Irán: el eje del mal – por Edmundo Fayanás

Estados Unidos ha colocado a Irán en la lista de países que denomina “el eje del mal”. Irán siempre ha sido una potencia histórica en la zona, no sólo por su demografía, sino por su petróleo e incluso por su economía. Actualmente es uno de los principales productores de petróleo del mundo, estando gobernada por una teocracia desde la llegada de Jomeini al poder tras el derrocamiento del Sha.

¿Cuál es el peligro de Irán para Estados Unidos?

El peligro, que los Irán representa para los norteamericanos, no se debe a sus proyectos nucleares como nos venden, ni a las armas de destrucción masiva. El verdadero peligro es su intento de alterar el sistema económico mundial utilizando el petroeuro por el petrodólar. Esto, para los norteamericanos es como una declaración de guerra, puesto que reduciría los beneficios de sus empresas y podría provocarle un colapso económico.

En junio de 2004, Irán plantea la creación de un centro de cambio petrolero mundial (una bolsa) basada en euros. Esta competiría con las bolsas petroleras de Londres y Nueva York que están bajo control norteamericano. Esta iniciativa iraní fue bien acogida por muchos países, tanto productores como consumidores, pues les puede abaratar su factura energética y darles independencia.

Actualmente los países consumidores no tienen elección, debiendo usar el dólar como moneda única de compra. Si los demás productores de petróleo aceptaran el euro en lugar del dólar, la economía norteamericana entraría inmediatamente en bancarrota. Esta crisis podría producirse cuando los compradores de petróleo puedan elegir entre pagar 57 dólares el barril de Nueva York o los 37 euros de la bolsa iraní.

La guerra económica de Irán se parece a la de Sadam Hussein, que en el año 2000 había convertido todas sus reservas en euros y había empezado a cobrar el petróleo en esa moneda. Los economistas se burlaron de Sadam, porque al principio le supusieron fuertes pérdidas, para posteriormente recuperarlas y ganar bastante más. La venta del petróleo iraquí vuelve a venderse otra vez en dólares.

La Administración Bush es consciente del riesgo que supone que otros Bancos Centrales diversifiquen sus reservas de dólares en euros y que se cree un fondo de reserva para la compra de petróleo en esta moneda.

Irán ha hecho grandes esfuerzos y ha invertido demasiados recursos para hacerse con la tecnología nuclear, no estando dispuesto a renunciar a ella, como se desprende de su actuación. A diferencia de Iraq, Irán no dejaría sin respuesta un ataque israelí a sus instalaciones nucleares. Seguramente reaccionará de forma agresiva, desestabilizando toda la región, incluyendo a Israel, Iraq y Afganistán.

Israel tiene miedo del poder nuclear iraní. Una bomba nuclear islámica es una amenaza muy seria para la hegemonía militar israelí en el Oriente Medio. Su existencia puede arrancar concesiones a Israel y desatar una carrera de armamentos en la zona, que absorbería todos los recursos israelíes en defensa.

Pero Irán no es Iraq, pues cuenta con el respaldo ruso pero sobre todo chino. En octubre de 2004, China firmó un acuerdo con Irán por 100.000 millones de dólares para desarrollar el gigantesco campo de gas natural de Yadavaran, la compra directa de gas licuado y 150.000 barriles diarios de petróleo. Irán es el principal proveedor de petróleo de China que cada vez necesita más materias primas y energía para garantizar su desarrollo.

Pekín negocia la construcción de un oleoducto de 240 millas que iría de Irán al Mar Caspio septentrional para así conectarlo con el oleoducto a larga distancia de Kazajstán a Xingiang que se empezó a construir a finales del 2004 y que tiene una capacidad para entregar a China 10 millones de toneladas de petróleo. Para los chinos, Irán es una pieza básica de su abastecimiento e impedirá cualquier actuación norteamericana.

Para Irán, China es fundamental ante la presión norteamericana que sufre para que renuncie a su programa nuclear, y la intención de la administración de Bush de llevarla ante el Consejo de Seguridad de la ONU, para imponerles sanciones.

Estados Unidos acusa a Irán de no cumplir el Tratado de No Proliferación Nuclear, cuestión que está por demostrar. Pero lo que si está demostrado es que el que no lo cumple son es Estados Unidos al abandonar el Tratado ABM, la ruptura de los acuerdos de desarme firmados en las negociaciones con la URSS después de finalizar la llamada guerra de las galaxias.

A mi que no me gustan ningún tipo de armas y menos las nucleares, deseando la desaparición de estas, se nos va a hacer eternamente larga la guerrera Administración Bush.

Edmundo Fayanás Escuer.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 19 Abril 2005.