La crisis de los medios de comunicación árabes – por Abdel Bari Atwan

El presidente norteamericano George Bush, manifestó su inquietud por los medios de comunicación árabes, y los instrumentos que estos utilizan, para criticar a EEUU, asumiendo personalmente, la misión de “enfrentarse a ellos”, después de designar a la Sra. Karen Hughs (su consejera más cercana), para emprender la tarea de mejora de imagen de EEUU en el exterior.

Se podría dividir las declaraciones del presidente Bush en dos partes, la primera, sería, el cómo enfrentarse a estos medios, y la segunda, sería, el cómo mejorar la imagen norteamericana en el exterior.

El presidente Bush reconoció, que la causa de la ola de críticas dirigida a su país, tiene que ver con su fuerte amistad con Israel, tranquilizándonos, de que jamás renunciaría a dicha amistad, así que, tanto los medios de comunicación árabes, como sus jinetes, podrían beber del agua del mar negro o rojo si quisiesen, para poder calmar su irritación.

Éstas declaraciones del presidente Bush, causan perplejidad y temor a la vez, la perplejidad, porque la mayoría de los medios de comunicación árabes ya están domados. Y el temor, porque la decisión de “enfrentarse a ellos”, podría tener su traducción en la práctica, y en los próximos meses, cerrando las pocas tribunas que aún siguen atizando las brasas, expresando los verdaderos sentimientos árabes e islámicos hacia las operaciones de humillación y hegemonía norteamericanas en la zona.

La mayoría absoluta de los medios de comunicación árabes, son cajas de resonancia de sus regímenes, y estos regímenes, ya no hacen más que ejecutar, literalmente, los dictados estadounidenses. Los responsables y los embajadores norteamericanos, ya se pasean por las cadenas de televisión árabes que emiten vía satélite, portando las instrucciones, las listas negras para los censurados y los autorizados para ser invitados y/o entrevistados.

La mayoría de los canales de televisión árabes vía satélite, se han convertido en una copia del canal de “Alhurra” (la libre), es más, no exageraríamos si afirmásemos que el espacio de libertad en el canal de Alhurra, es aun mayor del que hay en sus semejantes árabes.

Los embajadores estadounidenses en las capitales árabes, se han convertido en los auténticos vigilantes de la prensa y de los medios, después del éxito que tuvieron vigilando a las mezquitas, impidiendo a los predicadores hablar durante el rezo del viernes sobre la Yihad en Palestina, Irak o Afganistán, incluyendo ésta prohibición al predicador del Honorable Lugar Santo de la Meca. La desfachatez alcanzó tal grado, cuando un embajador norteamericano, protestó, porque unas cadenas de televisión árabes, invitaron a personalidades árabes que criticaban a EEUU durante la celebración de un Congreso en Londres, donde participaban los directores de estas mismas cadenas, y mencionó el nombre de quien escribe éste artículo como ejemplo, y cuando le respondió uno de los presentes que la opinión de EEUU también estaba representada en la mayoría de los programas de su cadena, le contestó que aquello no era suficiente.

La administración norteamericana en la era Bush, se ha convertido en un competidor de las dictaduras en el mundo árabe, reprimiendo a la otra opinión, financiando a cadenas televisivas que mutilan a la verdad, especializándose, en la emisión de propaganda insidiosa a través de noticiarios y programas televisivos redactados con sumo cuidado, en los departamentos de difamación establecidos en el Pentágono y en la Secretaría de Asuntos Exteriores, precisamente, para estos fines, y apoyándose completamente, sobre algunos árabes americanizados.

Después del Lanzamiento del canal “Alhurra” y la emisora de radio “Sawa”, la administración norteamericana, financió a cadenas de televisión y a periódicos iraquíes de forma directa en el interior de Irak, y de forma indirecta, en el exterior. Una de las cadenas televisivas árabes recibió cien millones de dólares a cambio de un archivo antiguo y la formación de presentadores de televisión. Uno de los responsables iraquíes de una de estas cadenas, y designado por los propios norteamericanos, dimitió en señal de protesta.

Hemos presenciado como se inundaron determinadas cadenas de televisión árabes, con muy atractivas campañas publicitarias durante las últimas elecciones iraquíes. Son las campañas que hicieron estas cadenas, para fingir que la situación de Irak va de bien a mejor, insinuando, que Bagdad se ha convertido en una ciudad más floreciente que Nueva York, y que la ciudad de Mosul, es más segura que Ginebra.

Hace un año, EEUU envió a un grupo de expertos liderados por el ex embajador Edward Djergian para visitar las capitales árabes e islámicas en busca de las causas del odio árabe e islámico hacia Norteamérica, como si el conocimiento de dichas causas, requiriera expertos. El informe presentado por la comisión, estaba anegado por la ignorancia y las sandeces, ya que, reconoció que los niveles de odio habían llegado hasta unos límites preocupantes, descubriendo, que la cantidad asignada por la administración USA para los medios y las Relaciones Públicas (un millar de dólares anuales), no era suficiente y que habría que duplicarla. Recuerdo en su día, que la cadena CNN me había invitado junto al embajador Djergian (quien fue embajador en Siria, de origen armenio y conoce muy bien a los árabes), para hablar sobre el informe y sus conclusiones. Le dije literalmente: “Que el problema no estaba en el vendedor, sino el género, que el género norteamericano estaba podrido y maloliente, por eso iba a ser muy difícil venderlo, fuese lo que fuese el tamaño de la financiación en publicidad.”

La imagen norteamericana, no es mala tan solo en el mundo árabe, sino en diferentes partes del mundo, Europa incluida. Ni todo el dinero del mundo conseguirá enderezarla, mientras siga la actual política provocativa de EEUU tal como está. Cómo se va a parar el odio hacia ésta administración norteamericana, cuando ésta, está retando al mundo entero y provocando sus sentimientos al designar al mayor enemigo de la ONU, John Bulton, como su enviado en la misma y, encargado de la misión de reformar la Organización Internacional. Y al mayor sostén de la guerra sobre Irak y Afganistán, Paul Wolfowitz, como candidato a presidente del Banco Mundial, cuya principal misión es: la lucha contra la pobreza, la ayuda al millar de seres humanos del mundo cuyos ingresos son inferiores a un dólar al día, para vivir dignamente.

Éste Wolfowitz, odia a los árabes y a los musulmanes, y cree que gastarse dos millares de dólares en la guerra contra Irak y el asesinato de cien mil iraquíes, es una gran victoria para la democracia y los derechos humanos. Y su designación para este alto e influyente cargo internacional, significa, la utilización de las ayudas como arma contra quien no esté en acuerdo con la injusticia norteamericana y se rebele contra las corruptas dictaduras aliadas de EEUU en el tercer mundo, y en el mundo árabe, particularmente.

El presidente Bush, que critica a los medios de comunicación árabes para amordazarlos, no es Idi Amin, ni es el general Pinochet, ni es el presidente de Corea del Norte siquiera, sino, es el presidente de un estado que se nos presenta como el líder del mundo libre, protector de la democracia y las libertades de expresión.

La prensa británica y europea, está llena de artículos que atacan al presidente Bush y a su administración, acusándole de ser un criminal de guerra que conduce al mundo hacia el desastre, sin embargo, el presidente Bush, no está molesto con ésta prensa ni con sus articulistas, porque teme a su pueblo antes que temer a los demás pueblos, pero, no deja de criticar a los medios árabes, asignando los millares de dólares para domesticarlos y arrodillarlos , puesto que estos medios árabes, fueron humillados por sus gobiernos, y porque el presidente Bush, se acostumbró a humillar a la mayoría de los lideres árabes, disfrutando con su auto-sometimiento a sus dictados y tratándoles con la mentalidad de un vaquero.

Sentimos pena y tristeza por este grado de abatimiento al que hemos llegado como informadores árabes, y tememos llegar al día en que, tendremos que presentar nuestros artículos y los borradores de nuestros diarios en las embajadas norteamericanas para conseguir el visto bueno para su publicación, antes de imprimirlos, aunque ya no creemos que quede lejos ese día.

Abdel Bari Atwan, es el director de Al-Quds Al-Árabi. El artículo fue publicado el 18 de Marzo en el periódico Al-Quds Al-Árabi

Traducido del árabe por Jamal Halawa. Olias del Rey. Toledo.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 19 Marzo 2005.