La entrada de los cardenales en la Capilla Sixtina, que fue retransmitida por la televisión del vaticano por primera vez en la historia, se produjo a las 16:30 horas, momento en el cual se cerraron las puertas bajo la sentencia «extra omnes» (todos fuera).
Más allá de la cuestión de la fe de los cristianos
Francesc Sánchez ~ «Una muestra de la importancia de la muerte de Juan Pablo II, y del interés por el nuevo Papa por otras confesiones son las palabras a éste periódico de Mansur Escudero, secretario del Consejo Islámico de Córdoba.» (en el interior)
«La elección del nuevo Papa está en marcha»
En la tarde de ayer desde la plaza de San Pedro se pudo ver la primera «fumata negra» saliendo de la chimenea de la Capilla Sixtina. Horas antes 115 cardenales ponían en marcha el Cónclave que elegirá al nuevo Papa.
Turistas y fieles formaron parte del inicio del ritual de «las fumatas» que ayer se inicio en el Vaticano. El humo negro que salió de la chimenea de la Capilla Sixtina a las 20:02 horas anunció que la primera votación de los 115 cardenales reunidos El Cónclave no resulto satisfactoria.
El proceso conocido como Cónclave, se inició pocas horas después de la solemne misa «Pro eligendo Ponticife», celebrada por la mañana y oficiada por el cardenal ultraconservador Joseph Ratzinger. El hasta ahora encargado de la «Santa Inquisición» en su discurso denunció la «dictadura del relativismo imperante», abogando por «la vuelta de la sociedad a la Iglesia».
La entrada de los cardenales en la Capilla Sixtina, que fue retransmitida por la televisión del vaticano por primera vez en la historia, se produjo a las 16:30 horas, momento en el cual se cerraron las puertas bajo la sentencia «extra omnes» (todos fuera).
Sistema de elección
Para que uno de los 115 cardenales sea elegido como Papa, éste debe de haber obtenido dos tercios del total de votos emitidos (al menos 77). El sistema de votación es sencillo y supuestamente anónimo. Cada elector debe de escribir en una cuartilla en letra ilegible el nombre del cardenal que considera que debe ser el Papa, después se efectúa un recuento y si no hay quórum suficiente se queman las cuartillas en la estufa de la Capilla Sixtina.
En el momento que se produzca «la dicha» se quemara paja en lugar de las cuartillas, el humo blanco —fumata blanca— que saldrá por la chimenea anunciara que la iglesia católica ya tiene nuevo Papa.
Mientras ese momento llega los cardenales estarán apartados del mundo —encerrados bajo llave—, deliberando, y votando dos veces al día. Y así día tras día —sin fecha limite— los romanos y los turistas podrán ver como sale el humo negro desde la chimenea.
En la primera fumata de éste Cónclave, primero ha empezado a salir humo de color indeterminado, más bien tirando al blanco, después se ha convertido en negro. Estos contratiempos de la liturgia del ritual serán solucionados con productos químicos.
Más allá de la cuestión de la fe de los cristianos
Francesc Sánchez
La elección del nuevo Papa debería ser importante para más de mil millones de creyentes en la fe del cristianismo católico, sean o no practicantes. Pues el Papa no solo es el máximo dirigente de la Iglesia Católica, si no que también —según lo establecido— es el representante de Dios en la Tierra, en términos racionales: el constructor de la doctrina en la que creen los católicos. Es esta figura la que aplica el dogma de las sagradas escrituras —los evangelios aceptados por esta confesión—, pero también y esto es lo más interesante —como San Pedro, Constantino y otros hicieron— el que puede aceptar nuevos evangelios —los apócrifos— y quizá introducir de otros de nuevos desconocidos o aún por escribir. Para los creyentes en otras confesiones cristianas, es importante por esta misma razón.
La modificación del dogma de la Iglesia Católica, si se basara en documentaciones probatorias de los tiempos primitivos, quizá podría también afectar al Judaísmo —pese a ser anterior— y al Islam. Pues las tres religiones provienen de las mismas escrituras.
Las relaciones de Juan Pablo II con el Judaísmo, el Islam y otras religiones significaron un grato acercamiento para estos otros creyentes, pero también una hábil contención que limó no poco importantes fricciones en Oriente Medio.
Durante siglos los diversos creyentes han estado enfrentados, y hoy si fuera por algunos radicales estaríamos en las mismas.
Una muestra de la importancia de la muerte de Juan Pablo II, y del interés por el nuevo Papa por otras confesiones son las palabras a éste periódico de Mansur Escudero, secretario del Consejo Islámico de Córdoba.
«Espero un Papa que recuerde al mundo, en su palabra, su conducta y en la forma de gobernar a su iglesia, el mensaje y ejemplo de vida del profeta Jesús. Un Papa que esté con los pobres, los oprimidos, los desfavorecidos. Que reconozca otras vías de salvación que la católica y coopere con ellas. Los musulmanes amamos a Jesús y lo reconocemos como un gran profeta. Nada nos daría más satisfacción que poder reconocer en el nuevo Papa las virtudes que éste tenía.»
Para los no creyentes, o creyentes en otras confesiones, es importante el Sumo Pontífice en la medida en que el nuevo Papa puede ejercitar su poder —y sobre todo influencia— en los creyentes cristianos. Nuestras sociedades occidentales más o menos laicas están formadas también por creyentes en la fe católica, y de las decisiones y actuaciones —también de estos— está el que la convivencia sea más o menos aceptable.
En las sociedades emergentes, hoy entendidas como Tercer Mundo, la creencia ciega y su seguimiento inflexible tiene mucha más fuerza que en Occidente. Esta circunstancia en un mundo extenuado, en el que se está desarrollando una superpoblación, un agotamiento de los recursos, y un incremento de las guerras y la violencia, hace que la elección entre un Papa progresista y un papa conservador sea una disyuntiva que afecte muy directamente a todos los mortales.
Redacción / Internacional. El Inconformista Digital.-
Incorporación. Redacción. Barcelona, 19 Abril 2005.