Así comenzaba la presentadora de la televisión pública la información en el telediario matinal. Según el guión, comunicaba que, la isla caribeña era noticia por un desfile de modas, aunque hacía notar que los modelos allí exhibidos no estaban al alcance del “cubano de la calle, pero si de los turistas”.
Notable información por su trascendencia en el devenir del planeta. Tan importante me parece la noticia que, por fin, me ha abierto los ojos y mostrado como en este lugar del mundo donde habito, atamos los perros con longanizas.
Ahora caigo que los desfiles de modas que nos muestran en los medios de comunicación de este lado del océano, esos que denominan pasarelas Gaudí o Cibeles, esos donde los diseñadores/as mas afamados, presentan sus creaciones, son una simple muestra para que la inmensa mayoría de los ciudadanos del país salgamos corriendo a comprarlos, ya que el poder adquisitivo de nuestros salarios nos da para ir por nuestras calles con lo más avanzado de la ropa de diseño.
Me da la sensación que soy un ser extraño o una especie a extinguir, ya que mis prioridades no pasan por estar al tanto de las modas que imprimen muchas sanguijuelas mediáticas, en muchos casos pagadas por los impuestos de los curritos de a pié.
Desde luego que los trabajadores tenemos prioridades en nuestra cotidianidad, preocupaciones para llegar a final de mes, para poder encontrar una vivienda con un precio asequible (una quimera), o desear fervientemente no ponerse enfermo o tener que pasar por el oculista o el dentista, cuestiones que ponen el bolsillo en estado de shock.
Parece que, por los mensajes en los medios, las calles son una pasarela con ropa de Dior o Versace. Que los monos de trabajo o las batas son de marca, con estampaciones de Gianfranco Ferré.
Emilio Sales Almazán. Talavera.
Redactor, El Inconformista Digital.
Incorporación – Redacción. Barcelona, 30 Abril 2005.