa comisión bancaria o telefónica—, hoy tres meses después con éste daño sobre el daño, y con los militares y voluntarios sin fronteras aún desplegados y haciendo labores humanitarias, la mayoría de la ayuda comprometida en su momento por los estados no ha llegado a su destino.
Redacción / Internacional. El Inconformista Digital.-
Incorporación. Redacción. Barcelona, 30 Marzo 2005.