Otro Carmel No, ¡Por favor! – por Emilio Sales Almazán

Los ciudadanos de Talavera llevamos meses sufriendo (y los que nos queda) las mal llamadas obras de la nueva Estación de Autobuses Interurbanos. Y es así “erróneamente” llamada porque lo que ahí se está construyendo es un edificio para unos grandes almacenes, El Corte Inglés.

La supuesta estación es algo menor en el complejo que se está edificando, el edificio de los grandes almacenes es el único motivo de tal movimiento de tierras, unido a otros negocios que, al parecer, allí se edificaran. Un hotel, oficinas, no sabemos muy bien el resultado final, pero la efigie de D. Isidoro Álvarez es la que emblematizará el complejo.

Digo que no sabemos lo que adornará a este edificio ya que el proyecto ha estado sometido al ocultismo y a la falta de información, por otro lado algo tan característico de esta ciudad y de los prebostes que nos gobiernan. Las subrogaciones han sido moneda de cambio y la comisión formada para investigar lo que se cuece, está tan a fuego lento, que los meses pasan y nadie sabe lo que este grupo de sabios reunidos en sesiones secretas han entendido, elaborado, estudiado y acordado. Claro que esa comisión formada por Isabel y Fernando, tanto monta, monta tanto, PP/PSOE, es como poner a la zorra a guardar el gallinero, los mismos que elaboraron y aprobaron este proyecto, investigan sobre el mismo.

Los talaveranos y las talaveranas, magnánimos, entregaron en bandeja a la gran superficie unos terrenos en la zona más céntrica de la ciudad, nuestros gobernantes que tanto nos cuidan y miman, cedieron la joya de la corona, a cambio de que se construyera (veremos lo que pasa al final) una estación de autobuses subterránea (han oído bien, subterránea) en una localidad llana como la palma de la mano, cercana la río Tajo y donde el subsuelo está plagado de corrientes de agua. En el sitio elegido por los iluminados pasan bajo su suelo dos corrientes freáticas, la del Tajo y la de Gredos. Claro que puestos a ser los primeros, hemos querido trasladar el canal de Suez o Panamá a las llanuras del Tajo. No tendremos viviendas sociales, no tendremos unas mínimas conexiones con el resto del mundo más cercano, pero el jefe es el jefe. Poderoso caballero es don dinero, para algunos.

Si tenemos en cuenta que nuestra ciudad tiene una línea férrea, y un proyecto de nuevas infraestructuras, con un punto de conexión en la actual estación de RENFE (o como quieran llamarla en el futuro, siempre será RENFE), lo más coherente sería haber planificado la estación de autobuses en un intercambiador o estación intermodal, pero claro estamos hablando de sentido común y ciertos intereses no tienen ni el común de los sentidos.

He aquí que se han puesto a celebrar túneles, a ahondar en las entrañas de nuestra tierra, a buscar el tesoro de Sierra Madre, en la fiesta padre. A más volumen más negocio. La sencillez de las soluciones no interesa. El problema que todo el mundo sabe, pero nadie dice.

Según los informes geológicos, y si la memoria no me falla, el único edificio que podría tener problemas y por lo cual había que “sujetar” con unos tirantes a unos 12 metros de profundidad, no era el más elevado. Este edificio de ladrillo visto da su espalda a la obra y su entrada a la calle Muñoz Urra. Pero los más ancianos, esos que la sapiencia no la tienen encuadernada en moquetas y despachos, se preguntaban que pasaría con el edificio más alto, el conocido por “las Marys”. No pasa nada, claman algunos, los más estudiados. Otros desde la supuesta responsabilidad de gobierno declaman que eso es cuestión de la empresa que va a gestionar los grandes almacenes, pero ¿no quedábamos que era una estación de autobuses interurbanos de gestión municipal? ¿es que el consistorio no es responsable de todo los que se menea en la ciudad? Yo ya no sé, o quizás sí, quién manda.

Ahora surgen grietas en edificios. No hay alarma, desde luego quién esto afirma no debe vivir en alguno de ellos. La empresa tuvo a bien visitar inmuebles y ante notario levantar acta, yo, ¡válgame Dios, Alá, Buda y demás Dioses!, no voy a poner en duda la versión notarial, estaríamos buenos. Cualquiera. Se están haciendo mediciones continuas de las vibraciones, ya. Supongo que será por técnicos “homologados”. No digo nada más al respecto. Pero cojamos las informaciones aparecidas en los medios de comunicación sobre la tragedia (que así denomino sin rubor) del Barrio barcelonés del Carmel. Cada día aparece algún informe que antes fue oculto y ahora no lo es tanto, chapuza tras chapuza, y no olvido que en cierta ocasión catalogue a nuestra ciudad como la de la chapuza congénita. En Barcelona se contempla que el Proyecto era muy ajustado en el presupuesto, modificaron el proyecto, cambios en el proyecto, etc. Aquí sabemos menos que nada, no hay obra que no pase por el tamiz de la duda, los tribunales o su acabado penoso.

Sólo ruego, acaben con tanto desvarío. Paren la obra si hay la más mínima duda de que pueda acabar en desdicha. Las imágenes que contemplo no dan margen a la esperanza, si contemplo grietas, si veo como hay alguna pared resquebrajada, es para ponerse a temblar. OTRO CARMEL NO, ¡POR FAVOR!.

Emilio Sales Almazán. Talavera.
Redactor, El Inconformista Digital

Incorporación – Redacción. Barcelona, 23 Febrero 2005.