Sense vergonya – por Emilio Sales Almazán

Qué espectáculo más impresionante el ofrecido por los “padres” de la representación democrática del pueblo en el Parlament de Catalunya. Si las imágenes de aquellas tardes en el debate de la Comunidad de Madrid quedaron reflejadas en los anales de la ignominia política, ahora los homónimos de Catalunya nos obsequian con unas dosis de rubor que asustan.

Veo en las noticias televisivas el intercambio de “flores” entre el President, D. Pasqual Maragall, y el líder de Convergencia i Unió, D. Artur Mas. Convierten el debate sobre la tragedia del Barrio de El Carmel en una demostración de la ciénaga en que han convertido esta supuesta democracia que tanto quieren y de la que viven bastante cómodamente. Los vecinos y vecinas de la barriada barcelonesa, miraran atónitos el espectáculo, mientras las grietas, el abandono y los cascotes, de los que fueron sus humildes hogares, se amontonan. Ellos y ellas, súbditos de la indecencia de unos representantes políticos, que amagan con denunciar, lo que supuestamente saben, pero que se quedan en la frase y no depuran responsabilidades, políticas y penales, por si les salpica la porquería.

El 3%. Es la cifra porcentual que se maneja, con la que se amenaza. ¿Qué hay detrás de tal cantidad? No es la subida salarial de los empleados públicos, ni de las pensiones, ni del salario mínimo, ni de los beneficios de la banca, etc. Es, al parecer, la presunta cantidad que se debe, o se debía, dejar en “caja” de algunos, para que se realizaran obras.

En alguna ocasión oí algo sobre unas declaraciones del Sr. Carod sobre, y cito de manera no textual, la visita de algunos personajes con la intención de informarse donde, ahora que había cambiado el gobierno catalán, debían ingresar esas cantidades. Me sonó a un presunto impuesto revolucionario que presuntamente habrían recaudado ciertos responsables del anterior gobierno del Sr. Pujol.

Las opiniones no se han hecho esperar. Pero lo grave es que se tome como normal que existan pequeñas, medianas o grandes “Sicilias” y sus correspondientes “omertas” (ley del silencio). Y no parece que sea un presunto caso aislado. En todos los sitios cuecen habas.

El cruce de palabras entre los dos dirigentes en la sesión de ayer del Parlament les debía llevar a, como mínimo, a irse a sus casas. Y después, ser llamados por la fiscalía anticorrupción para que dieran, con pelos y señales, toda la información que tienen de los presuntos pagos para ser, presuntamente favorecidos, los intereses de algunos.

Los vecinos y vecinas de El Carmel, los ciudadanos y ciudadanas de este país, deberían ser tratados con más respeto. A lo mejor, presuntamente, los problemas vengan por la falta del 3% en la cantidad de hormigón, el 3% en la falta de ladrillos, el 3% en falta de medidas de seguridad, 3% de etcéteras. ¿Esta es la Europa que quieren? Sí. Yo No. No a una sociedad basada en las tácticas de “la cosa nostra”.

Emilio Sales Almazán. Talavera.
Redactor, El Inconformista Digital.

Incorporación – Redacción. Barcelona, 26 Febrero 2005.